JERUSALÉN – Militantes de Hezbollah dispararon cohetes contra ciudades israelíes y libraron batallas terrestres con tropas israelíes en el sur del Líbano el miércoles, mientras las Naciones Unidas advertían que casi un millón de libaneses habían huido de la guerra que se estaba extendiendo entre Israel y los grupos respaldados por Irán en el Medio Oriente.
En una señal de la creciente escala de la guerra, las órdenes de evacuación israelíes ahora cubren una cuarta parte de la superficie terrestre del Líbano, según las Naciones Unidas, que dicen que las llamadas han hecho que personas huyan de más de 100 aldeas y áreas urbanas.
“Al pueblo del sur del Líbano: ¡Tengan Cuidado!” dijo el miércoles un portavoz militar israelí, Avichay Adraee, en una advertencia en árabe publicada online.
Las fuerzas israelíes, dijo, continuaban “atacando sitios de Hezbollah en y cerca de su aldea, y por su propia seguridad se les prohíbe regresar a sus hogares hasta nuevo aviso”.
Repartiendo comidas a los desplazados refugiados en una escuela de Beirut el miércoles. Foto Diego Ibarra Sanchez para The New York TimesMás de 600.000 personas de los 5,4 millones de Líbano han sido desplazadas dentro del país, amenazando con abrumar los refugios, advirtieron funcionarios de la ONU, y otras 300.000 han huido al extranjero.
La mitad de las escuelas públicas del Líbano se han convertido en refugios, dijo el miércoles el grupo de ayuda Save the Children.
Los desplazados han instalado tiendas de campaña en playas de arena blanca donde antes los turistas tomaban el sol, y la gente se ha refugiado no sólo en escuelas sino también en parques, edificios sin terminar y al menos un club nocturno.
“El impacto humanitario es absolutamente nefasto”, dijo el miércoles Duncan Sullivan, líder del programa de la Organización Internacional para las Migraciones de las Naciones Unidas.
Tiendas de campaña instaladas en una playa como refugios provisionales en el Líbano. Foto Bilal Hussein/Associated PressLa guerra comenzó hace poco más de un año después de que militantes de Hamas lideraran un ataque a Israel desde la Franja de Gaza.
Las fuerzas israelíes actuaron para destruir a Hamás allí, pero cuando Hezbollah rápidamente se unió a la lucha desde el norte, disparando cohetes contra Israel, Israel se vio envuelto en hostilidades en otra frontera.
Durante los meses siguientes, los intercambios de disparos desplazaron a decenas de miles de personas en el Líbano e Israel.
Luego, las tropas terrestres israelíes cruzaron la frontera.
Los funcionarios militares israelíes han descrito la invasión como limitada y han dicho que tiene como objetivo limpiar la zona fronteriza de combatientes y armas de Hezbolá.
Frentes
Incluso mientras luchan en el norte, las fuerzas israelíes han continuado su batalla en Gaza y también han intensificado las acciones militares en la Cisjordania ocupada por Israel.
Al menos cuatro personas murieron allí, en Nablus, el miércoles en una redada de fuerzas israelíes encubiertas, según el Ministerio de Salud palestino y la policía israelí.
Pero son las tensiones entre Israel e Irán –patrocinador de Hamás y Hezbollah– las que más han contribuido en los últimos días a mantener en vilo a la región.
Una semana después de que Irán lanzara una andanada de misiles contra Israel, tanto sus aliados como sus adversarios están esperando a ver qué sucede a continuación.
El miércoles, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, lanzó una nueva advertencia sobre Irán.
«Nuestro ataque será mortal, preciso y sobre todo sorprendente», afirmó.
«Quien intente dañar al Estado de Israel pagará el precio».
Los funcionarios estadounidenses, preocupados por una escalada incontrolada, fueron tomados por sorpresa por el reciente ataque de Israel contra Hezbollah y obstaculizados en sus esfuerzos por negociar un alto el fuego tanto en ese conflicto como en la guerra en Gaza.
Las relaciones entre los aliados se han visto seriamente tensas.
El miércoles, por primera vez en dos meses, el presidente Joe Biden y el primer ministro Benjamín Netanyahu de Israel hablaron por teléfono.
Irán también ha tratado de reforzar las relaciones con sus vecinos árabes esta semana, enviando a su ministro de Relaciones Exteriores, Abbas Araghchi, a una gira que incluyó a algunos de los socios más cercanos de Estados Unidos en la región.
El miércoles visitó a uno de esos socios: Arabia Saudita, un viejo rival de Irán.
Antes de que Araghchi partiera de Teherán, dijo que Irán no quería una guerra con Israel pero que estaba preparado para contraatacar si era atacado.
También dijo que Irán continuaría apoyando a grupos militantes como Hamás y Hezbollah, una red que se autodenomina el “eje de la resistencia”.
Ataques
Hezbollah ha sido golpeado por los ataques de Israel durante las últimas tres semanas, pero el grupo todavía tiene un arsenal formidable.
Un bombardeo de misiles de Hezbolá mató el miércoles a dos personas en la ciudad de Kiryat Shmona, en el norte de Israel, dijeron los servicios de emergencia de Israel.
Y seis personas resultaron heridas por metralla después de que un cohete impactara en una carretera de circunvalación cerca de la ciudad norteña de Haifa, dijo el ejército israelí.
La andanada se produjo tras otra noche de ataques aéreos israelíes en las zonas densamente pobladas cerca de Beirut, donde domina Hezbollah, y un ataque israelí cerca de la embajada iraní en Siria.
Más de 800 de los 990 refugios del Líbano ya están llenos, según el gobierno, y los pocos que tienen espacio suelen estar demasiado lejos para que los residentes puedan llegar, dijo Sullivan, el funcionario de la ONU.
Algunas tienen sólo uno o dos baños para 100 personas y carecen de electricidad, iluminación adecuada o áreas seguras para mujeres y niños.
La Unión Europea también anunció que enviaría tres aviones cargados con ayuda humanitaria a Beirut.
c.2024 The New York Times Company
