Nicolás Lamolina, el árbitro que el lunes expulsó a Iván Tapia, hijo del presidente de la AFA y capitán de Barracas Central, no figura en las designaciones para el próximo fin de semana de la Liga Profesional. Según trascendió, se trataría de un “descanso” por lo que habrían considerado una mala actuación en ese partido, que terminó con la victoria de Boca por 3-1 en el estadio del Guapo.
La jugada que cambió el encuentro ocurrió a los 14 minutos de la primera parte. Iván Tapia había sido amonestado a los 7 minutos por un entredicho con Leandro Paredes. Poco más tarde, el capitán de Boca avanzaba con la pelota y Tapia le tiró una patada. No lo impactó, pero el futbolista de Boca exageró y Lamolina compró. Le mostró la segunda tarjeta amarilla y el número 10 de Barracas debió irse a las duchas antes de tiempo.
Silvio Trucco, a cargo del VAR en el edificio arbitral de Ezeiza, no podía intervenir. Técnicamente, la jugada no era revisable, ya que el VAR no analiza amarillas, por más que deriven en una expulsión. De esta manera, Lamolina se guió por lo que vio y lo que dice el reglamento: debe amonestar en caso de una “acción temeraria”. Es decir, que no tiene en cuenta el riesgo que conlleva para el adversario. Así, no se trata de una cuestión de puntería -impactar o no en el físico del rival-, sino de actitud.
De todas maneras, el “descanso” (así es la figura que se usa en la Dirección Nacional Arbitral, a cargo de Federico Beligoy) para Lamolina también está relacionado con otros errores en la conducción del partido entre Barracas y Boca, disputado el lunes en el estadio que lleva el nombre del presidente de la AFA. Esta vez, al menos, la polémica quedará sólo en la cancha, ya que al no haber intervenido el VAR -porque como queda dicho, no estaba habilitado para hacerlo-, no habrá audios sobre la jugada.
En la conferencia de prensa posterior al partido, Rubén Darío Insúa, entrenador de Barracas, se refirió a la tarea de Lamolina. Fue luego de responder a la última pregunta, y con un mensaje lleno de ironía: “Ya que nadie me preguntó por el arbitraje, quería decir que el árbitro dirigió muy bien, y perdimos porque el rival es un equipo de jerarquía, que cuando tuvo sus momentos los supo aprovechar. Nada más que eso”, dijo el DT. Y se levantó de su asiento con una sonrisa.
Barracas Central, siempre en el ojo de la tormenta por los arbitrajes, jugará este sábado frente a Argentinos Juniors en su estadio, y el referí principal será Andrés Merlos.
Los antecedentes
No es la primera vez que Lamolina queda en el centro de la escena por sus decisiones adentro de la cancha. Hace tres años, Marcelo Gallardo, entrenador de River, lo increpó en medio de un partido entre el Millonario y Godoy Cruz, en el estadio Monumental. “Tené los huevos para echarme, pelotudo”, le dijo el Muñeco. Lamolina le mostró la tarjeta roja. El entrenador de River no llegó a irse al vestuario y vio los minutos que le quedaban al encuentro sobre un costado del campo de juego. El fastidio fue tan grande que el DT suspendió la conferencia de prensa.
En abril de 2022 Lamolina fue noticia por un error insólito: jugaban Huracán y Colón y estaba por empezar el segundo tiempo. El Globo había iniciado las acciones en la primera parte y… se disponía a hacerlo en la segunda etapa, algo contrario al reglamento. Julio Falcioni, por entonces entrenador del Sabalero, hizo ademanes desde la mitad de la cancha para llamar la atención del árbitro y que se percatara del error. Al final, Lamolina ordenó que moviera el conjunto santafesino. El partido terminó 1-1.
Los hinchas de Ferro todavía recuerdan el insólito penal que le dio a Quilmes en el partido de vuelta por las semifinales del torneo Reducido de la Primera Nacional de 2021. Juzgó infracción de Marcelo Miño, entonces arquero verdolaga -hoy en Barracas Central- a Federico Anselmo, quien convirtió desde los doce pasos cuando al partido (y a la serie, que estaba igualada 1-1, resultado del partido de ida) no le quedaba nada.
“Al ver mi error sentí una decepción tremenda, me encuentro con una profunda tristeza”, dijo Lamolina en TyC Sports. Y continuó: “Llegué a mi casa y vi la repetición y vi que el golpe es de Anselmo a Miño por la búsqueda del balón. Viéndolo me doy cuenta que el delantero golpea al arquero. Le pido disculpas a toda la gente de Ferro. Uno nunca quiere equivocarse, pero son situaciones que se pueden suscitar”, confesó entonces el árbitro.

