Aquellos que siguieron el partido entre Victoria Azarenka y la francesa Clara Burel en el estadio Louis Armstrong, por la segunda rueda del US Open, se vieron sorprendidos por las lágrimas de la estrella bielorrusa del tenis, que había dominado el primer set (6-1). A la preclasificada número 20 se la vio muy angustiada en el segundo parcial, cuando estaba 3-1 abajo, sin embargo hizo un gran esfuerzo, terminó triunfando (6-1 y 6-4) y luego, en una breve entrevista dentro del court neoyorquino, luciendo anteojos de sol (pese a que era de noche), explicó cuál fue el motivo de lo que le estaba pasando.
“Estoy sufriendo una migraña crónica”, confesó Azarenka, actual número 20 del ranking mundial, dos veces campeona individual de Grand Slam (en el Abierto de Australia 2012 y 2013). La entrevistadora, al escuchar la respuesta de la jugadora de 35 años, decidió cortar la nota allí mismo, sin hacer nuevas consultas, y permitirle irse al vestuario, con la tranquilidad de haber avanzado a la tercera ronda, pero mortificada por su salud, justo cuando se disputa un certamen tras trascendente.
“No estoy seguro de cómo lo he superado hoy. Las migrañas son una absoluta miseria. Quien las haya tenido probablemente pueda identificarse con ellas”, publicó más tarde la propia Azarenka en sus redes sociales, acompañando el mensaje con una foto de ella acostada en una cama y con los anteojos oscuros.
La migraña crónica es un cuadro en el que la persona experimenta quince o más días de dolor intensos de cabeza por mes. Los medicamentos para combatir la migraña son para prevenir o reducir la cantidad y la gravedad de los ataques pero, aquellos que padecen este trastorno, muchas veces se resignan porque es sumamente complejo que los dolores desaparezcan por completo. Ante ese panorama, es difícil imaginar el esfuerzo realizado por Azarenka para competir (y ganar) un partido de tenis al máximo nivel, durante el último Grand Slam de la temporada. Durante algunos tramos del partido, la jugadora nacida en Minsk se tapó la cabeza con la toalla: en ese instante, donde menos quería estar era allí, en uno de los courts más importantes del circuito, frente a miles de personas.
Según un informe de la prestigiosa Clínica Mayo de Rochester, en los Estados Unidos, la migraña, además, suele estar acompañada de náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz y al sonido.
Tener jaqueca es más común de lo que se cree. Algunos la padecen a diario y otros la viven esporádicamente. En cualquiera de los casos, se trata de una dolencia que disminuye la calidad de vida de aquellos que la sufren, quienes además se ven obligados a frenar sus actividades cotidianas hasta que logran aliviarla. Es tal la magnitud de la patología que a muchos les cuesta poner en palabras lo que sienten y, debido al dolor, se ven obligados a cancelar planes, pausar el trabajo y abandonar todo aquello que estuvieran haciendo.
Azarenka debería presentarse este viernes en uno de los courts de cemento neoyorquino para jugar por la tercera ronda del US Open, frente a la china Yafan Wang, número 80 del ranking. Azarenka jugó por primera vez el cuadro principal del Abierto estadounidense en 2006 y, desde entonces, lo hizo 16 veces, contando esta edición. Disputó tres veces la final: en 2012, 2013 y 2021.
LA NACION