River se clasificó a los cuartos de final de la Copa Libertadores al derrotar por 3-1 en los penales a Libertad, de Paraguay, tras el empate 1-1 en el tiempo reglamentario. Así, la serie, que había comenzado la semana pasada con un 0-0 en Asunción, quedó igualada y se definió en el desempate. En la próxima instancia se encontrará con Palmeiras, de Brasil.
Se había puesto en ventaja con un gol de palomita de Sebastián Driussi el equipo millonario y todo parecía encaminarse hacia un triunfo sin sufrimiento. Pero no: perdió la pelota, le empató Robert Rojas, el Sicario, un ex jugador del club, y se quedó con uno menos por la expulsión de Luciano Galoppo en el segundo tiempo. De ahí en más, las intervenciones de Franco Armani y la mala puntería de los visitantes llevaron el duelo a una situación dramática, donde se replicó eso: el arquero estuvo sólido, para confirmar su rol de figura más allá de su quedo en el gol guaraní, y los futbolistas del conjunto paraguayo apenas convirtieron una vez.
En la serie de penales, para River marcaron Nacho Fernández, Borja y Martínez Quarta. Silva le contuvo el tiro a Acuña. Para Libertad marcó sólo Viera, mientras que el palo se la devolvió a Recalde, que había ingresado en el final para ser el primero en rematar, y Caballero la tiró afuera. Y Armani hizo festejar al millonario al taparle el tiro a Marcelo Fernández. Al arquero, emocionado en el festejo, lo terminaron abrazando todos, hasta Gallardo.
La emoción de Armani en el final
En un partido en el que River caminó por la cornisa ante un rival que no se animó a ganarlo, el éxito por penales terminó siendo un desahogo. Sabe que tiene que mejorar mucho de cara a la serie con Palmeiras, que se definirá en San Pablo, pero cuenta con casi un mes para trabajar para eso. La clasificación, pese a la frágil imagen que dejó en la serie, ya es un hecho.