Los Pumas y los arbitrajes, capítulo mil… Fallos polémicos que se repitieron durante todo el transcurso del Rugby Championship, en jugadas claves que terminaron perjudicando al equipo argentino. Este sábado, en Twickenham, la historia volvió a repetirse. Ocurrió cuando el primer tiempo se evaporaba y los Pumas consolidaban un buen rendimiento y se habían adelantado en el marcado por 13 a 3 gracias a un try de Delguy y 8 puntos con el pie de Santiago Carreras.
Un pase de Juan Cruz Mallía a Piccardo fue interceptado por Canan Moodie, que metió un manotazo para evitar que la ovalada llegase a destino. Y lo logró, con su puño izquierdo tocó la pelota, que cayó hacia adelante, interrumpió la acción de los argentinos e inició el ataque sudafricano que terminó con el try de Reinach.
En la acción se nota que Piccardo reclama lo que debió ser penal para Argentina (y, por qué no, revisión de posible tarjeta amarilla). Sin embargo, ni el árbitro, el italiano Andrea Piardi, ni el TMO intervino para invalidar la conquista de los Springboks, que achicaron entonces diferencias y se fueron al descanso 13-10 abajo.
No es casual la protesta, ya que además el protagonista de la acción, Canan Moodie, había penado diez minutos afuera de la cancha por un tackle alto no bien iniciado el encuentro.
“El árbitro dice que está en una buena posición para interceptar la pelota, pero el movimiento del brazo fue de matar el juego, matar el pase”, le dijo Gonzalo Tiesi a ESPN al finalizar el encuentro.
“Voy a preguntarle al referee y me dice que la va a buscar con las dos manos y no, no la va a buscar con las dos manos…”, se quejó Julián Montoya tras el partido, en diálogo con ESPN. “Duele, pero no es algo que podemos controlar. Tuvimos un par de entradas a las 22 que nos pescaron pelotas que ponen las manos en el piso o un knock-on intencional que voy a preguntar y me dice que la va a buscar con las dos manos y no, no la va a buscar con las dos manos… No es algo que controlamos. Sí controlamos que esta frustración no se traslade al equipo”, admitió el capitán Montoya, en el día que superó a Agustín Creevy como el jugador que más veces lideró a los Pumas en su historia.
“Al referí lo vuelvo loco, le hablo todo el partido, pero es algo que no podemos controlar. Obviamente es frustrante, pero si somos mejores y lo sacamos de la ecuación va a haber menos oportunidades de involucrarlo. Lo que queres es dejar al referee afuera de la ecuación, en el scrum, el ruck, el line y en todos lados. Tenemos que pensar en nosotros y estamos en ese camino”, reiteró el hooker, que sufrió el poderío del pack sudafricano.
¿Cuánto podía cambiar la historia del encuentro si Moodie se iba expulsado? “No soy futurólogo. Nosotros tratamos de focalizarnos en lo que podemos controlar. Lo único que tuvieron ellos fueron entradas con el scrum, son el mejor scrum del mundo. Se puso bajo presión al mejor equipo del mundo. El arbitraje puede generar frustración, pero no cuenta para nada: perdés”, dijo Contepomi en diálogo con ESPN, con sensaciones encontradas: la frustración por la derrota y el orgullo por el rendimiento de su equipo hasta la última jugada.
Lo cierto es que, en caso de haber sido expulsado, Moodie podía ser reemplazado. Desde 2021 SANZAAR incorporó a su reglamento la tarjeta de roja de 20 minutos, que luego se instrumentó a nivel global: el jugador expulsado puede ser reemplazado transcurridos 20 minutos, para no desvirtuar partidos cerrados en caso de acciones imprudentes. En juego sucio desleal, la tarjeta roja completa sigue existiendo.
Piardi, que había sido criticado por el público australiano por su desempeño del último fin de semana en All Blacks-Wallabies, no tuvo otros grandes fallos. El italiano le perdonó la tarjeta amarilla a Francisco Coria Marchetti, que derrumbó tres veces el scrum. Fue benévolo con los pilares de los Pumas, que cometieron siete penales en el scrum y utilizaron todo tipo de artimañas para no jugar esa formación. “El scrum fue la principal debilidad hoy y se notó. El scrum fue su entrada al partido y es algo que tenemos que corregir. Estamos en él debe ahí. Sudáfrica es el mejor scrum del mundo, empujó a todos los equipos”, reconoció Montoya, aceptando errores propios. La superioridad del scrum influyó más que cualquier decisión arbitral.


