Tras retomar la participación en la Major League Soccer el sábado pasado con una goleada por 4-1 a Montreal tras quedar eliminado en el Mundial de Clubes, Inter Miami volvió a ganar este miércoles como visitante. Con dos goles de Lionel Messi, derrotó por 2-1 a New England en uno de los juegos que debieron ser postergados durante la competición de las Garzas en la Copa Mundial en la que llegaron hasta los octavos de final. Así, Leo se convirtió en el primer jugador de esa liga en marcar al menos dos goles en cuatro fechas seguidas.
El rosarino fue titular en el ataque junto al uruguayo Luis Suárez en un equipo que tuvo desde el inicio a otros cinco argentinos: el arquero Oscar Ustari, los defensores Marcelo Weigandt y Tomás Avilés y los mediocampistas Federico Redondo y Baltasar Rodríguez. En el local estuvo desde el arranque Luca Langoni.
En el inicio, antes de los dos minutos, Inter Miami gestó la primera llegada con una jugada curiosa. El tiro libre de Messi fue despejado involuntariamente por un compañero y cayó en los pies de Rodríguez, que remató desde afuera del área. La pelota salió apenas por encima del travesaño.
Leo apostó a un sorpresivo buscapié en el siguiente tiro libre que dispuso el equipo de la Florida, pero desde la derecha. Camino al primer palo, la pelota llegó a ser despejada con lo justo por Leonardo Campana, un ex Inter Miami, hacia un córner que no fue lanzado al área y se diluyó enseguida. Iban 10 minutos de dominio casi exclusivo del visitante.
Campana y Langoni, los delanteros de New England, se vieron frente a distintas oportunidades cerca del arco rival, pero la pelota les quedó apenas fuera del alcance tras el control y eso minimizó el riesgo para Inter Miami. Más tarde, desde lejos Alhassan Yusuf intentó sorprender a Ustari, pero el arquero controló fácil y el nigeriano sintió una molestia en el derechazo que requirió la atención y puso en duda su continuidad en el juego. Tras unos minutos de atención médica, volvió al campo.
A los 27 minutos, inmediatamente después de que Langoni estuvo cerca de marcar para New England, Messi sacó provecho de un regalo de Tanner Beason, que cabeceó hacia atrás y dejó al rosarino de cara al arco. Leo no falló, pese a pegarle con el tobillo, y puso el 1-0.
Otra definición cruzada, pero desde la izquierda y tras una corrida por una asistencia desde la mitad de la cancha de Sergio Busquets, fue el contexto del 2-0 marcado también por Messi. Iban 38 minutos cuando el rosarino le marcó el pase picando a espaldas de los centrales y remató antes del cruce de Beason. Y, otra vez, Leo sonrió.
En el descuento del primer tiempo, New England tuvo dos muy buenas ocasiones para achicar la diferencia, pero falló. Primero, Ustari lo evitó al poner un puño para enviar la pelota al córner en un fuerte remate de Campana. Y enseguida, Langoni le robó el balón a Weigandt, asistió al ecuatoriano y la definición de éste pegó en el lado externo de la red. Así, la etapa inicial se cerró 2-0.
Obligado por las circunstancias, el local adoptó un poco más de protagonismo en el comienzo de la segunda etapa, aunque eso significara en algún momento tener más delanteros que mediocampistas. De pronto, se hizo de ida y vuelta, sin intensidad en el ritmo, pasando rápido por la mitad de cancha y con imperfecciones al acercarse a las áreas. La primera ocasión significativa de ese período la tuvo Suárez, de cabeza, tras una apilada de Tadeo Allende, pero la definición, algo débil, fue despejada por un defensor cerca de la línea.
Más cerca estuvo el español Carles Gil de achicar la ventaja a los 15, en una jugada en la que Inter Miami reclamó una falta de Campana sobre Falcón, pero el número 10 aceleró, se acomodó y remató apenas desviado en su intento de colocarla junto al palo.
Cuando comenzaron los cambios, Tomás Chancalay ingresó en New England y de inmediato falló con el arco vacío después de que Ustari le tapó el remate a Campana y le quedó al atacante argentino, que puso la zurda sin convicción. Increíble.
Salió Rodríguez en Inter Miami. También Langoni en el local. Se reordenaron los equipos. Bajó todavía más la intensidad del juego. De a ratos, algo sacudía al partido de la indolencia: una corrida de Luis Díaz encontró la defensa abierta y la punta de los dedos de Ustari para desviarla al córner. El protagonismo del arquero fue creciendo con el correr de los minutos.
En ese contexto, New England pensó en otro argentino como variante: Maximiliano Urruti, un rosarino que estuvo en Platense el año pasado antes de volver a la MLS, donde ya estuvo en siete equipos. Y llegó el descuento, con Gil convirtiendo el 2-1 de derecha, desde fuera del área, luego de una pelota perdida por Allende. Era el peor momento en el juego de Inter Miami, que daba señales de cansancio.
El gol sacudió al equipo visitante. Todavía con 10 minutos por delante. Suárez buscó de chilena su gol, pero un rebote se lo impidió. Perdió la tranquilidad el conjunto de Florida, al que le llovían centros. Por eso, David Martínez se unió a la defensa para sumar protección y altura. Y quedaban cinco minutos extra para jugar.
En el descuento, una apilada de Messi dejó en el camino a cinco rivales, buscando el espacio para el zurdazo, pero lograron bloquear el remate. La joya quedó incompleta. Y Ustari puso las manos firmes al último ataque de New England. La victoria, al fin, quedaba sentenciada para las Garzas.
Con tres encuentros pendientes, Inter Miami está quinto en las posiciones en la Conferencia del Este de la MLS, con 35 puntos, a 7 del líder, Cincinnati, con el que se encontrará en una semana. Más allá de los dos éxitos seguidos desde la vuelta a la liga, el conjunto dirigido por Javier Mascherano necesita seguir escalando para mantenerse dentro de la zona de clasificación para los playoffs.
En tanto, New England sigue fuera de esos puestos, al acumular 24 unidades en 20 partidos, uno menos que la mayoría, y acumula cinco derrotas consecutivas. Pero, además, malos recuerdos cada vez que lo ve a Messi, ya que el rosarino le marcó siete goles en las tres veces que jugaron: en 2024, anotó dos en el 4-1 en Boston y tres en el 6-2 en Fort Lauderdale.
