Claudia Sheinbaum, doctora en ingeniería ambiental, de 62 años, juró como la primera mujer presidenta de México en 200 años de historia independiente del país, ante 16 jefes de Estado y de Gobierno, bajo la consigna de que «no llego sola, llegamos todas» y «es tiempo de mujeres».
«Por primera vez llegamos las mujeres a conducir los destinos de la nación», dijo tras recibir la banda presidencial de la dirigente histórica de la izquierda, Ifigenia Martínez, 92 años, ante su antecesor Andrés Manuel López Obrador y ante 16 jefes de Estado y de Gobierno y representantes de 105 países.
En el salón principal del Palacio de San Lázaro, sede de la Cámara de Diputados, su asunción fue seguida entre otros por los jefes de Estado de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de Cuba, Miguel Díaz-Canel, de Colombia, Gustavo Petro, de Chile, Gabriel Boric y de Bolivia, Luis Arce, así como la primera dama estadounidense, Jill Biden.
Otros mandatarios latinoamericanos presentes fueron Bernardo Arévalo, de Guatemala, y Luis Rodolfo Abinader, de República Dominicana, y el premier de Belice, John Briceño, así como de Josep Borrell, vicepresidente de la Comisión Europea.
Sheinbaum rindió tributo a López Obrador, su mentor político, a quien bautizó como el «dirigente social más importante de la historia moderna» de México y lo comparó con el venerado exmandatario Lázaro Cárdenas, de quien dijo que se retira «como un demócrata» y que «estará siempre en el corazón del pueblo de México».
La nueva jefa de Estado llamó a hacer «una reflexión» sobre lo sucedido en los últimos seis años, en los cuales 9 millones de mexicanos salieron de la pobreza al señalar que «cambió el modelo de desarrollo del país» dejando atrás el período neoliberal, por lo que ofreció que prevalecerá el mismo esquema.
«Vamos a continuar con el humanismo mexicano, con la cuarta transformación», dijo en referencia a un término acuñado por López Obrador para su estrategia de gobierno y recordando una frase del exmandatario Benito Juárez, ganador de la Guerra de Reforma en el siglo XIX, quien señaló que «no puede haber gobierno rico con pueblo pobre».
Sheinbaum defendió la reforma al Poder Judicial que busca elegir por voto popular a jueces y magistrados pues señaló que no es «autoritarismo» sino que, en esencia, es democrática.
«¿Cómo va a ser autoritaria una decisión que, en esencia, es democrática y permite que el pueblo decida?», manifestó la mandataria durante su discurso en el Congreso mexicano.
Sheinbaum negó que la polémica reforma judicial, impulsada por su antecesor, Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), y promulgada el pasado 15 de septiembre, tuviera como objetivo que como presidenta controlara la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
La nueva presidenta de México prometió además «profundizar la cooperación y las relaciones con América Latina«, con la cual «nos une historia y compromiso», en su primer mensaje a la nación tras jurar su encargo y afirmó que seguirá impulsando la «relocalización».
Asimismo, expuso que durante su gestión se dará un nuevo «impulso» al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC).
«La cooperación económica fortalece a las tres naciones. Entre nosotros no competimos, nos complementamos y además generamos condiciones para una mayor consolidación de la economía de todo el continente en una visión de presente y futuro de la economía», afirmó la jefa de Estado.
Asimismo, se dirigió a los accionistas nacionales y extranjeros para darles un mensaje de confianza y señalarles que se respetarán sus inversiones y decirles que «tengan la certeza de que estarán seguras en nuestro país».
Sheinbaum dijo que su gobierno «fortalecerá el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales» y se promoverá «la eficiencia y las fuentes renovables» y no se permitirá la siembra de maíz transgénico», al tiempo que se promoverá la autosuficiencia en la producción de maíz, frijol y otros cultivos.
Además, refrendó su vocación feminista al señalar que «las mujeres participaron en las grandes hazañas de la historia de México y podemos ser presidentas» al recordar que «durante mucho tiempo las mujeres fuimos anuladas, nos contaron una versión de la historia haciéndonos creer que el curso de la historia está impulsada por hombres».
«No nos los voy a defraudar, les prometo seguir haciendo historia», señaló Sheinbaum, quien después de este mensaje tenía previsto encontrarse con las delegaciones extranjeras, recibir la salutación de las Fuerzas Armadas y encabezar por la tarde un acto político en el Zócalo, la plaza principal del país, ante más de 100.000 personas.