Se levantó el telón de la competencia más importante del universo del básquetbol y las estrellas comenzaron a brillar. La NBA desplegó sus alas y la atención de los fanáticos por ver a jugadores como Luka Doncic colmó todas las expectativas. Sobresalió incluso en un primer paso de Los Angeles Lakers que estuvo lejos del ideal, ya que cayó frente a Golden State Warriors por 109-119. Sin embargo, la tarea del esloveno estuvo a la altura de la cita y volvió a escribir su nombre entre las principales leyendas de las franquicias con una apertura de temporada: 43 puntos.
La atención estaba concentrada en él tras poner su cuerpo a punto y no dejó espacios para las dudas. Fue el dueño de los Lakers, aunque no le alcanzó para frenar la furia de Jimmy Butler, con 31 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias, de Stephen Curry, 23 puntos, un rebote, 4 asistencias y 3 robos en 32 minutos, y de Jonathan Kuminga, con 23 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias, que cauterizaron el impacto de Doncic.
El esloveno marcó una planilla de elite y demostró, una vez más, que se trata de uno de los jugadores más dominantes de la NBA: 43 puntos, 12 rebotes, 9 asistencias, 2 robos y un tapón en 41 minutos. Doncic acumula 47 partidos con 40 o más puntos (tres de ellos con los Lakers), estadística que lo coloca de nuevo en los libros de historia de la liga, tras concretar la tercera mejor anotación en un estreno de temporada de un jugador de la franquicia angelina.
Sólo dos jugadores de los Lakers habían superado la barrera de los 40 puntos en el primer partido de la serie regular de la NBA: Elgin Baylor, con 52 puntos en 1959, y Kobe Bryant con 45 puntos en 2007. Tan importante es lo que logró Doncic -con LeBron James mirando desde el banco de los suplentes, porque sigue con molestias en su espalda-, que superó a otros dos mitos de los Lakers que habían brillado en sus debuts de temporada con la franquicia angelina: Jerry West, el logo de la NBA, que anotó 39 puntos en 1969, y James Worthy, uno de los integrantes de los Lakers del Show Time, que marcó 37 puntos en el primer partido de 1991.
“Creo que estoy mejorando en defensa. Sólo intento involucrarme más y comunicarme más con mis compañeros. En total he jugado 41 minutos, eso ha estado bien. Honestamente sí siento el cambio en mi físico. Como dije, siento menos el cansamiento. Estoy en un mejor estado”, dijo Doncic tras el encuentro.
Y agregó: “Creo que no estuvimos mal en la defensa. Debemos intentar ser más físicos cuando cuidamos nuestro aro. Más allá de haber perdido siento que nos quedaron cosas positivas de este primer partido. Nos vamos a conocer con el transcurso de los juegos, vamos a encontrar respuestas en el ataque para sumar opciones y eso es lo que nos va a permitir ganar partidos”.
En tanto, el campeón, Oklahoma City Thunder impuso, en el día inaugural de la nueva temporada de la NBA, la ley del campeón. Tras recibir sus anillos, sus jugadores remontaron doce puntos de desventaja ante Houston Rockets y se quedaron con la victoria por 125-124, en el Paycom Center de Oklahoma City, tras pasar por una doble prórroga.
Y no es una novedad un juego debut con dos prórrogas, ya que es la sexta vez en la historia de la NBA que se levanta el telón con esta particularidad. Los Thunder encontraron, una vez más, las respuestas en su MVP, Shai Gilgeous Alexander, que cerró una velada con 24 de sus 35 puntos entre el cuarto período y los dos tiempos extra. Y estuvo acompañado por una buena producción de Chet Holmgren que sumó 28 unidades.
Los Thunder, que no contaron con Jalen Williams por un problema en una muñeca, se sobrepusieron al debut de Kevin Durant en los Rockets (23 puntos) y a una noche de colección de Alperen Sengun, que se despachó con 39 puntos (5 triples) y 11 rebotes.