Marcelo Moretti decidió volver a ejercer como presidente de San Lorenzo, pero no lo avalan sus pares de la Comisión Directiva. Más allá de eso, contrató a dos nuevos empleados e instrumentó cambios en prensa, mientras no hay tesorero ni secretario. Desde el lunes 21 de abril a la noche, cuando apareció el video que mostraba a Moretti guardarse 25.000 dólares en su saco, hasta estas horas tumultuosas de los primeros días de septiembre, el club vive en una constante convulsión, y los socios y los hinchas, una situación interminable de angustia y enojo.
Con el respaldo de la Asociación del Fútbol Argentino y a la espera de la resolución judicial (este martes quedó sin efecto un llamado a indagatoria hasta que quede firme la decisión sobre cuál es el tribunal competente), Moretti dio por finalizada su licencia e inmediatamente llamó a reunión de Comisión Directiva, pero los demás integrantes del cuerpo no reconocen su legitimidad y no acudieron, por lo que el encuentro no tuvo quorum y ese movimiento quedó sin efecto.
Días más tarde, Marcelo Culotta y Agustina Nordenstrom, vocales por la oposición en la CD, presentaron su renuncias indeclinables en pos de una acefalía que por ahora no llega. “Hay miedo a una intervención de la IGJ y AFA no la desea”, reconoce para LA NACION una persona de peso en el día a día del club ante una masiva salida de dirigentes.
Más allá de esta situación, también en el oficialismo se dieron varias renuncias, entre las que se destacan la del secretario, Martín Cigna, y su segundo, Uriel Barros. Y otros, como Julio Lopardo y Leandro Goroyesky, dejaron sus puestos de vicepresidente primero y tesorero, respectivamente, pero no la CD.
Desde que retomó sus funciones en el palco presidencial del estadio Pedro Bidegain, en la suerte de oficina que armó en ese espacio situado en el segundo piso de la platea Norte, Moretti intenta gestionar con reuniones para rearmarse.
Este martes tuvo su pico máximo: nombró un jefe de Prensa, José Brunengo, empresario textil y hombre fuerte en lo económico en el básquetbol, y presentó otra estructura de fútbol, que cuenta con algunos que ya estaban (Ángel Bernuncio, Norberto Ortega Sánchez y Mario Rizzi) y caras nuevas, como las de Walter Perazzo, flamante director de Fútbol Juvenil, y Gabriel Martínez Poch, ex preparador físico de Rubén Insua y ahora encargado del método de preparación física.
Nadie sabe qué va a pasar con los empleados de Prensa que puedan ser afectados, ni tampoco con Marcelo Romano, hoy cabeza de Fútbol Juvenil, ni Carlos ‘La Roca’ Sánchez, manager del fútbol profesional. Además, sus contrataciones, salvo por el entorno de Moretti, no son reconocidas por nadie.
Actualmente son 14 los miembros de la Comisión Directiva y ronda la idea de forzar una acefalía, situación que se daría con cuatro salidas más. La intención es que una asamblea de socios resuelva convocar a una comisión de transición y haga un posterior llamado a elecciones anticipadas. La rosca política está en su punto máximo de ebullición, ya que todo aquel que renuncia no puede formar parte de ese gobierno de transición porque así está estipulado por el estatuto del club, pero nadie se anima a dar el paso definitivo para sostener a Moretti ni tampoco para declarar la acefalía. Seguir así parece insostenible.
Con motivo de su vuelta y de las contrataciones y decisiones que está tomando Moretti, este miércoles el vocal por la oposición Christian Evangelista le envió una carta documento al presidente, “para ponerle fin a la ilegalidad que genera y para frenar la entrega del club a personas que no son de San Lorenzo y que sólo buscan su beneficio personal”, según expresó en su cuenta de X (ex Twitter).
Mientras este limbo sigua y parece incluso profundizarse, amén de reuniones que no dan la impresión de llegar a buen puerto, el tiempo es amigo de Marcelo Moretti. Según se supo, más allá de que aún no tiene definido su vicepresidente primero ante la mencionada salida de Lopardo, para la secretaría (en lugar de Cigna) y la tesorería (en vez de Goroyesky) se empieza a vislumbrar algunos candidatos. Emiliano Rodríguez, vocal 17 de Boedo en Acción, y Carina Farías, actual protesorera, serían los principales apuntados; Rodríguez sería el secretario, y Farías, la tesorera. “Son del riñón puro de Moretti”, los describe para LA NACION alguien que conoce la política azulgrana.
¿Habrá una definición pronto? Parece difícil si ni siquiera hay acuerdo para llamar a una reunión de Comisión Directiva. Mientras tanto, San Lorenzo se carcome en la incertidumbre y la confrontación.