El Parlamento de Francia analizará una posible destitución de Emmanuel Macron: qué puede pasar

La Asamblea Nacional francesa debatirá la destitución del presidente Emmanuel Macron pero seguramente el jefe de Estado francés no perderá el cargo.

El debate es una victoria para Francia Insumisa, el grupo de izquierda fundado por Jean Luc Melénchon, que presentó una propuesta de resolución para la destitución presidencial, que fue considerada “admisible” este martes por la mañana por 12 votos contra 10. Los socialistas no aceptan la destitución de Macron y son parte del Nuevo Bloque Popular, del que forma parte la Francia Insumisa.

Pero así se inicia un largo proceso parlamentario, que comienza con esta validación. La oficina de la Asamblea Nacional, una especie de junta directiva del Palacio Borbón, validó este martes la admisibilidad del procedimiento destinado a destituir a Emmanuel Macron de su mandato.

Dominado por la izquierda con 12 posiciones sobre 22, el organismo transmitirá ahora esta propuesta de resolución, presentada por 81 diputados de las filas rebeldes, ecologistas y comunistas, a la Comisión de Derecho, pero sin obligación de orden del día.

Una vez estudiado el texto en comisión (se vote o no), la Asamblea deberá presentarlo en el orden del día del hemiciclo entre los días 13 y 15 siguientes al dictamen de la comisión.

Si bien ningún parlamentario socialista había firmado esta propuesta de resolución, una reunión el lunes por la tarde entre los diputados socialistas cambió claramente la situación. Empujó a Christine Pirès-Beaune, Iñaki Echaniz y Sophie Pantel, los tres PS de la oficina, a validar la admisibilidad de la propuesta de resolución.

Lo suficiente como para ver esto como una victoria de los rebeldes que iniciaron la maniobra. Jean-Luc Mélenchon, que presionó a los socialistas este domingo con motivo de la Jornada de la Humanidad, celebró «una gran noticia» en X .

Pero el PS sólo está retrocediendo a medias. Si los diputados socialistas miembros de la oficina dicen sí a la organización de un debate sobre el tema, permitiendo que esta propuesta de resolución sea admisible, votarán en contra de su adopción en la Asamblea Nacional.

Este texto debe ser adoptado por dos tercios de los diputados, un mínimo de 385 legisladores, después de pasar por la Comisión de Derecho para tener éxito. Esta frontera parece inalcanzable desde las últimas elecciones legislativas, con o sin el apoyo de los diputados del PS.

Los macronistas también podrían querer trabajar juntos para evitar que la Comisión Jurídica se apodere del texto y así evitar cualquier debate en la Asamblea, basado en una decisión del Consejo Constitucional.

Si la propuesta de resolución para destituir a Macron llega a la cámara y es adoptada, luego se transmite al Senado. En caso de fracaso en la Asamblea Nacional, la resolución propuesta se queda corta.

Si los senadores retoman el procedimiento, el texto deberá seguir el mismo camino en el Palacio de Luxemburgo. Corresponde a la izquierda conseguir los votos de dos tercios del Senado, es decir, 232 senadores. En una Asamblea dominada por la derecha y sus aliados centristas, hoy el objetivo parece imposible.

Si bien La Francia Insumisa logró una primera victoria este martes, los numerosos pasos que aún quedan por dar para este texto hacen muy incierta una posible destitución de Macron.

En las filas de los rebeldes, la secuencia se considera muy exitosa. Y con razón: si el texto llega al hemiciclo, será la primera vez en toda la historia de la Quinta República que los diputados considerarán una posible salida del presidente del Elíseo.

«La respuesta parlamentaria al golpe de Emmanuel Macron está en marcha», saludó el diputado del LFI, Antoine Léaument, en X. La misma historia para la jefa del grupo, Mathilde Panot, que celebró «un acontecimiento sin precedentes».

Macron disolvió la Asamblea Nacional cuando perdió las elecciones europeas. También fue derrotado en los comicios que convocó intempestivamente, en lo que todos consideran un error que ha sumergido a Francia en una enorme crisis política, que aun no se resuelve.

El nuevo primer ministro gaullista social Michel Barnier no ha conseguido aun formar gobierno.