La crisis futbolística de River no sólo manifiesta sus síntomas a través de los resultados adversos, el récord negativo de cuatro caídas consecutivas en el estadio Monumental y las eliminaciones en las diferentes competencias que el equipo disputó durante este año, sino también en una sequía que registra 293 minutos sin anotar goles desde que Maximiliano Meza señaló el 2-0 definitivo sobre Talleres, en Córdoba, el 18 de octubre. Luego de aquella alegría llegaron el traspié por penales ante Independiente Rivadavia en las semifinales de la Copa Argentina y las caídas frente a Gimnasia y Esgrima La Plata y Boca, profundizando todavía más un momento tan difícil que puso seriamente en jaque la clasificación a la próxima edición de la Libertadores.
Ante ese panorama, y tomando en consideración diferentes circunstancias, como el desgarro de Facundo Colidio y el bajo rendimiento de Sebastián Driussi tras sufrir dos lesiones musculares, Marcelo Gallardo tomó decisiones fuertes durante las primeras horas del sábado. Dejó fuera de la lista de convocados al colombiano Miguel Borja, cuya partida se producirá el término de su contrato, el próximo 31 de diciembre, y al chileno Paulo Díaz. Además, el técnico decidió incluir a varios juveniles en la nómina, entre ellos un nombre inédito como el de Joaquín Freitas, un delantero que le hizo dos goles a Tigre para la Reserva en el 4-0 del jueves pasado y que ya actuó en el fútbol argentino hace dos años para Acassuso en la Primera B Metropolitana.
Nacido el 2 de diciembre de 2006 en la ciudad de Buenos Aires, Freitas ostenta una historia singular, digna de narrar. Aunque es uno de los jóvenes que mayor entusiasmo causan entre los hinchas que habitualmente observan a la Reserva dirigida por Marcelo Escudero, todavía no firmó su primer contrato y no es un producto del semillero de la institución de Núñez, sino de Acassuso, el humilde club con sede en la localidad homónima y un pequeño estadio reinaugurado este año en Boulogne Sur Mer, partido de San Isidro.
Allí dio sus primeros pasos en el fútbol infantil el atacante, quien se sumó a la Quinta División de River a principios de 2024, tras ser recomendado por Javier Pinola, cuyo hijo, Luciano, compartió las categorías formativas en el “Quemero” junto a Freitas. Máximo goleador de todas las divisiones inferiores del Ascenso en 2022, cuando marcó 26 tantos, al año siguiente el delantero formó parte de la selección juvenil justamente del Ascenso. Su nivel destacado también lo llevó a tener el estreno por los puntos en la B Metropolitana el 29 de mayo en la cancha de Chacarita Juniors, donde Acassuso actuó como local y perdió por 0-1 contra Deportivo Armenio: el entrenador, Alejandro Friedrich, dispuso su ingreso a los 26 minutos del segundo tiempo, en reemplazo de Nicolás Violini.
Cincuenta y dos minutos distribuidos en cinco presentaciones para el primer equipo de Acassuso y una proyección interesante, más la recomendación de Pinola, en ese entonces principal ayudante de campo de Martín Demichelis, fueron suficientes razones para que River llegara a un acuerdo con la entidad de zona norte y le hiciera un lugar, tal como hizo, por ejemplo, con otro futbolista de pasado en el Ascenso y con presente como titular en la Reserva del Millonario: el lateral-volante Uriel Funes, proveniente de Unión (Sunchales), donde debutó en el Federal “A” hace tres temporadas.
La Quinta, dirigida por Javier Alonso, de recordada labor en Atlanta, albergó los primeros pasos de Freitas en River. Con esa categoría hizo cinco goles hasta que fue citado para jugar con la Cuarta, bajó las órdenes de Guillermo Rivarola. Su único grito fue significativo porque sirvió para alcanzar el 1-1 definitivo de un superclásico en Boca Predio, el 13 de julio de 2024. Las aptitudes del atacante, quien creció en San Fernando y es sobrino de Antonio Piergüidi, ex jugador de Gimnasia en los comienzos de este siglo, no pasaron inadvertidas para Escudero, que decidió darle un poco de rodaje con la Reserva, al punto de ponerlo el 11 de octubre frente a Deportivo Riestra. Dos meses después dio la vuelta olímpica tanto en la Copa Proyección Final como en el Trofeo de Campeones.
Sin embargo, el despegue de Freitas con la Reserva llegó este año. No sólo se ganó la titularidad, conformando una dupla muy peligrosa con Bautista Dadín, sino que también aportó nueve goles y seis asistencias, números más que positivos al cabo de 31 partidos oficiales en total con la categoría. De hecho, una vez recuperado de una lesión, volvió a estar entre los once, desplazando a Alexander Woiski, el español de nacionalidad argentina que llegó en julio pasado, libre de Real Mallorca.
Aunque Agustín Ruberto y Dadín son los elegidos generalmente por “Pichi” Escudero, Freitas se metió en el equipo del jueves pasado en una función que osciló entre ser mediapunta del 4-1-3-2 inicial a una especie de falso 9, quitándoles referencias a los defensores rivales. Por características de juego, teniendo en cuenta que puede ser la referencia principal (mide 1,81 metros) como también moverse en las inmediaciones del área para asociarse a los mediocampistas en la elaboración ofensiva y encontrar los espacios fácilmente, se asimila a Sebastián Driussi, es decir que posee las cualidades que le gustan a Gallardo.
Mientras las estadísticas son muy negativas para los puntas del plantel profesional de River en este semestre porque entre todos acumulan apenas nueve goles (cuatro de Maximiliano Salas, tres de Driussi y apenas uno de Borja y Colidio) en las 23 presentaciones del equipo, Freitas sabe que integrará el banco de suplentes en el estadio José Amalfitani.
A priori, no es la primera opción que tendrá Gallardo entre los relevos, debido a que por primera vez en el año pudo citar a Ruberto, recuperado de una rotura de ligamento cruzado anterior en la rodilla izquierda, pero su rendimiento reciente y la capacidad que tiene para brindarle alternativas ofensivas al DT lo posicionan como una variante para desempeñarse por todo el frente de ataque.
Con la probable vuelta de Enzo Pérez a la titularidad, luego de estar ausente desde el 24 de septiembre, cuando entró en la revancha ante Palmeiras, River está obligado a ganarle a Vélez en Liniers para mantener latentes las esperanzas de asegurarse un lugar en el repechaje de la siguiente Libertadores, a la espera de que Argentinos Juniors pierda como visitante frente a Estudiantes de La Plata. En ese contexto, consciente de que sus delanteros tienen la pólvora mojada, el Muñeco dispone de los jóvenes Freitas y Ruberto como piezas desequilibrantes en caso de ser necesario.


