Otro golpe duro sufrió este miércoles Manchester United, que reaccionó tras estar 0-2 e igualó 2-2 agónicamente con Grimsby Town, de la cuarta categoría inglesa, pero quedó eliminado de la Carabao Cup en los penales por la segunda ronda de la Carabao Cup. Fue por 12-11, en una serie en la que tuvo la posibilidad de cerrarla y fallaron dos de sus últimas incorporaciones, Matheus Cunha y Bryan Mbeumo, que le costaron 150 millones de euros.
Después de una temporada en la que terminó 15° en la Premier League y no logró clasificarse para las copas internacionales, con una derrota incluso en la final de la Europa League, el United vive un inicio de ciclo que no modificó para nada el rumbo: suma un punto en las dos fechas de la liga inglesa, tras caer como local ante Arsenal y un 1-1 en su visita a Fulham, y ahora quedó fuera de otro torneo.
En un partido desarrollado en Blundell Park, la cancha del equipo de menor categoría, Charles Vernam puso en ventaja a los Marineros a los 22 minutos con una definición al primer palo tras recibir un centro cruzado desde la derecha y aparecer por detrás de los defensores del United.
Ocho minutos más tarde, una falla del arquero camerunés André Onana al intentar tomar un centro desde la izquierda derivó en el 2-0. Grimsby Town jugó corto el tiro de esquina y Vernam buscó la cabeza de algún compañero al borde del área chica. Onana no logró retenerla ni rechazar y la pelota quedó a merced de los adversarios, con el arco vacío. Tyrell Warren la empujó a la red.
El grotesco le costó carísimo a Manchester United, que volvió del descanso con tres cambios –los habitualmente titulares Bruno Fernandes, Matthijs de Ligt y Bryan Mbeumo dejaron el banco de suplentes– y un rival extra: un diluvio. El juego se hizo más veloz y errático.
A 15 minutos del final, tras un gol mal anulado al dueño de casa que no pudo ser reparado al no ser utilizado el VAR, Mbeumo recibió en campo contrario con libertad, encaró y no tuvo presión de los defensores. Resolvió con una exquisita pegada para poner el balón junto a un palo y achicar la diferencia.
El United fue con todo a buscar el empate, al menos, frente a un adversario que acusaba el cansancio y se protegía cerca de su área. La cancha, con mucha agua, daba lugar a caídas, resbalones y pases fallidos. El DT Ruben Amorin había apostado también a Mason Mount y a Joshua Zirkzee. No se guardaba casi nada.
Y la igualdad llegó a un minuto del cierre, en un segundo tiro de esquina al segundo palo, casi calcado del anterior, con muchos jugadores delante del arquero Christy Pym. En el primero, éste logró salvar con una gran tapada. En el otro no tuvo paso para salir y Harry Maguire conectó de cabeza para el 2-2.
En la última jugada, en el quinto minuto adicional, De Ligt se perdió increíblemente el triunfo al rematar por encima del travesaño una pelota que había quedado boyando en medio de malos despejes, nervios y empujones. Y la definición fue a los penales.
En el desempate, entre Onana y el travesaño impidieron que convirtiera Clarke Oduor en el tercer lanzamiento de Grimsby Town. Matheus Cunha tuvo la chance de definir en el último remate, pero Pym alargó la serie, mientras Amorin seguía sentado en el banco, casi en posición de rezo. Llegaron a patear los once jugadores de cada equipo, incluidos los arqueros. Y volvieron a repetirse dos ejecutantes más…
Lo mejor de Grimsby Town – Manchester United
La invasión de los hinchas al campo de juego llegó cuando en el 26° penal de la noche, el travesaño le devolvió el tiro a Mbeumo. Entonces, Grimsby Town se pellizcó fuerte. Fue el comienzo de una fiesta inolvidable, en el día más memorable de la historia del club fundado en 1878 y que nunca jugó la Premier League.