Racing y River protagonizan el último de los cuartos de los cuartos de final de la Copa Argentina. El Gigante de Arroyito, de Rosario Central, es el escenario de un clásico que incluye un duelo muy especial. Luego de su tormentosa salida del equipo de Avellaneda, Maximiliano Salas se enfrentó con sus excompañeros y justamente él abrió el tanteador. De hecho, fue el único anotador del 1-0 que clasificó semifinalista a River. Además, en el cierre del primer tiempo se dio una situación polémica en la que zafó de una expulsión Adrián Martínez.
Habían transcurrido cinco minutos cuando, frente a un rival mal parado, Marcos Acuña envió una pelota larga por lo bajo a Facundo Colidio. El delantero ganó por la izquierda y envió un centro. Por el área entró Salas en soledad y tocó la pelota de zurda al primer palo del arco de Facundo Cambeses para poner el 1 a 0. Mientras gritaban sus compañeros y el público de River, el ex delantero de Racing prefirió no gritar. Se puso de frente a la hinchada millonaria y miró a la tribuna. Fue abrazado por los otros jugadores y llegó a soltar una suerte de risa.
Salas tuvo la posibilidad de convertir el segundo tanto cuando a los 10 minutos recibió en el área en soledad, controló y se demoró un segundo de más. Le pegó de zurda al primer palo, pero el arquero de Racing logró taparle el disparo.
Racing y River están jugando con ese condimento especial. La llegada de Salas al club millonario fue la gran novela del último mercado de pases y se enfrenta con un club en el que fue muy querido. El traspaso no se dio por la mejor vía (se ejecutó la cláusula de rescisión) y algunas declaraciones, sobre todo desde Avellaneda, hicieron que la polémica creciera hasta volverse tema en el fútbol nacional. Un llamado de Marcelo Gallardo al correntino para preguntarle si estaba interesado en pasar a River dio inicio a una negociación inesperada por Racing, que tenía en mente extender el vínculo. La Banda necesitaba el sacrificio y la dinámica que ofrece el atacante, pero la Academia no estaba dispuesta a cederlo, por lo que la dirigencia albirroja optó por pagar la cláusula de rescisión de ocho millones de euros.
Sobre el cierre de la primera parte en Arroyito se dio una situación controvertida en el área que defendía River. A los 44 minutos, y luego de un lateral desde la izquierda que hizo Gabriel Rojas, ‘Maravilla’ Martínez no logró controlar la pelota. Lucas Martínez Quarta y Rojas tampoco consiguieron el balón y el delantero de Racing fue a buscarlo de nuevo. Contra la marca de Gonzalo Montiel quiso rematar al arco, con poco ángulo. La pelota le quedó muy alta y cuando fue a disputarla arriba le aplicó un codazo en el rostro a Juan Portillo. El futbolista de River quedó tendido en el piso y sus compañeros fueron a protestar al árbitro Hernán Mastrángelo, que sancionó a Martínez con la tarjeta amarilla.