“Estoy completamente a salvo. Mi familia también está bien. Agradezco a todos por el apoyo”. La frase pertenece a Andrey Mostovoy, extremo del club Zenit, de San Petersburgo, y miembro de la selección rusa, y fue pronunciada este martes en un video difundido en las redes sociales. La declaración pone fin a su silencio desde el intento de secuestro que sufrió el 23 de octubre en plena vía pública, un hecho que generó conmoción en Rusia y que derivó en una investigación judicial y en detenciones a cinco jóvenes, cuatro de los cuales ya confesaron su participación. Apenas tres días después del hecho, el futbolista de 27 años jugó y marcó gol en el clásico contra Dinamo, de Moscú.
Según reconstruyó el medio local KP-Petersburg, Mostovoy fue interceptado en la calle Vyazovaya, de la isla Krestovsky, de San Petersburgo, cuando salía de un supermercado y caminaba hacia su vehículo. Una furgoneta se detuvo a pocos metros y tres hombres encapuchados salieron con la intención de forzarlo a entrar a ella. La rápida intervención de Alexander Grakun, jugador de hockey sobre hielo y amigo del futbolista, resultó clave para frustrar el ataque.
“Lo que lo salvó fue su capacidad de analizar la situación en una fracción de segundo. Logró reducir a los secuestradores física y mentalmente, dejándolos inconscientes. Estos terminaron huyendo en estado de shock”, declaró la madre de Mostovoy al diario KP-Petersburg. El futbolista escapó hacia una zona boscosa y, tras pasar la noche en contacto con su amigo, recién al amanecer del día siguiente informó al equipo de seguridad de Zenit. “Preferí no decir nada para no preocupar a mi familia. Estaba en shock, no pude dormir”, explicó en el video publicado esta semana.
Como se mencionó, a pesar del episodio Mostovoy volvió a jugar en Zenit apenas tres días después y marcó un impresionante gol de taco para el empate parcial, en lo que terminó siendo victoria frente al Dinamo moscovita, uno de los clásicos rivales del equipo de San Petersburgo. Según sostuvo, sus compañeros y el cuerpo técnico no estaban al tanto de lo sucedido hasta que el caso se volvió público en la semana.
El triunfo en el “derbi de las dos capitales” le sirvió para escalar a la cuarta posición de la liga rusa, a tres puntos del primer puesto, que es ocupado por Krasnodar, en trece fechas de las 30. Con cinco goles y cuatro asistencias en 15 presencias entre el torneo local y la copa de Rusia, el delantero es uno de los destacados del plantel de Zenit.
Detenciones y una conexión insólita
Tras el intento fallido de rapto, los agresores volvieron a actuar dos días después. El sábado 25 de octubre secuestraron a Sergei Selegen, un empresario local y yerno del diputado de la Duma —la cámara baja del parlamento de la Federación Rusa— Vyacheslav Makarov. Lo esposaron, lo subieron a un vehículo y exigieron un rescate de 10 millones de rublos, aproximadamente 126.000 dólares. Selegen alcanzó a transferir 210.000 rublos antes de que la policía lograra localizar el vehículo y detener a los responsables.
La investigación permitió vincular ambos hechos y avanzar sobre los implicados. El lunes, el Tribunal del Distrito Oktyabrsky, de San Petersburgo, ordenó la prisión preventiva por dos meses para cuatro acusados: Stepan Miroshin, Samir Pavlov, Rustam Khudaikulov y Vladislav Yakovlev. Los jóvenes admitieron su actuación y están imputados por los delitos de secuestro y robo.
Según KP-Petersburg, los implicados eran estudiantes universitarios aficionados al deporte, reclutados a través de un contacto anónimo en la plataforma Telegram que se hacía llamar “Satanista” y les había prometido cinco millones de rublos, unos 63.000 dólares, por secuestrar a Mostovoy. Miroshin, de 19 años, identificado como el líder del grupo, reconoció haber aceptado la propuesta y repartido el trabajo entre sus amigos prometiéndoles un millón a cada uno. Alegó, además, que el objetivo inicial era un narcotraficante.
Durante los allanamientos fueron secuestrados máscaras negras, gas pimienta, esposas, una pistola de aire comprimido y una identificación falsa de agente de seguridad. El fiscal principal del caso, Alexander Gavrilov, no descartó que los detenidos estén involucrados en otros delitos graves, según declaraciones recogidas por el medio 78.ru. El quinto implicado, detenido más tarde, alegó haber creído que participaba en una broma de cumpleaños.
Alexander Grakun, el amigo jugador de hockey que salvó a Mostovoy, planteó la conveniencia de que el futbolista cuente con seguridad privada. “La necesita desde el principio. No entendemos por qué nos atacaron. Estamos genuinamente sorprendidos”, declaró en KP-Petersburg.
El caso impactó en la opinión pública rusa. El diputado Vitaly Milonov elogió la capacidad de reacción del integrante de la selección nacional: “Mostovoy se defendió bien. Eso significa que físicamente está bien”. En una línea más crítica, el exjugador de Zenit Vladimir Bystrov sostuvo: “Podría haber estado más atento. Siempre hay que vigilar lo que pasa a tus espaldas”.
El intento de secuestro

Mientras tanto, Mostovoy volvió a entrenarse con normalidad y fue convocado para componer el equipo ruso en los próximos amistosos, frente a Chile y Perú. El episodio, sin embargo, dejó una marca indeleble. “Nunca imaginé vivir algo así. Es difícil de creer que estas cosas aún pasen”, dijo quien intenta retomar su rutina tras convertirse, por una noche, en víctima involuntaria de una historia de delito y supervivencia.

