Estudiantes de La Plata se posiciona como un actor estelar en el mercado de pases argentino tras el acuerdo con el empresario Foster Gillet. El convenio, según trascendió, contempla quedarse con una parte de lo que genere económicamente el fútbol del León, a cambio de una inversión inicial de 150 millones de dólares a lo largo de 30 años. La propuesta procura transformar al club desde sus cimientos, con un enfoque en infraestructura, juveniles, educación y competitividad deportiva. A la espera de su presentación y su aprobación final en la asamblea general de socios, prevista para febrero, el acuerdo despertó expectativas y polémicas en los ámbitos futbolístico y político nacionales.
Primeramente, el presidente de Estudiantes, Juan Sebastián Verón, defendió la decisión al asegurar, este domingo, que la novedad no afectará la esencia social del club. “No estamos hablando de convertirnos en una sociedad anónima deportiva. La idea es mantener la identidad y la estructura del club, incorporando capital privado para potenciar nuestras áreas deportivas y de infraestructura”, declaró vía streaming. Este miércoles fue más allá, en una charla con Radio Provincia.
“Dentro de seis meses todos los clubes van a querer hacerlo”, apuntó. “Esto es nuevo, no existe en otro lugar. A diferencia de una SAD pura, si el fútbol profesional no cumple las expectativas, vuelve al resto del club”, advirtió Verón, y le mandó un mensaje a Claudio ‘Chiqui’ Tapia, el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino. “Si AFA no blanquea lo que está pasando en algunos clubes, no sería inteligente. Hoy los clubes pueden crecer notablemente con la inversión privada; hay que reglamentarlo. Darle un marco legal”, sostuvo.
El directivo de Estudiantes admitió que no conoce en detalle el acuerdo con el grupo inversor del magnate estadounidense para gerenciar el área de fútbol del club. El debate en torno a la instrumentación de las sociedades anónimas deportivas ocupó la agenda del fútbol argentino durante el año pasado, al enfrentar a AFA con el gobierno nacional y con aliados como Estudiantes y Talleres, de Córdoba, entre otros clubes.
En los últimos días se generó revuelo con la activación de la cláusula de rescisión que el mediocampista Cristian Medina tenía con Boca, operación que quedó estancada por el depósito hecho desde una cuenta no permitida por FIFA, y con la llegada del delantero Lucas Alario desde Internacional, de Porto Alegre, Brasil.
En este contexto de incertidumbre de los socios de Estudiantes por los puntos grises que tiene el acuerdo, Verón nuevamente salió a respaldar el acuerdo luego de que el presidente de la Nación, Javier Milei, afirmará que el club iba camino a ser una sociedad anónima deportiva. “Estamos dando el marco legal al acuerdo para que trabajemos en conjunto. Vamos a conformar una sociedad con el inversor. El negocio es con base en el fútbol. Fueron pulidos varios puntos del acuerdo marco. A la letra chica ni siquiera yo la sé. Está bien que haya un contrapunto dentro de la comisión directiva”, declaró el dirigente con miras a la asamblea de socios que principios de febrero tratará el acuerdo con el grupo inversor, que ya desembolsó el dinero sin importar la decisión de la masa societaria, según cita la agencia Noticias Argentinas.
Verón confirmó que hay diferencias en la comisión directiva de Estudiantes en torno a este tema. “Se aferran a un club de otra época. No me parece sano que nos perdamos esta oportunidad. Muchos se aferran al club de otra época, pero Estudiantes necesita otra cosa para crecer”, manifestó. Y pasó a hablar de lo personal. “Siempre uno va a tocar intereses. Yo no tengo nada contra nadie. Mis negocios van por otro lado, no están acá. Yo no le debo nada a nadie; pueden investigarme. No quiero entrar en nombres de quién respeta las reglas y quién no. Todos somos parte de esto y todos queremos que los clubes tengan mejores recursos”, se defendió. Y fue más allá: “El riesgo que corre Estudiantes es ninguno, porque no va a ser una SAD como las de Europa. Yo no tengo que convencer al socio; hay que llevarle algo que sea importante y esto será disruptivo dentro del fútbol. El negocio que planteamos tiene que venir con una herramienta legal. Nosotros queremos un sistema mixto, que no deje a nadie c… para arriba”.
Y aclaró cómo continuará su administración en caso de que prospere el entendimiento con el grupo de Gillett: “Si los socios no aprueban el acuerdo, seguiré trabajando hasta el final de mi gestión. Siento que si no se aprueba, es por detalles. Lejos estamos de querer hacerle daño al club”, afirmó.