En esa suerte de subibaja anímico por el que Sebastián Báez transita la temporada, se despidió demasiado pronto del Abierto de los Estados Unidos. El tenista argentino, 39° del ranking, perdió en la primera ronda del major neoyorquino frente al sudafricano Lloyd Harris (proveniente de la qualy, actual 353°, pero 21° en 2021) por 6-3, 7-5 y 6-4, en dos horas y 17 minutos.
De esta manera, el jugador nacido en Billinghurst, partido de San Martín, cerró la temporada sin triunfos en los Grand Slams. También había perdido en el debut de Australia (ante el francés Arthur Cazaux), Roland Garros (frente al serbio Miomir Kecmanovic) y Wimbledon (contra el británico Jack Draper), un registro opaco que, claramente, no va de la mano con su performance ya demostrada.
Este año, en febrero, Báez ganó el título en el ATP 500 de Río de Janeiro. Y continuó con buenos rendimientos en polvo de ladrillo, avanzando a las finales de Santiago de Chile y Bucarest. Sin embargo, desde entonces, sumó más reveses que satisfacciones. Es verdad que padeció algunas dificultades físicas, pero perdió la confianza. El jugador entrenado por Sebastián Gutiérrez llegó a Flushing Meadows con dos victorias en la gira norteamericana, una en Cincinnati y otra en Winston-Salem, torneo que conquistó hace dos temporadas.
Báez, 18° del mundo en junio del año pasado, buscaba avanzar a la segunda ronda del US Open por tercer año consecutivo, aunque en agosto de la temporada pasada se retiró en el segundo desafío del cuadro, ante el neerlandés Tallon Griekspoor, por una lesión en el pie derecho. Este lunes, Harris, de 28 años y 1,93m, se presentaba como un rival espinoso. El jugador nacido en Ciudad del Cabo está intentando regresar a su mejor tras padecer severos problemas físicos: se sometió a una cirugía de muñeca en 2022 y de espalda el año pasado.
En el primer set, el argentino tuvo una muy buena oportunidad de quebrarle el servicio a Harris y ponerse en ventaja: el sudafricano sacó 0-40 y 3-3. Pero Báez, finalmente, no pudo tomar la chance y terminó perdiendo el parcial. Fue un aviso de lo que llegaría. En el tercer set también estuvo quiebre arriba, pero no pudo sostener la ventaja. Además, Báez sufrió por ampollas en el pie derecho y recibió atención médica tras el segundo set (al quitarse la zapatilla y la media, el argentino mostró que ya tenía un vendaje en la zona).
Harris, finalmente, se impuso en el court 7 del USTA Billie Jean King National Tennis Center y terminó el partido con 9 aces, 5 dobles faltas, un 64% de primeros servicios, un 80% de puntos ganados con el primer saque (58% de Báez) y 53% con el segundo (29% del argentino). El sudafricano le rompió el saque a Báez seis veces y anotó más tiros ganadores que su rival (29 contra 17). El próximo rival de Harris será el estadounidense Taylor Fritz, cuarto preclasificado y finalista del año pasado.
“No estaba al cien por cien físicamente. Venía con un dolor en el pie y no me dio tiempo de recuperarlo de la mejor manera. Pasó el año pasado y seguimos sin encontrarle la vuelta. La preparación fue muy buena, pero da bronca por ese lado, no me dio la oportunidad de pensar cien por cien en lo tenístico”, expresó Báez en Nueva York. Y añadió: “A nivel tenístico me vengo sintiendo bien, más allá de que no me están acompañando los resultados. En el último tiempo me vengo sintiendo bien físicamente. Antes me venía costando mucho por el problema que tengo en el pie, que me molesta en los apoyos. Le pongo el foco a trabajar. A nivel resultados no me preocupada para nada: tengo 24 años, ojalá que tenga una carrera larga por delante. Ahora me iré a Buenos Aires lo antes posible para seguir la recuperación. Después seguiré por la gira de Asia”.