El concepto del “legado” en el olimpismo siempre se relacionó con la concordia, el entendimiento y la pureza del deporte. Sin embargo, los últimos Juegos Olímpicos y Paralímpicos dejaron una bomba activada y a punto de estallar. Los descendientes del creador de la Torre Eiffel están furiosos: pidieron que los anillos olímpicos instalados en el máximo símbolo de París se transmitan “simbólicamente” a Los Ángeles antes de finales de 2024, cuatro años antes de lo que pretende la Alcaldía, decidida a mantener los aros incrustados en el ícono francés sin fecha de caducidad.
En un comunicado enviado el domingo por la noche, la Asociación de Descendientes de Gustave Eiffel (ADGE) reafirmó su “opinión desfavorable” al “mantenimiento definitivo de los anillos” más allá de 2024, “sin que se haya anunciado una fecha clara para su retirada”.
El viernes, la alcaldesa de París Anne Hidalgo había reiterado su deseo de ver los anillos instalados en este histórico monumento, que pertenece a la ciudad, al menos hasta los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, sin cerrar la puerta a más tiempo. “La propuesta que he hecho para los anillos es que, hasta 2028, hasta los Juegos de Los Ángeles, los dejemos en la Torre Eiffel”, declaró la alcaldesa.
Esta idea expresada por Hidalgo generó una polémica en Francia y críticas entre los defensores del patrimonio y los rivales políticos de la regidora socialista en París, como la ministra de Cultura en funciones, Rachida Dati, que mencionó: “La Torre Eiffel es un monumento protegido, obra de un inmenso ingeniero y creador. Para respetar su estilo arquitectónico y su obra, es necesario obtener permiso para cualquier alteración sustancial que se vaya a realizar, y llevar a cabo una evaluación de impacto”.
Mientras tanto, Savin Yeatman-Eiffel comentó: “La Torre Eiffel, que se ha convertido en el símbolo de París y de Francia, tiene una vocación más amplia que la de estar permanentemente asociada a una organización como los Juegos Olímpicos”. Además, en el comunicado de la ADGE se menciona: “De colores, grandes y colocados en el eje principal del acceso a la torre, modifican sustancialmente las formas muy puras del monumento”.
Según los descendientes, el mantenimiento de los anillos va contra la “neutralidad” de este “símbolo” de la ciudad de París y de Francia y el significado del monumento adquirido a lo largo de los años en todo el mundo”. Y argumentan que no existe “ningún vínculo temático o histórico previo entre la torre y los Juegos”. En cambio, proponen a la ciudad que, al igual que el resto de símbolos olímpicos, París “pueda transmitir simbólicamente los anillos olímpicos a Los Ángeles, antes de finales de 2024, cuando se marca el final del año olímpico”.
Anne Hidalgo parece haber quedado embelesada con todo lo concerniente al olimpismo en su ciudad: más allá de la Torre Eiffel exteriorizó el deseo de conservar otros elementos temporales utilizados en los Juegos de París, como el globo aerostático con el pebetero, que flotaba en el jardín de las Tullerías resguardando la flama paralímpica, o las estatuas de mujeres emblemáticas, que fue utilizada durante la Ceremonia de inauguración.
El 7 de junio de 2024 por la mañana, a 49 días del arranque de los Juegos Olímpicos, la ciudad de París se despertó con una increíble sorpresa: los anillos olímpicos se habían instalado entre la primera y la segunda planta de la Torre Eiffel.
Los cinco anillos gigantes, a los que se bautizaron como “Spectaculars”, son el símbolo por excelencia de las Juegos y cada vez que se celebran se colocan en un lugar o edificio destacado de la ciudad anfitriona. Después del Tower Bridge de Londres en 2012, el Parc de Madureira de Río en 2016 y la Bahía de Odaiba en Tokio en 2021, este año la Torre Eiffel fue la elegida por el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos para lucir con orgullo los colores olímpicos durante todo el verano francés. Todo un símbolo.
De 29 metros de largo por 13 metros de alto, los anillos olímpicos fueron diseñados y fabricados por la empresa ArcelorMittal. La instalación de los anillos a más de 60 metros de altura resultó toda una proeza técnica para preparar durante meses en colaboración con la Sociedad de Explotación de la Torre Eiffel (SETE). Junto con ArcelorMittal France y sus expertos, París 2024 llevó a cabo en su momento todos los estudios previos necesarios para garantizar la seguridad y proteger el monumento: ubicación de la estructura, puntos de anclaje y distribución del peso.
En aquella oportunidad, la operación fue supervisada y validada por las autoridades de control competentes, como los especialistas técnicos y una oficina de inspección. La operación requirió una gran precisión y la utilización de dos grúas de 500 toneladas y otras dos grúas de 100 toneladas para elevar y después fijar los aros entre la primera y la segunda planta. La operación se llevó a cabo durante la noche del 6 al 7 de junio de 2024.
Engalanada en su oportunidad con los anillos olímpicos, la Torre Eiffel no sólo prestó su imagen para las medallas olímpicas y paralímpicas, el diseño de los podios y durante la ceremonia de inauguración, sino que además se encuentra ubicada en el punto de confluencia en donde se montaron varios estadios y sedes clave de los Juegos, como el Parc des Champions, Arena Champ de Mars, Puente de Jena. Incluso en las monedas de euro: a partir de junio de 2024, la Casa de la Moneda de París puso en circulación 24 millones de monedas conmemorativas de 2 euros con la imagen de la Torre.
LA NACION