Estudiantes le ganó a Gimnasia 2-0 en un partido interzonal correspondiente a la fecha 13 del Torneo Clausura 2025. El encuentro se disputó en el estadio UNO Jorge Luis Hirschi y en la previa hubo un homenaje del Pincha para Miguel Angel Russo, el DT de Boca que falleció el pasado 8 de octubre a los 69 años. Russo fue un emblema de Estudiantes: jugó 13 años, fue capitán y quedó como el tercer jugador con más presencias en la historia de la institución (432), detrás de Abel Herrera (481) y Manuel Pelegrina (489); y volvió como DT, dejando su huella en el equipo que condujo con Eduardo Manera para el ascenso del 95. El conjunto de Eduardo Domínguez le rindió homenaje jugando un gran clásico, superando al Lobo de principio a fin con los goles de Edwin Cetré y Guido Carrillo.
En los clásicos siempre aparecen diferentes cuestiones que tienen que ver con el folklore y las creencias… Antes del partido auxiliares de Gimnasia debieron barrer “sal” que había sido esparcida en las cercanías del banco de suplentes visitante. Pero Estudiantes fue mucho más que determinadas “costumbres” que se usan para poner nerviosos a los rivales. Tuvo un rendimiento muy positivo y hasta debió imponerse por una diferencia mayor.
La última vez que ambos equipos se habían visto las caras había sido el 13 de abril de este año, por la fecha 13 del Torneo Clausura. Habían empataron 1 a 1 en el estadio Juan Carmelo Zerillo por las anotaciones de Lucas Castro -para Gimnasia- y Luciano Giménez -Estudiantes-. El antecedente más reciente en UNO era del 28 de julio de 2024, por la Liga Profesional: fue goleada de Estudiantes por 4 a 1 con un doblete de Guido Carrillo y sendas anotaciones de Santiago Ascacibar y José Sosa (David Zalazar descontó para el Lobo).
En el Lobo se dio la particularidad que debutó en primera división Nicolás Barros Schelotto, hijo de Guillermo (referente de Gimnasia y actual DT de Vélez). El mediocampista de 19 años llegó desde la MLS y su aparición desde el arranque fue una de las decisiones que tomó Fernando Zaniratto, entrenador interino designado luego del despido de Alejandro Orfila tras la derrota ante Talleres de Córdoba por 2-1. La otra decisión fue el regreso desde el inicio del Pata Castro, experimentado volante (36) que no venía siendo tenido en cuenta por Orfila, ni siquiera había sido convocado en los cuatro encuentros anteriores.
Estudiantes, de la mano de Eduardo Domínguez, se la jugó por el esquema que más viene utilizando en su ciclo en La Plata, el 4-2-3-1, con Muslera; Román Gómez, Núñez, Facundo Rodríguez y Arzamendia; Ascacibar y Amondarain; Tiago Palacios, Medina y Cetré; Carrillo de 9 como principal referencia ofensiva. En los primeros 20 minutos la posesión fue muy favorable al Pincha, con el 72% de la tenencia del balón.
Gimnasia, plantado con un esquema 4-4-1-1, no pretendió meterse atrás, pero buscó contraatacar con transiciones rápidas y tratando de aprovechar al máximo los córners o tiros libres que pudiera conseguir cerca del área de Muslera. Pintado, habitual lateral derecho, apareció más adelantado, dejándole la posición de marcador de punta derecho a Fabricio Corbalán. Pero en ese juego, el centrodelantero Chelo Torres corrió más en campo rival para bloquear las salidas de los centrales Núñez y Rodríguez que para recibir la pelota de sus compañeros.
La primera chance clara la tuvo a los 11 minutos el local, de pelota parada. Un tiro libre lateral ejecutado con rosca por Cetré fue cabeceado por Palacios y la pelota dio en el palo izquierdo de Insfrán. Y en la misma acción, la volvió a meter Amondarain al punto penal y Carrillo ensayó un taco que le cayó a las manos del arquero. La segunda fue un tiro libre directo de Palacios que se fue cerca del travesaño, luego de una infracción generada por el mismo zurdo ante Barros Schelotto.
Gimnasia debió hacer un cambio obligado a los 35 minutos del primer tiempo: ingresó Matías Melluso como lateral izquierdo por el lesionado Silva Torrejón. Otro indicio que la tarde no venía bien.
Estudiantes era más y encontró la ventaja en el último minuto del primer tiempo: Román Gómez envió un centro pasado desde la derecha al segundo palo, la cruzó Ascacibar con inteligencia y la terminó metiendo Cetré con un gran cabezazo que se metió junto al poste derecho del arquero. Fue una gran jugada colectiva que fue de derecha a izquierda y de izquierda de nuevo a la derecha que involucró la participación de casi todo el equipo y diez pases.
El Pincha arrancó en el segundo tiempo como si el partido estuviera cero a cero, demostrando que la ventaja no lo iba a condicionar y se plantó en campo rival con la presencia de ambos laterales. A los 3 minutos, Román Gómez metió un “firulete” con una doble pisada con giro entre Enzo Martínez y Melluso y remató desviado al primer palo. El lateral derecho aparece muy asentado en la primera división de Estudiantes y fue muy aplaudido por los hinchas cuando fue reemplazado por Meza a quince minutos del final.
Y por si faltaba algo para que Estudiantes termine de demostrar la superioridad ante Gimnasia fue el 2-0: Guido Carrillo anotó su gol 68 con la camiseta pincha con una buena definición pero luego de un error infantil de Max, que -presionado por los volantes rivales- quiso jugar la pelota “de memoria” hacia atrás y sin mirar, y le terminó aportando una asistencia al 9 que, desde esas posiciones, suele no perdonar.
Enseguida Insfrán, con una muy buena atajada, evitó el 3-0 de Cetré, tras un centro de Palacios luego de otro desborde por la derecha. Y Medina perforó la zona media del área a puras gambetas pero se quedó sin energía en los metros finales y lo terminó atorando bien el arquero. Gimnasia no terminaba de asimilar el golpe que veía cómo la situación podía empeorar.
A los 21 minutos del segundo tiempo… ¿qué quiso hacer? Tras otra muy buena jugada de Palacios por la derecha y un centro rasante, Medina no pudo con el arco libre empujar el balón : le dio con la derecha y la rechazó con su propia pierna izquierda cuando ya estaba vencido Insfran.
Fernando Zaniratto buscó torcer el rumbo del clásico con modificaciones: ingresaron Briasco y Juan Yangali, pero el local era demasiado superior. El equipo de Eduardo Domínguez seguía presionando bien arriba para no dejar salir con comodidad a la defensa del Lobo. Y en el recambio se notó también la diferencia de jerarquía entre unos y otros. En Estudiantes ingresaron, además de Meza, José Sosa, Ezequiel Piovi, Fabricio Pérez y Facundo Farías.
Estudiantes ganó con autoridad y se trepó como líder de la zona A con 21 puntos. No sólo festejó en el clásico con sus hinchas gritando “oleeee” en los últimos minutos y acrecentó su paternidad en el historial, sino que además le manda un mensaje a los más poderosos: no lo bajen de ninguna pelea mientras tenga partidos con esta entrega y voracidad ofensiva.