Sigue la cuarta fecha del torneo Clausura, con pocos buenos partidos, algunos goles y situaciones que se repiten, lamentablemente. Y lo peor: todo sigue, el show debe continuar.
Newell’s empató 1-1 con Central Córdoba, de Santiago del Estero. Hasta ahí, la noticia, la información. Gonzalo Maroni abrió el marcador a cinco minutos del cierre y Gastón Verón selló la igualdad en la última jugada. Dos goles realizados con buenas acciones y definiciones, pero no fue lo único que sucedió.
Lo grave ocurrió a los 30 minutos del primer tiempo, cuando Luca Regiardo, de Newell’s, derribó con una durísima infracción a Lucas Besozzi, situación por la que Andrés Merlos, el árbitro del encuentro, recibió el llamado del VAR, para revisar la acción, debido a podía ser causal de expulsión.
Al aproximarse a la cabina de la TV, frente a la platea, cayeron una buena cantidad de proyectiles (algunos, eran pequeños hielos); uno, impactó en su rostro y otro, luego, en su brazo derecho. “Una más y nos vamos”, se le escuchó decir a Merlos.
Podía haber suspendido el partido en ese mismo instante. Sin embargo, solo generó una breve demora, a la espera de que se recupere y continúe con el juego. Y así fue.
Con la policía custodiándolo con sus escudos para cubrirlo, logró finalmente analizar la acción y determinó la expulsión de Luca Regiardo, lo que generó más tensión en el Parque Independencia. Iban 35 minutos de la primera etapa. “Después de ver las imágenes cambio la decisión. Cambio la tarjeta amarilla por una roja”, explicó Merlos a los micrófonos.
El partido siguió. Gonzalo Maroni encontró el gol (una buena definición) luego de una jugada aislada, que además tuvo el choque previo de dos defensores de Central Córdoba. Parecía que iba a ser triunfo para Newell’s. Pero no.
El muy buen equipo que conduce Omar de Felippe siempre tiene un conejo en la galera. Verón selló el 1-1 apenas cinco minutos más tarde, con un pase a la red, suerte de mágica bola lisa. La asistencia, de taco y en el área, fue de Lucas Abascia, un zaguero con todos los atributos de enganche. Nadie de Newell’s lo podía creer porque la acción nació de una pelota parada que no parecía difícil de neutralizar. Pero no pudieron y el conjunto de Santiago del Estero terminó rescatando una unidad.
Más allá del inflador anímico del Ogro Fabbiani y una estructura más sólida, sigue estando en deuda el equipo rosarino, con 5 puntos en 4 partidos.
¿Algo más? Pudo haber sufrido otra expulsión el elenco rosarino. Y mucho antes. Iban 17 minutos del primer tiempo: la pelota estaba sobre la izquierda cuando fueron a buscarla Ever Banega y Fernando Juárez, del equipo santiagueño. Pareció que el jugador de Central Córdoba se quedaba con el balón, cuando recibió un impacto desde atrás, a la altura del tobillo. ¿Qué le pasó? Debió ser expulsado… solo fue amonestado.
Mientras, Darío Benedetto volvió a lesionarse y todavía no pudo debutar de manera oficial en el torneo Clausura. Según se supo, tuvo una lesión muscular que lo marginará de los próximos compromisos.
El delantero, que se perfilaba para ser titular este viernes en el Coloso Marcelo Bielsa, según había adelantado el entrenador en una entrevista, quedó descartado por un aparente desgarro en un aductor.
Los únicos minutos de Pipa fueron en un amistoso ante Mazatlán en la gira por México, pero el atacante debió abandonar el campo a los 30 minutos del primer tiempo por molestias físicas, lo que llevó al cuerpo técnico a preservarlo para el arranque del campeonato.
A pesar de haber sido incluido en la nómina de concentrados en varias ocasiones, nunca llegó a sumar minutos oficiales. Y Newell’s sigue sin ganar.