El último encuentro que Barcelona sufrió en Stamford Bridge, la casa de Chelsea, que la semana pasada lo goleó 3-0 por la primera fase de la Champions League, no fue una derrota más para el conjunto culé y menos para Ronald Araújo. Cuando ya caían por un gol y el entretiempo estaba a punto de llegar, el uruguayo recibió la doble amonestación por un patadón irresponsable y, siendo el capitán, dejó a sus compañeros a la deriva de la goleada. El fin de semana no fue al banco ante Alavés por un “virus estomacal”, según dijo su entrenador Hansi Flick, pero ahora el alemán reconoció la verdad: “Es una situación privada”.
En Londres, el zaguero recibió la primera amarilla por un reclamo vehemente -que parecía ser evitable- ante el juez de aquella noche, pero llevar la cinta no lo salvó de la primera sanción, a los 32 minutos. Y al borde del descanso, no contempló su situación en el partido y llegó a destiempo en un cruce contra el español Marc Cucurella, en una clara acción merecedora de la segunda tarjeta, algo que terminó sucediendo.
El defensor, que también pertenece al seleccionado de su país, ya sabía lo que se avecinaba. En las sensaciones populares, en los medios, en los recuerdos y en su cabeza. Por eso, no dudó en trasladarle a las autoridades de la institución blaugrana y a su director técnico su deseo de tomarse un respiro de cara a los encuentros que debe encarar su equipo: mentalmente se nota cansado y frustrado, por lo que quiere cuidarse.
Por eso, fue descartado este lunes para formar parte de la nómina que se preparará para chocar este martes ante Atlético Madrid, en el Camp Nou, en una fecha (la 19) que se adelantará. Muchos encuentros en pocos días también forzaron su necesario descanso.
Incluso, desde los portales españoles señalan que fueron sus agentes los que directamente realizaron la petición ante el club. Los cercanos lo ven y aseguran que está atravesando un momento delicado en el plano anímico que excede, incluso, lo sucedido en Inglaterra, pero el nuevo capítulo negativo agravó su situación. Araújo considera que lo más honesto para él y para el equipo es apartarse hasta recuperar su plenitud psicológica.
Tal como señaló el presidente Joan Laporta desde Andorra, el periodo no tiene una fecha determinada de regreso. “Quiero animarlo y defenderlo. El club puso a su disposición todos los recursos necesarios, incluido apoyo psicológico. Se lo criticó mucho y no lo veo justo. Da todo en el campo, es nuestro capitán y ahora debe superar este momento. Es una persona muy emocional y con sentimientos. Lo pasó mal y estamos con él. Debe pasar la página porque ganamos y perdemos todos juntos”, le dedicó el mandamás ante las cámaras.
Flick, por su parte, no quiso ahondar en los detalles y pidió que todos respeten el proceso personal: “Ahora mismo, Ronald no está preparado para jugar, no quiero decir más”. Lo que por otro lado se sabe, además del firme apoyo por parte del plantel, es que físicamente está en un estado perfecto.
Ahora bien, en su cabeza pueden estar repercutiendo las críticas de las que habló Laporta. Los hinchas de Barcelona hace tiempo lo tienen señalado, casualmente, por episodios clave que lo involucraron en las ediciones pasadas de la máxima competición europea.
En los cuartos de final de la Champions 2023/2024 Barcelona se cruzó contra Paris Saint-Germain, con la pica por la presencia de Ousmane Dembélé, exatacante de los catalanes. En la capital parisina se había impuesto por 3-2 el equipo dirigido en ese entonces por Xavi Hernández, pero en la revancha todo cambiaría: el Barça ganaba 1-0, pero a los 29 minutos Araújo cruzaría desesperadamente a Bradley Barcolá en la puerta del área, fue expulsado y sus compañeros cayeron por 4-1, quedando eliminados.
Y en la pasada edición, en la que sólo unos segundos lo separaron de la final, el uruguayo no fue echado, pero sí apuntado por el gol sobre la hora del zaguero de Inter Francesco Acerbi, que definió ante su marca como si fuese un ‘9′ de toda la vida para poner el 3-3 agónico y enviar la semi al suplementario. Allí, Davide Frattesi le dio la ventaja final a los italianos tras una jugada en la que Marcus Thuram se metió en el área fácilmente ante la frágil marca de Araújo. Fue el centro de las críticas.
Su cabeza pide un tiempo fuera de las acciones, alejado de la presión y la ansiedad que arrastra, inmerso también en una selección uruguaya que con Marcelo Bielsa tampoco encuentra el camino. El desgaste es importante y Ronald Araújo prefiere parar.


