En la apertura de la novena fecha del torneo Clausura, Deportivo Riestra derrotó por 1 a 0 a Gimnasia y Esgrima La Plata y estiró a 25 partidos su invicto como local, con una cifra impactante: ya acumula 1031 minutos sin recibir goles en su pequeño estadio, que nunca completa sus tres mil ubicaciones. Se advierte que la presión de sus hinchas no le resulta necesaria: rivañes grandes y chicos sucumbren por igual en su cancha, la más pequeña de la categoría.
Con este resultado, el equipo dirigido por Gustavo Tata Benítez quedó momentáneamente como único líder, a la espera del resultado de River, que el sábado visita a Atlético Tucumán. Además, se ubica en el cuarto puesto de la tabla anual, en zona de clasificación a Copa Sudamericana 2026. Hitos asombrosos de un equipo que apenas transita su segundo año en primera división.
El único gol del encuentro, disputado en el estadio Guillermo Laza, que estrenaba sistema de luces, fue convertido por Milton Celiz, en el inicio del segundo tiempo, tras una jugada confusa en el área que se resolvió luego de una serie de rebotes. Un tiro libre lanzado desde la derecha por el defensor Pedro Ramirez, derivó en una pelota suelta que el delantero, capitán del equipo, aprovechó con una volea potente y precisa para marcar el único tanto del partido.
Con esta victoria, Riestra alcanzó los 14 triunfos y 11 empates en su estadio desde su última derrota en condición de local, el 24 de mayo de 2024 ante Rosario Central, por 2-0. Aquel día fue un punto de quiebre: a partir de entonces, el conjunto blanquinegro inició una campaña impecable en Villa Soldati, que comenzó con una resonante victoria por 2 a 0 frente a River, en aquel entonces dirigido por Martín Demichelis.
El récord histórico del fútbol argentino en la materia lo ostenta Banfield, que entre 1951 y 1953 se mantuvo imbatible de local durante 49 partidos (35 triunfos y 14 empates), pero la marca de Riestra es la mejor de la actualidad.
La solidez defensiva en su estadio es uno de los pilares del fenómeno Riestra. Con el arco invicto en sus últimas 11 presentaciones como local, el equipo acumula 1031 minutos sin recibir goles en esa condición: en todos ellos el guardián fue Ignacio Arce, arquero que supo ser compañero de Dibu Martínez en la selección juvenil. La última vez que fue vulnerado en su casa ocurrió el 9 de febrero, cuando Ezequiel Cannavo convirtió para Defensa y Justicia. Desde entonces, el cerrojo defensivo se volvió una marca registrada.
En el historial de minutos sin recibir goles como local en torneos de liga, Riestra ya figura en el cuarto lugar. Solo es superado por San Lorenzo (1503 minutos entre 2022 y 2023), Racing (1320 entre 1916 y 1918) y Gimnasia (1170 entre 1923 y 1925). Se trata, además, del equipo con la mejor racha vigente entre los actuales participantes de la máxima categoría del fútbol argentino.
El encuentro ante Gimnasia tuvo pocas emociones y abundante fricción. El conjunto platense, sumido en una crisis de juego y resultados —acumula cinco derrotas y solo tres victorias en el torneo—, ofreció escasa resistencia y no logró inquietar el arco defendido por Arce. En el segundo tiempo, Riestra administró la ventaja con eficacia, aunque sin claridad para ampliar la diferencia.
El partido, que abrió la fecha y comenzó a las 17 horas por una razón especial, el estreno del sistema de iluminación del estadio, tuvo dos interrupciones poco frecuentes. En el primer tiempo, el juez de línea Javier Uziga debió ser reemplazado por una molestia física: ingresó en su lugar Franco Acita, el cuarto árbitro, y Uziga tomó su lugar.
Más tarde, a tres minutos del final, una falla técnica provocó un apagón momentáneo de las luces, en su debut, que se recuperaron rápidamente sin afectar la continuidad del juego.
Con paso firme y silencioso, Riestra se consolida como una de las grandes sorpresas del torneo. Su rendimiento en casa lo respalda, sus números lo confirman y la tabla lo exhibe: es puntero, por ahora, con argumentos sólidos. La incógnita ya no es si puede mantenerse, sino hasta dónde llegará.