Fue un hecho sorpresivo e inesperado que lo vio el mundo entero en vivo. Emiliano Martínez acababa de saludarse con algunos rivales y cuando vio cerca una de las cámaras de la transmisión oficial le pegó al equipo un cachetazo con su mano derecha que lo sacó de foco. El director de cámaras automáticamente puso en pantalla otra imagen. El golpe fue con fuerza y derivó en que cayera al suelo la persona que manejaba esa cámara (modelo steady, que son esas que el operador carga como una mochila hacia adelante y parece flotar).
En declaraciones que consigna el diario colombiano El Tiempo, Jhonny Jackson, el hombre detrás de la cámara, se refirió a la agresión, que ya de por sí había provocado fuertes críticas contra el arquero argentino en las redes sociales, y dio su versión de los hechos.
“Dan el pitazo final y yo como camarógrafo operador de steady siempre voy a buscar reacciones. Simplemente entro a la cancha, busco reacciones. Veo al Dibu, lo veo saludándose con un arquero suplente creo, y me acerco a él. Y de la nada el Dibu me tiró”, comenzó Jackson. Y continuó: “Me dio rabia, mucha rabia, porque yo estoy trabajando, así como él lo estaba haciendo, él atajando y yo operando mi cámara, ni siquiera estaba jugando fútbol con él. Pero no le dije nada”, agregó.
Finalmente, el camarógrafo agredido le dejó un mensaje por video al Dibu: “Quería decirte que estés tranquilo, hermano. En la vida, en cualquier momento, todo el mundo ha perdido un partido, y de pronto para ti significó mucho esa derrota. Pero para adelante, Dibu”.
En lo referido a su trabajo durante el 1-2 frente a Colombia, esta vez Martínez no brilló y Argentina sumó una derrota que no compromete su clasificación (continúa como líder en la tabla de posiciones), pero que deja un sabor agridulce tras la muy buena victoria en casa frente a la Chile de Ricardo Gareca. El arquero, además, no pudo lograr su 13er encuentro por eliminatorias con el arco en cero y alcanzar de esa manera la marca de Sergio Romero, quien llegó a ese número de vallas invictas en partidos de clasificación.
Dibu mantuvo su arco invicto en seis encuentros de la eliminatoria rumbo a Qatar (Paraguay, dos ante Uruguay, Perú, Brasil y Colombia) y en otros seis en el camino rumbo al Mundial 2026: Ecuador, Bolivia, Paraguay, Perú, Brasil y Chile. De todos modos, Martínez disputó apenas 17 compromisos por eliminatorias, mientras que Romero necesitó 35 para llegar a esa cifra.
Lo cierto es que no fue un partido más para Martínez, que se fue del estadio sin hablar, masticando bronca por la derrota y muy caliente con la actuación del árbitro. De hecho, fue uno de los primeros jugadores argentinos en increpar a Muñoz por su supuesta simulación en el área y uno de los más ofuscados con el juez tras la sanción de la falta. Advertido y limitado por la nueva regla (los arqueros ya no pueden hablar ni gesticular antes de los penales), Dibu hizo un repiqueteo sobre la línea y voló hacia el palo opuesto elegido por James. Una pequeña derrota personal que no alcanza a empañar su presente profesional, sí desteñido por actitudes como la que tuvo con el camarógrafo.
LA NACION