Siempre se dice que los clásicos son partidos aparte, que no importa la realidad que vive cada uno de los equipos, que ello no cuenta a la hora de afrontar un encuentro de esa magnitud. Y ello ocurrió también en la capital española, donde Atlético de Madrid, que atravesaba un momento irregular en el inicio de la temporada 2025/26, pisó fuerte. Con una clase maestra de Julián Álvarez, alma, corazón y líder futbolístico de su equipo, el Aleti dio el golpe sobre la mesa. El conjunto dirigido por Diego Simeone se impuso por 5 a 2 ante Real Madrid en un derbi de alto nivel y que no dio respiro, y le sacó el invicto a los de Xabi Alonso, que llegaban además con puntaje ideal. El delantero cordobés -que venía de hacer un hat trick ante Rayo Vallecano hace unos días- destrabó el partido con un penal y un tiro libre exquisito cuando las cosas estaban igualadas.
Nicolás González, Giuliano Simeone y Nahuel Molina fueron los argentinos que acompañaron a Julián en los festejos del clásicos. Del otro lado, Franco Mastantuono fue suplente e ingresó para jugar la última media hora.
El Aleti salió con todo desde el inicio. A los 3 minutos Sorloth apareció camino a un mano a mano con Courtois y cuando se disponía a definir, tardó demasiado y Militao se tiró al piso y le tapó la definición.
Real Madrid se plantó con la intención de manejar la pelota y sumar pases para llegar, mientras que el Aleti se posicionó para un juego más directo y aprovechar los espacios que dejan los merengues en defensa.
El asedio de los locales tuvo sus frutos enseguida. A los 14, un preciso centro de Giuliano Simeone encontró en la altura a Le Normand, que le ganó en el salto a Tchouaméni y estampó el cabezazo a la red. Merecido 1-0 para Atlético de Madrid.
Sorloth tuvo otra oportunidad cara a cara con Courtois, pero llegó tarde y ganó el arquero. Si el noruego estuviera más fino, la diferencia sería mayor.
Cuando se esperaba el momento en el que Atlético anotaría el segundo, apareció Kylian Mbappé. El francés demuestra que está en un momento fantástico: apareció de espaldas para descargar y fue a buscar la exquisita asistencia de Arda Güler; el resto, definición cruzada ante la salida de Oblak. Real Madrid, cuando la pasaba mal, encontró en su máxima estrella la posibilidad de poner el 1 a 1.
Real Madrid, agazapado, encontró en un error de Atlético la posibilidad para ponerse al frente. Resolvió demanera eficiente la chance que le otorgó Le Normand con un rechazo defectuoso. Mbappé habilitó a Vinicius, que puso el freno y tiró un pase atrás para la llegada de Arda Güler, el cerebro merengue, que venció a Oblak.
Los locales no salieron de su estupor: dos remates de Real Madrid al arco, dos goles. Inmediatamente, un derechazo cruzado de Julián Álvarez pegó en el palo e intentó levantar el espíritu del Aleti. El VAR también intervino: anuló un gol de Lenglet, que empujó la pelota con la mano tras un centro picante que había complicado a Real Madrid.
Pero llegaría el premio a un equipo que no se entregó. Cuando se iba el primer tiempo, el gigante Sorloth ganó en la altura tras un preciso centro de Koke y puso un resultado más justo a un derbi que no daba respiro: 2-2.
Si alguien pensaba que el segundo tiempo iba a relajar tensiones, la realidad demostró de entrada que estaba equivocado. Un centro picante de Julián Álvarez iba a la cabeza de Nico González; en el medio, el botín de Arda rechazó en lo alto, pero impactó de refilón al argentino. El árbitro no dudó: penal, que Julián convirtió en gol para el 3-2.
El penal de Julián Álvarez
Xabi Alonso patea el tablero y mete a Mastantuono y Camavinga en lugar de Arda Güler y Carvajal. Pero el Aleti es más peligroso: una gran acción de Nico González dejó solo a Sorloth otra frente a Courtois, pero el arquero belga se hizo gigante y le tapó el gol.
Pero fue Julián, el gran Julián Álvarez que ya es indiscutidamente el líder de este equipo, el que volvió a decir “aquí estoy yo”. Un tiro libre exquisito del joven de Calchín hizo imposible el esfuerzo de Courtois y puso el 4-2 para delirio del estadio.
Golazo de Julián
Cholo, ni lerdo ni perezoso, reforzó la mitad de la cancha: el voluntarioso Gallagher entró en lugar de Sorloth.
Atlético de Madrid controló lo que quedó del partido. El golazo de Julián pareció aplastar el ánimo de los merengues, al que no le resultaron los cambios. Mastantuono entró activo y comprometido, hasta tuvo un tiro libre ideal para su zurda, pero no pudo modificar el destino.
Lejos de eso, fue el Aleti el que tuvo la última: Antoine Griezmann, que había ingresado en el final, definió de gran manera para poner un resultado imponente y que llenó de orgullo a los colchoneros: 5-2 para no dejar dudas a los propios y sembrarlas en el rival, que llegaba impoluto a esta cita. La imagen final fue de impotencia para Real Madrid, con Mastantuono pateando de bronca una pelota a la platea y una escaramuza que se apagó rápido.