Le costó, y aún le cuesta a Gonzalo Plata despegarse de una etiqueta incómoda y pesada, la del jugador conflictivo y de dudosa ética profesional. Le costó, y aún le cuesta, ganarse a la multitudinaria torcida de Flamengo, que lo mira de reojo, que todavía no tiene claro si gastar o no las palmas de sus manos en aplausos para un futbolista de calidad excepcional, que aún está en el debe desde la regularidad y que, a pesar de los elogios que recibe a menudo por su entrenador, Filipe Luis, todavía no llegó a demostrar en Río de Janeiro que vale los más de 9.000.000 de dólares que el Rubronegro pagó por él.
Lo cierto es que el nacido en Guayaquil encontró en Flamengo un puerto ideal, iluminado y vistoso, para acercarse a dos objetivos clave que se trazó en 2024, cuando lo perseguían sus propios errores. El primero, volver a ser un jugador decisivo en un equipo de primera línea; en segundo lugar, y como consecuencia, el retorno al seleccionado ecuatoriano, de cara a la Copa del Mundo de 2026. El cruce ante Racing, por las semifinales de la Libertadores y al que llega tras la anulación de la suspensión que recibió en cuartos, ante Estudiantes, puede ser un divisor de aguas en su carrera. Lo sabe y se prepara para ello.
Pero a Platita, como lo llaman cariñosamente en Ecuador, algunos episodios le marcaron la piel, y le mancharon la carrera. En España, por ejemplo, suelen recordarlo más por el terrible accidente que protagonizó en 2021, en el centro de Valladolid, donde jugaba, que por sus goles. Aquella vez, poco antes de las siete de la mañana y tras pasar la noche de fiesta, chocó contra un taxi y volcó con su auto. La prueba de alcoholemia arrojó un resultado de 0,60 (gramos / litro de sangre), el doble del límite de tolerancia establecido en aquel país europeo.
En 2023, y tras su participación en el Mundial de 2022 con la selección ecuatoriana, donde pasó en blanco, Al-Saad, de la primera división de Qatar, lo fichó a cambio de 12.000.000 de euros. Todo comenzó de la mejor manera; Plata mostraba su mejor versión, la del delantero talentoso, veloz y potente que había encandilado a todos en sus inicios con Independiente del Valle. Sin embargo, en marzo de 2024, en medio de una fecha FIFA con Ecuador, Plata fue grabado en un club nocturno de Nueva York, Estados Unidos, junto a Robert Arboleda y Kendry Páez (de 16 años en aquel momento), compañeros del seleccionado.
Tras el incidente, el entrenador catalán de La Tri, Félix Sánchez Bas, decidió cortar a Plata y a Arboleda de la Copa América del año pasado, ya que ambos acarreaban ya antecedentes por indisciplina. “Nada les gusta, es malo divertirse”, escribió de manera sarcástica en sus redes sociales el actual jugador de Flamengo. Además, en una publicación que después borró, comentó que a partir de ese momento se quedaría “leyendo la biblia” en sus momentos libres.
Como la vida suele tener ribetes tragicómicos, poco después de la eliminación de Ecuador de esa Copa América, en cuartos de final, ante Argentina y por penales, Sánchez Bas fue despedido del seleccionado ecuatoriano y enseguida fue contratado por… Al-Saad. Tras esa confirmación, Plata entendió que ya no tendría chances en el conjunto qatarí -de hecho, no jugó ni un minuto. Inclusive, poco días atrás el delantero ecuatoriano reaccionó con un emoticón de “aplausos” ante la noticia de la destitución de Sánchez como DT del club qatarí. Todo dicho.
Pero, como suele decirse, al cerrarse una puerta se abren dos, y en agosto de 2024 la suerte del delantero guayaquileño cambió. “A partir de ahora, todos los jugadores pueden ser convocados. Las listas son una decisión mía y de mi cuerpo técnico, y de nadie más”, dijo el DT argentino Sebastián Beccacece al asumir en Ecuador. Horas después, llegó el llamado de Flamengo.
Con poco menos de tres meses en Río de Janeiro, sin problemas de adaptación y aliviado por su regreso al seleccionado ecuatoriano, Plata decretó, con un golazo en Belo Horizonte, y ante Atlético Mineiro, el quinto título de Copa de Brasil para el gigante Mengão. “Hacer un gol como el que hice, picándola en ese minuto de juego y en una final, fue increíble”, comentó Plata en medio de los festejos. “Fue un día increíble. Hice el gol más bonito y más importante de mi carrera”, agregó el ecuatoriano, dispuesto a darlo todo por la redención.
En Río de Janeiro, Plata, de 24 años, volvió a sentirse leve, útil y, sobre todo, en casa. “En el mundo árabe hay mucho dinero y Qatar es un país increíble… pero yo tengo apenas 24 años y preferí venirme a Flamengo, donde el nivel es altísimo y se pelean todos los títulos”, dijo Plata poco antes de comenzar la temporada 2025. “Creo que fue la mejor elección que hice en mi vida”, agregó. “Sabía que si venía a Flamengo podría retornar al seleccionado ecuatoriano y así fue. Creo, además, que poco a poco, estoy siendo la persona que todos esperan que sea”.
Además de su nivel futbolístico creciente y la preferencia que Filipe Luis suele darle en sus alineaciones, Plata encontró un equilibrio en lo personal, y suele vérselo junto al ex-River Nicolás De la Cruz (llegaron a Flamengo casi al mismo tiempo), el ex-Boca Agustín Rossi y el consagrado uruguayo Giorgian de Arrascaeta. “Con Filipe Luis hablo siempre en español, porque él lo domina muy bien. También me siento más suelto cuando hablo en mi lengua con los otros hispanohablantes del equipo; pero fuera del club, tengo gente trabajando en mi casa o conmigo que son brasileñas y allí sí pongo en práctica mi portugués. Quiero mejorarlo para sentirme más tranquilo a la hora de comunicarme” expresó, sobre su desafío con el idioma que aún no termina de dominar.
En las tribunas del Maracanã, Plata fue acogido y arropado, pero aún no es unanimidad. Saben lo que puede dar y por eso le exigen. Pero también saben lo que hizo, conocen sus episodios de indisciplina, y por eso aún son cautos. “Sabemos que un crack, que puede darnos mucho, pero tiene muchas lagunas y también es verdad que nos dan miedo sus faltas de profesionalismo. Aunque en Flamengo eso aún no ha sucedido, hasta donde sé”, opinó Eduardo Bastos, publicista e hincha del Mengão.
Horas antes del duelo de ida por las semifinales ante Racing, donde disputa un lugar entre los titulares, Plata fue noticia en el duelo de gigantes ante Palmeiras, por la punta del Brasileirão, que terminó con victoria de Flamengo por 3 a 2, en el Maracanã. Al entrar en reemplazo de De Arrascaeta, al minuto 60, Plata le movió la pelota a Andreas Pereira, del Verdão, que esperaba para ejecutar un tiro libre y había sido blanco de silbidos durante todo el partido, debido a su paso por reciente paso por Flamengo.
Lo cierto es que Plata, que la semana pasada también fue “bautizado” de Ozuna por su compañero Jorge Carrascal, ex-River, intentará decretar definitivamente el relanzamiento de su carrera en uno de los partidos más importantes de su vida profesional, ante Racing y con la posibilidad de definir un lugar en la final de la Copa Libertadores. Su enorme talento y su sed de gloria, añadidos a su juventud, pueden ayudarlo a cicatrizar las heridas que le dejó un pasado turbulento.