El veterano del Ejército de Estados Unidos que atropelló con una camioneta a una multitud que celebraba el Año Nuevo en la ciudad de Nueva Orleans y dejó 14 muertos actuó solo, informó este jueves el FBI. Así, dio marcha atrás con la sospecha de que el hombre había trabajado dentro de un equipo para llevar a cabo el feroz ataque, que las autoridades califican como un acto de terrorismo inspirado por el grupo ISIS.
El FBI también reveló que el conductor, Shamsud-Din Jabbar, un ciudadano estadounidense oriundo de Texas, publicó cinco videos en su cuenta de Facebook en las horas previas al ataque en los que se alineaba con el ISIS y decía a los espectadores que se había unido al grupo terrorista ultraislámico antes del verano pasado.
“Esto fue un acto de terrorismo. Fue premeditado y un acto malvado”, dijo Christopher Raia, subdirector de la división de contraterrorismo del FBI.
El ataque dejó 14 muertos -las autoridades corrigieron el dato, luego de decir el miércoles que eran 15-, incluida una joven de 18 años. El atacante murió tras un enfrentamiento a tiros con la policía.
Los funcionarios habían dicho el miércoles que estaban buscando posibles sospechosos adicionales en el ataque, que ocurrió cuando Jabbar rodeó un bloqueo policial y embistió a la gente con su camioneta en una zona muy popular de Nueva Orleans, visitada por turistas y habitantes locales.
Pero Raia dijo que la evaluación actual es que actuó solo, sin conspiradores.
Las autoridades recuperaron una bandera negra del ISIS en la camioneta, y el presidente estadounidense Joe Biden dijo que el FBI le informó que Jabbar había publicado videos en las redes sociales horas antes de la masacre que indicaban que estaba motivado por el grupo militante y expresaba su deseo de matar.
Armas y explosivos en la camioneta
Jabbar fue abatido a tiros por la policía y el FBI dijo el miércoles que creía que no había actuado solo. Los investigadores encontraron armas y lo que parecía ser un dispositivo explosivo improvisado en el vehículo, junto con otros dispositivos explosivos en otros lugares del Barrio Francés de la ciudad.
Los funcionarios se desplegaron para ejecutar órdenes de registro y pasaron horas en una casa del área metropolitana de Houston que se creía estaba relacionada con la investigación. Pero hasta el jueves por la mañana, no se sabía que se hubieran realizado arrestos adicionales, y no estaba claro si el FBI seguía buscando más sospechosos.
Este jueves los investigadores señalaron que el terrorista de Nueva Orleans había colocado dos artefactos improvisados, uno en la calle Bourbon y el otro a dos calles de distancia, explicó una fuente.
«Conseguimos imágenes de las cámaras de vigilancia en las cuales se observa a Jabbar colocando los artefactos en el lugar en el cual fueron encontrados», en Bourbon Street y otra calle aledaña, declaró Raia.
La masacre convirtió la festiva Bourbon Street en una macabra escena de víctimas mutiladas, cuerpos ensangrentados y peatones que huían a clubes nocturnos y restaurantes para ponerse a salvo. Además de los muertos, decenas de personas resultaron heridas.
Zion Parsons, de 18 años y oriundo de Gulfport, Mississippi, dijo que vio la camioneta “embistiendo, lanzando personas por el aire como en una escena de película”.
“Cuerpos, cuerpos por toda la calle, todos gritando”, dijo Parsons, cuya amiga Nikyra Dedeaux murió en el ataque.
Este jueves, la ciudad seguía conmocionada pero intentaba volver de a poco a la normalidad. Las autoridades terminaron de procesar el lugar de los hechos en la mañana, retirando los últimos cuerpos, y estaba previsto que Bourbon Street se reabriera en las próximas horas, según un funcionario familiarizado con el asunto que habló bajo condición de anonimato con The Associated Press.
Funcionarios federales estaban investigando las posibles asociaciones de Jabbar con cualquier organización terrorista mientras buscaban pistas adicionales en lo que se cree es el asalto inspirado por el grupo ISIS más mortal en territorio estadounidense en años.
Dudas sobre la seguridad
Mientras tanto, los funcionarios locales enfrentaban más preguntas sobre los protocolos de seguridad en la ciudad antes del ataque, el último ejemplo de un vehículo utilizado como arma para llevar a cabo violencia masiva.
Jabbar condujo una camioneta alquilada hacia una vereda, rodeando un coche de policía que estaba posicionado para cortar el paso de vehículos, dijeron las autoridades. Un sistema de barreras destinado a prevenir ataques vehiculares estaba en reparación de cara al Super Bowl, un tradicional campeonato de fútbol americano universitario, que se celebraría el mismo 1° de enero en Nueva Orleans pero finalmente se postergó.
El atacante fue abatido por la policía después de salir de la camioneta y comenzar a disparar contra los agentes que respondieron, dijo la superintendente de la policía de Nueva Orleans, Anne Kirkpatrick. Tres policías devolvieron el fuego. Dos resultaron heridos y están en condición estable.
El conductor “venció” las medidas de seguridad implementadas en el lugar para proteger a los peatones, dijo Kirkpatrick, y estaba “decidido a crear la masacre y el daño que hizo”.
Por otra parte, las autoridades señalaron que por ahora no hay ningún «vínculo irrefutable» entre el ataque en Nueva Orleans y la explosión de la camioneta de Tesla frente al Trump Hotel de Las Vegas, dijo en conferencia de prensa el asistente adjunto del director del FBI, Christopher Raia.
Sin embargo, la policía continúa buscando vínculos entre Matthew Livelsberger, el conductor de la camioneta eléctrica de Tesla -que murió por el estallido-, y Shamsud-Din Jabbar.