En el estadio de Lanús, por los cuartos de final de la Copa Argentina, Vélez superó por 1-0 a Independiente y se quedó con el tercer boleto a las semifinales del torneo en el que ya habían avanzado Central Córdoba de Santiago del Estero y Huracán, que se medirán en el otro lado del cuadro. El ganador se enfrentará en la siguiente instancia con el vencedor de Boca-Gimnasia de La Plata, un cruce que todavía no tiene fecha de disputa ni sede.
“Siento una tristeza muy grande porque le jugamos de igual a igual a un equipo que pasó por arriba a los últimos rivales, pero nosotros le hicimos partido. En el gol tuvimos la mala fortuna que nos queda tirado el Tata Martínez cerca del banco nuestro. Siento mucho dolor, tristeza, me duele el pecho tanto…, y me duele que hayamos perdido, pero no queda otra que seguir”, dijo Julio Vaccari luego en la conferencia de prensa.
Y siguió: “Independiente es el tercer grande del fútbol argentino, hoy por hoy, solo por su gente, sólo por la institución que es. Estamos todos confundiendo los objetivos. No, hay una brecha. Independiente es el tercer grande sólo por su gente, en todo lo demás está muy lejos. Y hay que trabajar. Y yo no voy a estar acá. Lo que sí voy a decir es que me rompí el orto para que eso suceda. Es fácil lo que dicen: ‘El objetivo es entrar a la Copa Libertadores’. No es magia, es proyecto, es trabajo, es esfuerzo y planificación”.
El comienzo generó muchas expectativas. En los primeros minutos hubo llegadas de peligro en los dos arcos, aunque los de Avellaneda inquietaban con mayor frecuencia al arquero Tomás Marchiori: tuvo dos muy buenas intervenciones en córners muy cerrados y vio irse cerca de un palo un cabezazo de Gabriel Ávalos en un tiro libre desde la derecha. En cambio, los de Liniers no estaban precisos en los metros finales. Después, los errores, los cuidados y la fricción ganaron protagonismo.
Antes de la media hora, el Fortín tuvo una ocasión propicia para abrir el marcador: Braian Romero quedó mano a mano con Rodrigo Rey tras una gran habilitación y su definición superó al arquero, pero encontró a Joaquín Laso a pasos de la línea del arco para interrumpir el paso de la pelota con un muslo. Milagroso.
Por momentos, el duelo se hizo de ida y vuelta. Lucas González fue amonestado por una durísima falta a Thiago Fernández que todo Vélez reclamó que debía ser una expulsión. Sin VAR, la decisión de Fernando Rapallini no tenía vuelta atrás, aunque pareció ser una acción al límite. Y buscó Vélez. Y llegó el Rojo, que volvió a chocar contra las manos de Marchiori ante un remate de Felipe Loyola.
En el segundo tiempo, a los 7 minutos, Independiente perdió la pelota en la mitad de la cancha, Francisco Pizzini encaró a Laso dentro del área y el defensor lo bajó. Rey le contuvo el penal a Claudio Aquino, pero le quedó servido el rebote al mediocampista para tener revancha inmediata y empujarla al gol: 1-0.
Lo mejor del partido
Fue una gran frustración para el Rojo, que había estado más cerca en la etapa inicial y encontró a sus jugadores con poca reacción para colaborar con su arquero cuando la pelota quedó a merced de Aquino nuevamente.
En desventaja, Independiente se lanzó al ataque y Julio Vaccari apeló a los cambios para intentar revertir la derrota, incluyendo el regreso después de dos meses de Santiago Toloza, que volvió a concentrar tras seis partidos. La tensión ganó espacio ante un rival que tiene oficio, buen juego, recambio y juventud. Y ya nada cambió.
Vélez, puntero en la Liga Profesional, había llegado a los cuartos de final luego de dejar en el camino a Sportivo Las Parejas (2-1), Arsenal (2-1) y San Lorenzo (3-1) y sumó otra victoria en los 90 minutos. En tanto, Independiente también había superado las tres etapas anteriores sin sobresaltos -derrotó a Laferrere (3-0), a Juventud Unida de San Luis (2-0) y a Godoy Cruz de Mendoza (3-0)-, pero hasta acá llegó.
El Fortín es la primera vez que llega a meterse entre los cuatro mejores de la Copa Argentina. Después de sufrir el año pasado y escapar al descenso a último momento, hoy sólo sabe sonreír.
LA NACION


