River derrotó como visitante a Boca por 1 a 0, por la fecha 7 del Torneo Proyección, y volvió a darse el gusto de ganarle a su clásico rival, como ya había hecho en abril de este año (4-1, por la Copa Proyección) y en junio (1-0, por los octavos de final de esa misma competencia). Tomas Nasif marcó el único tanto del encuentro disputado en Boca Predio cuando se jugaban 27 minutos del segundo tiempo. El resultado premió al equipo que más fútbol desplegó en un partido entretenido y de ida y vuelta, con varias situaciones de riesgo.
Al minuto de juego, River tuvo la primera clara, cuando en una salida rápida en tres toques Serrago quedó de frente al arco en la medialuna del área y su derechazo cruzado fue controlado con esfuerzo por Sebastián Díaz Robles.
El partido fue muy entretenido, con ambos equipos jugando por abajo y buscando la forma de llegar con peligro al arco contrario. Tan de ida y vuelta fueron esos primeros minutos que la pelota casi no se detenía en el medio campo.
De todas maneras, el conjunto millonario se mostró más sólido y preciso en los pases y desbordes, con buenas intervenciones de Subiabre, Serrago y Lencina, frente a un Díaz Robles que se mostró muy seguro en cada intervención. A los 22 lo tuvo Lencina, pero Nicolás Stepanovich logró impedir el remate y le ahogó el festejo al hombre millonario.
La más clara de la primera etapa estuvo en los pies del hombre más peligroso: Lencina. Luego de otra buena asociación por la izquierda, el número 10 ingresó al área con pelota dominada y sacó un potente zurdazo que rebotó en el poste derecho de Díaz Robles y salió.
La propuesta del equipo conducido por Mariano Herrón, en tanto, fue buscar más el error rival con una presión alta y un despliegue físico mayor. Sin embargo, al local le costó más tener la pelota.
De todas maneras, la lucidez de Joaquín Ruiz y el desborde de Julián Ceballos fueron focos que peligro para la última línea de los dirigidos por Marcelo Escudero. Y el último cuarto de hora de la primera etapa fue mucho más favorable para el local.
Primero, un rápido lateral le permitió a Ruiz probar a Santiago Beltrán, que cubrió muy bien su arco. Poco después, un pase largo de Ceballos para el desborde de Ruiz derivó en el centro atrás para Nacho Rodríguez que no pudo conectarla bien. Y a los 42 minutos, a la salida de un córner desde la derecha, Mauricio Benítez probó con la pelota en movimiento desde el corazón del área y la pelota rebotó en un defensor. Todo Boca reclamó una supuesta mano, pero sin la existencia del VAR, la jueza Roberta Echeverría desestimó ese pedido.
En el segundo tiempo ambos equipos bajaron su ritmo e intensidad. Boca se mostró más decidido, pero careció de variantes para llegar al área millonaria con peligro real. Y River apostó a su buen juego por lo bajo, con el riesgo de que algún pase quede a medio camino como consecuencia de un exagerado riego del césped en el entretiempo que hizo más pesado el campo de juego.
Sin embargo, River avisó a los 24 minutos, cuando Ruberto se hizo cargo de un tiro libre y su derechazo con rosca se fue besando el poste izquierdo de Díaz Robles. Desde ese momento, River volvió a tomar las riendas del partido. Y a los 27 llegó el gol. Tomás Nasif recibió un gran pase de Bajú a las espaldas de Dylan Gorosito, caminó por la cornisa de la línea de fondo y casi sin ángulo definió entre el poste y al arquero xeneize. Una corrida que recordó aquella frase del Toto Gallego a Hernán Crespo: “¡Andá al gol!”, cuando el exDT millonario lo impulsaba en River a que no dudara cuando tenía tiempo y espacio para una carrera decisiva para convertir. Se lo gritó en la cancha de Independiente.
Diego Martínez, técnico de la Primera xeneize, siguió las instancias desde las gradas de la cancha principal de Boca Predio. Junto a él se lo vio a Marcelo Delgado, integrante del Consejo de Fútbol, disfrutando del partido y también de una inmejorable tarde soleada en Ezeiza.
Sobre la hora se dieron jugadas de máximo riesgo. Y en ambos fue protagonista Ezequiel Vidal González, que primero tuvo en sus pies el 1 a 1 para Boca, y poco después se fue expulsado por derribar a Luna, cuando el hombre de River se iba solo rumbo al 2 a 0.
Ambos equipos llegaban entusiasmados al superclásico. El Millonario había logrado un contundente 7-0 frente a Independiente Rivadavia de Mendoza, en un partido donde se lució Ruberto con un hat trick en los últimos minutos, mientras que el Xeneize había derrotado en la jornada anterior a Unión por 2 a 0. Tras la victoria, el que sigue dulce es el club de Núñez.
Con este resultado, River se mantiene en lo más alto de la Zona 1 con 19 puntos (seis victorias y un empate), mientras que Boca se ubica en la tercera colocación de la Zona 2, con 11 unidades (3-2-2), detrás del líder Newell’s (19) y Estudiantes de La Plata (16).
En la próxima jornada, el Millonario visitará a Atlético Tucumán, mientras que el Xeneize recibirá a Central Córdoba de Santiago del Estero.