La selección argentina, que está en estado de gracia, pretende prolongar su imparable marcha esta semana en la reanudación de la clasificación sudamericana rumbo al Mundial de 2026, a diferencia de Brasil, que debe iniciar una rápida remontada para evitar un fracaso histórico.
Sin su gran figura Lionel Messi, lesionado, la Argentina espera este jueves a Chile, desde las 21, en el Monumental, aún con la resaca del bicampeonato de la Copa América que logró en julio pasado, extendiendo así, acaso, la mejor etapa de su historia.
El campeón del mundo tiene el desafío de defender el liderazgo de las eliminatorias sin su capitán, el genio rosarino, que se recupera de una lesión traicionera y sin su escudero, Angel Di María, retirado definitivamente del seleccionado. Según se supo, habrá un homenaje para Fideo antes del choque contra el elenco que conduce Ricardo Gareca.
Comienza así un lento proceso de renovación que abre espacio a promisorios juveniles, como Alejandro Garnacho, de Manchester United. Sin embargo, el entrenador Lionel Scaloni recurrió a Paulo Dybala como probable reemplazo de Messi, luego de que el volante de la Roma no fuera convocado para la reciente Copa América jugada en Estados Unidos.
Chile, en un incómodo octavo puesto en la clasificación al Mundial, tiene la urgencia de comenzar a sumar si quiere aprovechar la facilidad de poder optar por uno de los seis cupos más un repechaje disponibles para los diez seleccionados de la Conmebol. Este martes, mientras tanto, el equipo nacional se entrenó en el predio que la AFA posee en Ezeiza.
Sin la presencia de Dibu Martínez, el DT probó dos formaciones, hizo cambios, frenó la práctica, buscó variantes. El primer equipo formó con Walter Benítez; Nahuel Molina, Cristian Cuti Romero, Germán Pezzella y Marcos Acuña; Rodrigo De Paul, Leandro Paredes y Enzo Fernández; Julián Álvarez, Lautaro Martínez y Nico Gónzalez. Si se confirma la tendencia, se desprende el ataque con un tridente: Julián, Lautaro y Nico González. Y una curiosidad: dos defensores de River en la probable formación titular.
El segundo equipo que probó Scaloni fue con Juan Musso; Gonzalo Montiel, Nicolás Otamendi (seguiría como suplente), Lisandro Martínez (llegó un día más tarde, por el clásico inglés) y Valentín Barco; Valentín Carboni, Guido Rodríguez y Giovani Lo Celso; Paulo Dybala, Taty Castellanos y Alejandro Garnacho. En ambos casos, las formaciones tuvieron el mismo dibujo táctico: 4-3-3.
La práctica tuvo algunas perlitas. Matías Soulé, el extremo de la Roma, actuó como un auténtico comodín, entrando y saliendo en ambos equipos. La idea global fue de una marcada intensidad, bien al estilo del conductor. No hubo tiempo ni espacio para la relajación. Se trató de algo formal, intenso, pero difícil será sacar conclusiones definitivas. Lo Celso y González entraron y salieron del equipo probablemente titular.
De hecho, Alexis Mac Allister será titular, qué duda cabe. Sin embargo, el volante de Liverpool pasó la tarde en el gimnasio, para dosificar las cargas físicas. Llegó ayer, así que su ausencia fue tomada con la lógica del proceso de adaptación.
Luego de la práctica, Julián Alvarez -que todavía no mostró su categoría en Atlético de Madrid-, dejó un par de conceptos. “Son dos partidos muy importantes para nosotros, así que estamos enfocados en eso”, advirtió. Y no confirmó si será titular al lado de Lautaro Martínez. “No sabemos, por el momento son entrenamientos, pero sí, siempre compartimos algunos momentos, ya se verá mañana o en estos días cuando el cuerpo técnico lo decida”.
Las variantes en ataque será uno de los grandes ítems a tener en cuenta. Sobre todo, sin Leo Messi. “Es parte del fútbol, he jugado muchas veces con otro delantero en diferentes posiciones, dependiendo de lo que necesita el equipo, lo que pide el cuerpo técnico, así que estoy acostumbrado a eso”, afirmó.
LA NACION