El diario de referencia de la capital de Estados Unidos y uno de los más prestigiosos del mundo vive estos días un terremoto tras la decisión de su dueño, el magnate Jeff Bezos, de romper la tradición del medio de respaldar a un candidato presidencial y bloquear el apoyo a la demócrata Kamala Harris. Después de enfrentar fuertes críticas dentro y fuera de la redacción, de renuncia de columnistas y de una inédita sangría de 200.000 suscriptores, Bezos tuvo que salir en la noche del lunes a explicar su decisión en un artículo de opinión: “Los respaldos presidenciales crean una percepción de parcialidad. Una percepción de no independencia”, escribió.
A diferencia de Argentina y otros países, en Estados Unidos es costumbre que los medios de comunicación otorguen su apoyo explícito a un candidato presidencial. Sin embargo, Bezos, el dueño de Amazon que compró el periódico en 2013, conmocionó a sus lectores y al mundo de la prensa al anunciar el viernes, a través del editor jefe, William Lewis, que en estas elecciones cambiaban la política: no apoyarían ni a Harris ni a su rival republicano, el ex presidente Donald Trump.
La decisión, sorprendente de por sí dada la habitual práctica de esta política en los medios estadounidenses, llamó aún más la atención porque se anunció apenas 10 días antes de los comicios, donde Trump y Harris van cabeza a cabeza en las encuestas, aunque el republicano viene tomando un impulso final que preocupa a los demócratas.
Bezos venía amasando su decisión hace un par de meses, según recopiló The New York Times. El editor jefe Lewis y el editor de opinión David Shelby habían viajado a Miami para una reunión con el dueño en su exclusiva mansión en Biscayne Bay, que continuó con una cena en un restaurante cercano. La idea era preparar la cobertura de las elecciones. Pero al final de las reuniones, los editores quedaron con la sensación de que Bezos tenía ciertas reservas sobre respaldar explícitamente a un candidato.
Pero la decisión fue finalmente anunciada 45 días después, el viernes pasado, luego de que los editores intentaran convencerlo de que no abandonara la tradición tan cerca de los comicios. Incluso el equipo editorial ya tenía listo el artículo de apoyo a Harris, aunque Bezos no lo había leído antes de tomar la decisión, según señalaron.
La noticia cayó como una bomba en Washington y disparó enorme disgusto entre figuras que han pasado por la redacción y actuales miembros.
«Un terrible error»
El primero en dimitir por la decisión fue el editor Robert Kagan, quien calificó el cambio de postura como una «capitulación prematura» ante Trump. La columnista Michele Norris también anunció su renuncia, al calificar el cambio como un «terrible error» y un «insulto a los estándares del periódico». Otros 18 columnistas firmaron un artículo en la que expresaron su desacuerdo porque el anuncio «representa un abandono a las convicciones del diario».
El prestigioso periodista Marty Baron, quien dirigió el Post cuando Trump estaba en la Casa Blanca, también reaccionó indignado asegurando que se trata de «un acto de cobardía cuya víctima será la democracia». «Donald Trump verá esto como una invitación a intimidar todavía más al propietario, Jeff Bezos, y a otros. Es preocupante la falta de carácter de una institución famosa por su valentía», declaró.
Bob Woodward y Carl Bernstein, los legendarios periodistas del Watergate, dijeron que la decisión “ignora la abrumadora evidencia de la amenaza que Donald Trump representa para la democracia”.
Pero la medida tuvo una fuerte reacción del público que repercute en el Post a nivel empresarial: más de 200.000 personas cancelaron el fin de semana sus suscripciones digitales, según informó NPR. La cifra es enorme: en apenas días representa el 8% de a circulación de pago del periódico que tienen 2,5 millones de suscriptores, que incluye también la versión impresa. Y las cifras seguían cayendo el lunes.
Como una muestra de la dimensión del dato, basta señalar que Lewis había anunciado con gran orgullo a principio de año que habían logrado captar 4.000 nuevos usuarios. La caída «es un número colosal», dijo el ex editor ejecutivo del Post, Marcus Brauchli, a NPR. «El problema es que la gente no sabe por qué se tomó la decisión. Básicamente, sabemos que se tomó, pero no sabemos qué la llevó a ella».
Las razones de Jeff Bezos
Horas después de conocerse la cifra, ya caída la noche del lunes, Bezos publicó un artículo de opinión en su diario en el que explicó las razones de la medida y que tituló: “La dura verdad: los estadounidenses ya no creen en los medios”.
“En las encuestas públicas anuales sobre la confianza y la reputación, los periodistas y los medios de comunicación han caído regularmente cerca de los últimos puestos, a menudo justo por encima del Congreso. Pero en la encuesta de Gallup de este año hemos logrado caer por debajo del Congreso. Nuestra profesión es ahora la menos confiable de todas. Algo que estamos haciendo claramente no está funcionando”, escribió Bezos.
“Debemos ser precisos, y se debe creer que somos precisos. Es un trago amargo, pero estamos fallando en el segundo requisito. La mayoría de la gente cree que los medios de comunicación están sesgados”, agregó. “Quejarse no es una estrategia. Debemos trabajar más duro para controlar lo que podemos controlar para aumentar nuestra credibilidad”.
“Los respaldos presidenciales no hacen nada para inclinar la balanza de una elección. Ningún votante indeciso en Pennsylvania va a decir: «Voy con el respaldo del Periódico A». Ninguno. Lo que realmente hacen los respaldos presidenciales es crear una percepción de parcialidad. Una percepción de no independencia. Ponerles fin es una decisión de principios, y es la correcta”.
Si bien estuvo firme en su decisión, Bezos hizo una especie de autocrítica sobre el timing. “Ojalá hubiéramos hecho el cambio antes de lo que lo hicimos, en un momento más alejado de las elecciones y las emociones en torno a ellas. Se trata de una planificación inadecuada, y no de una estrategia intencionada”.
El diario, que inició la tradición de respaldo con Jimmy Carter en 1976, ha apoyado a Hillary Clinton y a Joe Biden en los últimos comicios. Con Bezos como dueño, el diario ha investigado irregularidades y polémicas de Trump y de su entorno, y ha sido muy crítico con la retórica del republicano y su negativa a aceptar la derrota electoral de 2020. Incluso durante el mandato del republicano, Amazon perdió un contrato multimillonario con el Pentágono y demandó al expresidente por haber usado «presión indebida» para dañar a Bezos.
Pero los críticos ahora creen que el multimillonario quiere prevenir enfrentamientos ante un posible segundo mandato de Trump.
Amazon y Blue Origin, su compañía aeroespacial, todavía compiten regularmente por jugosos contratos con el gobierno, un tema que seguiría durante una eventual segunda gestión del republicano. Los ejecutivos de Blue Origin se reunieron con Trump el viernes, justo el día que se anunció la medida, ya que la empresa tiene un contrato de 3.400 millones de dólares con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio para construir un módulo de aterrizaje lunar.
En su columna de opinión, Bezos buscó poner luz sobre ese tema. “Me gustaría dejar claro que aquí no hay ningún tipo de contrapartida. Ninguna campaña ni candidato fueron consultados ni informados a ningún nivel ni de ninguna manera sobre esta decisión. Se hizo íntegramente de forma interna”. Y agregó: “Dave Limp, el director ejecutivo de una de mis empresas, Blue Origin, se reunió con el ex presidente Donald Trump el día de nuestro anuncio. Suspiré cuando me enteré, porque sabía que proporcionaría munición a aquellos que quisieran enmarcar esto como algo más que una decisión de principios. Pero el hecho es que no sabía de la reunión de antemano”, afirmó.
“No hay ninguna conexión entre esto y nuestra decisión sobre los respaldos presidenciales, y cualquier sugerencia de lo contrario es falsa”, remarcó.
“Pueden ver mi riqueza y mis intereses comerciales como un baluarte contra la intimidación, o pueden verlos como una red de intereses en conflicto. Sólo mis propios principios pueden inclinar la balanza de uno a otro. Les aseguro que mis puntos de vista aquí son, de hecho, de principios, y creo que mi historial como propietario de The Post desde 2013 lo respalda”, dijo.
“Por supuesto, son libres de tomar su propia determinación, pero le reto a que encuentre un solo caso en esos 11 años en el que haya prevalecido sobre alguien en The Post a favor de mis propios intereses. No ha sucedido”.
Bezos señaló que los problemas de credibilidad no son exclusivos de The Post. “Nuestros hermanos periódicos tienen los mismos índices. Y es un problema no solo para los medios, sino también para la nación. Muchas personas están recurriendo a podcasts improvisados, publicaciones inexactas en las redes sociales y otras fuentes de noticias no verificadas, que pueden difundir rápidamente información errónea y profundizar las divisiones. El Washington Post y el New York Times ganan premios, pero cada vez más hablamos solo con una cierta élite. Cada vez más, hablamos con nosotros mismos”.
“Hay demasiado en juego. Ahora más que nunca el mundo necesita una voz creíble, confiable e independiente, y ¿dónde mejor para que esa voz se origine que la ciudad capital del país más importante del mundo? Para ganar esta pelea, tendremos que ejercitar nuevos músculos”. “Muchos de los mejores periodistas que encontrarán en cualquier lugar trabajan en The Washington Post, y trabajan arduamente todos los días para llegar a la verdad. Merecen que se les crea”.
En medio de una crisis de credibilidad, el Post no es el único que ha abandonado la tradición de apoyar candidatos. Los Angeles Times lo hizo antes del diario de Bezos y este lunes se sumó USA Today.