Las malas noticias lo rodean. Tal vez por eso Marcelo Gallardo no tenía el semblante dominante y seguro de siempre. Hasta se permitió decir que desconocía el reglamento de la Copa Libertadores, que tal vez sea necesario apurar el regreso de algún jugador que no está todavía sano y se permitió revelar los detalles de las lesiones de cada uno de sus jugadores. Una serie de reconocimientos de debilidades que en otra época no hubieran tenido lugar. La racha de infortunios suma preocupaciones, ahora con Germán Pezzella, y el equipo se quedó con un solo zaguero para el duelo de los octavos de final de la Copa Libertadores, del próximo jueves, ante Libertad, en Paraguay.
Sobre el mismo Pezzella se mostró dubitativo y hasta contradictorio. Primero dijo: “Quiero ser cauto con Germán, esperaremos los estudios de mañana (por hoy)”. Y apenas unos segundos después, cuando le preguntaron si podría inscribir a Lautaro Rivero, que no está en la lista de la Copa Libertadores, reveló: “Desconozco el reglamento. Hay que ver si ante una lesión de gravedad, que puede ser lo que tienen Germán, nos permiten hacer un reemplazo”.
En principio esa posibilidad no existe en el reglamento de la Conmebol. Fundamentalmente porque ya se le permitió hacer a River cinco cambios en la lista, que quedaron efectivos el jueves pasado. Ingresaron Juan Carlos Portillo, Maximiliano Salas, Juan Fernando Quintero, Sebastián Boselli y Matías Galarza, en lugar de Matías Kranevitter, Matías Rojas, Manuel Lanzini, Leandro González Pires y Gonzalo Tapia.
Un problema central sin solución
La buena noticia es que Rivero, que debutó ante Independiente, jugó un muy buen partido. Fue de lo mejor del equipo. La contracara es que lo más probable es que no pueda ser incluido en la lista de la Libertadores. Aunque River intente jugar una carta para conseguir un permiso especial, parece difícil.
El técnico no lo ocultó: “Es una muy mala racha que hoy (por anoche) continuó con Germán. Y no solamente él, también hace poco Martínez Quarta. Paulo Díaz estuvo con la rodilla inflamada en la semana, no se sentía bien. Veremos si llega para el siguiente partido”.
Sebastián Boselli, que volvió de su préstamo en Estudiantes, parece ser el único zaguero central saludable y en condiciones para salir a la cancha sin dudas en el próximo duelo ante Libertad.
¿El resto?
Germán Pezzella, naturalmente está descartado por la lesión sufrida en la rodilla izquierda ante Indpendiente.
Lucas Martínez Quarta sufrió un esguince en la rodilla derecha el 31 de julio, por lo que aún tiene para entre 10 y 15 días de recuperación.
Juan Carlos Portillo llegó desde Talleres con una tendinitis en el cuádriceps derecho. Todavía no pudo debutar, pero se estima que deberán apurar la recuperación para ocupar los casilleros vacíos. Sobre él, el DT aclaró: “Se recuperó, pero no había entrenado durante mucho tiempo. En ese proceso buscamos su mejor puesta a punto para que pueda estar con el grupo y desenvolverse de la mejor manera. Este es un caso de excepción porque queremos ponerlo bien para cuando le toque. Nosotros teníamos pensado que podía tener algunos minutos con Godoy Cruz. Pero son tres o cuatro días después de Libertad. Ante la necesidad se puede ir sumando. Lo evaluaremos el domingo y el lunes para ver si se puede sumar al plantel”.
Paulo Díaz tiene una inflamación en la rodilla izquierda, por una lesión que ya lo había dejado fuera de la última fecha eliminatoria con Chile. La evolución en estos días será clave. Pero el técnico sabe que no hay alternativas, por lo que podrían apurar su regreso, también.
Y Lautaro Rivero, más allá de que no figura entre los inscriptos, apenas se recuperó de un desgarro en el sóleo derecho y salió a la cancha contra Independiente por la dolencia de Paulo Díaz.
El panorama es muy complicado.
También con ausencias adelante
El ataque también tiene dos bajas de mucho peso: Sebastián Driussi y Maximiliano Salas. ¿Qué dijo el DT? “Driussi está dentro de los plazos que habíamos pensado, entre seis y ocho semanas. Se había sentido cómodo hace un par de semanas, pero luego dejó de estarlo. No sirve que no esté bien y juegue sin estar en plena forma. Esperaremos. Estamos bastante justos. Sobre todo por la gravedad de las lesiones. Salas y Martínez Quarta con esguinces de rodilla. Veremos cómo van evolucionando, como se sienten con el correr de los días. No vamos a exigirlos”.
Por último, Gallardo llevó tranquilidad respecto de la situación de Enzo Pérez, de 39 años. Cuando le consultaron si su salida fue por una cuestión táctica o para preservarlo para el partido con Libertad, argumentó: “Fue un poco y un poco. Era un partido intenso y de mucha energía en la mitad de la cancha y no queríamos que no sufra demasiado físicamente”.
Al menos su símbolo estará presente en el duelo de la Libertadores. Pero las bajas son tantas que el equipo empieza a flaquear y quedó muy en evidencia en el rendimiento contra Independiente, donde rescató un punto que no merecía.
Gallardo es frontal, no va a disfrazar la realidad. Sabe que su equipo no juega bien. Está tocado. Expuesto y preocupado. Todo, en un momento que puede ser crucial para el futuro de River.