El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo que Irán cometió un «grave error» con el ataque y que «pagará» el precio.
El mensaje de Netanyahu, al comienzo de una reunión del Gobierno, son sus primeras declaraciones desde que Irán lanzase unos 180 misiles contra el país, obligando a millones de personas a buscar refugio.
«El régimen de Irán no comprende nuestra determinación de defendernos y nuestra determinación de tomar represalias contra nuestros enemigos», aseveró el líder israelí en un comunicado.
«Mantendremos la regla que establecimos: quien nos ataque, lo atacaremos», reiteró Netanyahu.
Asimismo, el mandatario israelí tildó de «fracaso» el ataque de Teherán que, recordó, «fue frustrado gracias al sistema de defensa aérea de Israel», que logró interceptar la mayoría de los misiles y que no dejó víctimas.
La Guardia Revolucionaria iraní, por su parte, afirmó que atacó objetivos militares durante el bombardeo con misiles contra Israel y que el 90 % de los proyectiles alcanzaron sus blancos.
«Estamos luchando contra el eje del mal en todas partes, incluidos nuestros heroicos soldados que ahora operan en el sur del Líbano y Gaza», advirtió Netanyahu en referencia a la incursión terrestre lanzada este martes en zona del sur en Líbano.
El mismo tono amenazador adoptó el portavoz militar israelí, Daniel Hagari, quien también dijo que este ataque «tendrá consecuencias» y que el Ejército tiene planes para actuar «en el momento y en lugar» que elijan.
Este fue el segundo ataque de Irán contra Israel desde que el pasado mes de abril atacara por primera vez territorio israelí en otra serie de bombardeos con misiles y drones.
El apoyo de Estados Unidos
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que hay un «diálogo activo» con Israel sobre cómo responder al ataque de Irán con misiles y afirmó que las consecuencias para Teherán por esta escalada «están aún por verse».
En declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, Biden señaló que tiene previsto hablar con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aunque no aclaró cuándo, y explicó que su equipo ha estado en contacto «constante» con sus homólogos israelíes.
«No he hablado con él (Netanyahu). Hemos hablado con toda su gente y voy a hablar con él», afirmó Biden, quien ha pasado buena parte del día en la conocida como ‘Situation Room’ (sala de crisis) de la Casa Blanca monitoreando la situación.
Una periodista le preguntó cuáles deberían ser las consecuencias para Irán por los cerca de 200 misiles que ha lanzado contra Israel, ante lo que el mandatario se limitó a decir: «Eso (las consecuencias) está aún por verse».
Biden afirmó que la respuesta al ataque, que por ahora no ha dejado víctimas israelíes, es un «testimonio» de las capacidades militares de Israel y de la «planificación intensiva» entre el gobierno estadounidense y el israelí para hacerle frente.
«Bajo mi dirección, el Ejército estadounidense apoyó activamente la defensa de Israel, y aún estamos evaluando el impacto. Pero, según lo que sabemos ahora, el ataque parece haber sido derrotado y parece haber sido ineficaz», afirmó.
Estados Unidos ha ayudado a derribar algunos de los misiles que Irán lanzó contra Israel, llegando incluso a utilizar sus destructores USS Bulkeley y USS Cole en el Mediterráneo oriental.
«Que no haya duda, Estados Unidos apoya total, total, totalmente a Israel», dijo Biden con vehemencia.
Este es el primer ataque de Irán contra Israel desde abril, cuando Irán atacó con misiles y drones dos bases aéreas israelíes en el Negev y alcanzó puntos del territorio ocupado de los altos del Golán, aunque Israel, Estados Unidos o países árabes sobre los que sobrevolaron lograron interceptar la mayoría de los proyectiles iraníes.
La ofensiva de este martes tuvo lugar en pleno aumento de la tensión en la región después de que el Ejército israelí efectuara de madrugada incursiones terrestres que califica de limitadas y localizadas contra objetivos e infraestructuras terroristas de Hizbulá en el sur del Líbano.