Leo Messi sorprendió a todos el último fin de semana: efectuó un viaje relámpago a Barcelona, se coló en el Camp Nou para tomarse unas fotografías que dieron vuelta al mundo y tocaron de lleno en el corazón de los hinchas del equipo catalán, con el que consiguió sus mejores logros. Después, escribió un posteo en Instagram con sus sentimientos. “Anoche volví a un lugar que extraño con el alma”, escribió el capitán argentino junto a una foto en la que se lo ve contemplando las obras del estadio que fue su casa durante más de dos décadas. Y agregó: “Ojalá algún día pueda volver, y no solo para despedirme como jugador”, agregó.
En una entrevista exclusiva con el diario Sport de Barcelona, en la sede del Inter Miami, el capitán de la selección argentina dejó varias frases. Pero sin dudas, una de ellas tiene un peso mayúsculo: “No me fui (de Barcelona) como me lo imaginaba, como soñaba. Me imaginaba jugando toda mi carrera en Europa, en Barcelona y después sí, venir para acá a Miami como hice, porque era mi pensamiento, lo que quería. Y bueno, fue un poco raro la despedida también, por la situación, por todo. Pero bueno, yo creo que el cariño de la gente siempre va a estar, por lo que dije, por todo lo que hemos pasado”.
Sin dudas, su vida de tantos años en la Ciudad Condal, donde formó una familia junto a su mujer, Antonela, con quien tuvo tres hijos, lo marcó: “Tengo muchas ganas de ir para ahí, que extrañamos mucho Barcelona, que los nenes continuamente, y mi mujer, hablamos cosas de Barcelona, la idea de volver a vivir ahí. Tenemos nuestra casa, todo, así que es lo que deseamos. Tengo muchas ganas de volver al estadio cuando esté terminado porque desde que me fui a París tampoco volví al Camp Nou y después se fueron a Montjuic. Va a ser raro volver al estadio nuevo y verlo porque la última vez que lo vi fue hace mucho tiempo (sic) y va a ser emocionante volver a vivir y recordar todo lo que fue eso, más allá de que sea diferente el estadio. Agradecido por el cariño de siempre y nada más que gracias.
Acerca del cariño de Barcelona. «Es espectacular. Todas las cosas que me llegan de Barcelona, de la gente, de una etapa como esa que hemos vivido, siempre me agarra un poco de nostalgia. Y mucha emoción. La verdad que extraño mucho todos esos momentos. Quizás lo disfruto más ahora que en el momento cuando pasaban las cosas, por la dinámica del día a día y lo que conllevaba jugar partido tras partido y pensar en el siguiente partido sin poder disfrutar en lo que estábamos haciendo».
Su momento más feliz en el club. “Es difícil quedarme con uno. Gracias a Dios tuve la suerte de vivir muchos momentos. No sé, generalmente cuando se habla de felicidad vamos a los títulos, a los logros, a las cosas importantes que hemos conseguido. Pero el primer sextete con Guardiola fue extraordinario, la última Champions con Luis Enrique también. No sé, es difícil quedarme con un momento. Me quedo con todo lo que viví durante esa época, todo lo que crecí como persona, como jugador”.
¿Sigue al Barcelona? “Sí, sí, obvio, y más que somos varios lo que estamos ahora juntos y siempre comentamos, charlamos de todas las situaciones que pasan en el club y de los resultados y del juego”.
Su paso por PSG. “Parece que París fue un infierno y tampoco fue así. Cuando digo que no la pasé bien es porque no me sentí bien de lo que yo hacía y de lo que me gusta hacer a mí, de jugar al fútbol, del día a día, de los entrenamientos, de los partidos, pero porque no me sentía yo bien. Pero después, la verdad, que tuvimos a nivel de familia una experiencia muy buena, la ciudad es espectacular, lo disfrutamos. Era la primera vez que salíamos de Barcelona y era todo nuevo para nosotros y por eso fue muy difícil también, porque no fue una lesión sino que se dio así. Pero la verdad que no me sentía bien en el día a día con lo que a mí me gusta hacer. Y en Miami, sí, estamos bien, disfrutamos de la ciudad, del día a día. Es una vida muy similar a la que hacía en Castelldefels, con el club cerca, el colegio de los niños muy cerquita también, todo a mano, cómodo. Vivimos alejados de la ciudad, que la verdad que Miami es hermosa, pero a nivel de tráfico es pesado.
Su adaptación a la MLS. “Disfrutamos del día a día y también de otra manera porque se disfruta de otra manera, más relajado, sin tanta presión, sin tener la obligación, aunque lo hacía queriendo siempre, de ganar y conseguir todos los objetivos. Obviamente queremos pero la presión es otra y eso hace que se viva más relajado también y disfrutamos más de la familia, de los chicos, de poder venir al entrenamiento, de poder acompañar a los partidos, de estar mucho más tiempo del día a día en casa, de llegar a casa y no pensar tanto en fútbol y pensar más en otra cosa”.
Su vigencia futbolística. “Al final es lo que hice toda mi vida desde chiquito y lo que más apasiona: Lo que me gusta es jugar al fútbol y competir. No me gusta perder a nadie y cada vez que salgo a una cancha entro para ganar, o intentarlo. Me gusta competir y era un poco el desafío mío y de los chicos que llegamos también. Llegamos a un club (Inter Miami) de muy pocos años que estaba en pleno crecimiento. Era un poco llevarlo a ser un club competitivo, a que pelee por los títulos y que podamos acompañar en el crecimiento. Creo que lo hicimos.
La ilusión de su sexto Mundial. Un Mundial es especial, es especial jugar con la selección y más competiciones importantes, oficiales y más lo que significa un Mundial y después de haberlo ganado también. Pero no quiero ser entre comillas una carga, me quiero sentir bien físicamente, estar seguro de que puedo ayudar y aportar cosas al grupo, al plantel. La temporada nuestra es diferente a la de Europa. Nosotros vamos a tener una pretemporada de por medio, pocos partido hasta llegar a la fecha del Mundial y ver el día a día si realmente me siento bien físicamente para estar como a mí me gustaría estar y poder participar. Pero obviamente consciente de que es un Mundial y es especial y que el Mundial es lo más grande que hay a nivel de competencia. Así que ilusionado pero llevándolo con el día a día.


