El Papa llegó este lunes a Timor Oriental, la tercera etapa de su gira por cuatro países de Asia y Oceanía, un país muy pobre de apenas 1,3 millones de habitantes con un 95% de católicos. Francisco evocó en un discurso a las autoridades, pero sin decirlo, el caso del premio Nobel de la Paz, el obispo Carlos Ximenes Belo, que vive en el exilio tras ser castigado por la Iglesia por los casos de abusos de chicos durante años. El pontífice recordó a “los tantos niños y adolescentes heridos en su dignidad”.
“Este fenómeno está aflorando en todo el mundo y todos estamos llamados a actuar con responsabilidad para prevenir todo tipo de abusos y garantizar un crecimiento sereno a los jóvenes”, agregó el pontífice argentino..
La decisión del Papa de afrontar el tema ya en su primer discurso en la reunión en el palacio presidencial con el presidente José Ramon Horte, quien también recibió el premio Nobel de la paz en 1996 por su lucha por la independencia junto con el obispo Belo, demostró que Jorge Bergoglio decidió de entrada ocuparse del problema que lacera al país
La Iglesia castigó en secreto al obispo Ximenes Belo en 2020 y tuvo que revelar públicamente el caso en 2022, exiliando al obispo considerado un héroe nacional en la lucha por la independencia, en Portugal, donde reside.
El caso del obispo Belo, sostenido aún por muchos fieles que lo consideran un héroe nacional y que esperaban viniera a recibir al Papa, crea embarazo a la Iglesia. Víctimas y parientes de las víctimas de abusos sexuales reclaman indemnizaciones y un reconocimiento pleno de lo ocurrido por parte de la Iglesia.
Las especulaciones de como reaccionaría Francisco ante el problema fue respondida este lunes por la decisión del Papa de afrontar el grave el problema de inmediato y públicamente.
Un pasado sangriento
El país lucha tras veinte años de difícil independencia de Indonesia y trata de afianzar su recuperación de un pasado sangriento que costó 200 mil muertos y confía en que la presencia y la palabra del Papa puedan ayudarlo.
En su discurso al presidente y a las autoridades Francisco recordó “el doloroso y reciente pasado que llevó el país a su independencia” y afirmó que “a pesar de atravesar un período tan dramático de su historia, no perdieron la esperanza.
“Después de días oscuros y difíciles, finalmente ha despuntado un amanecer de paz y libertad”,dijo.
El pontífice deseó que “el ejemplo de este país pueda servir en otras situaciones de conflicto en otras partes del mundo, para que prevalezca el deseo de paz y de purificación de la memoria para sanar las heridas y combatir el odio con la reconciliación y la confrontación con la colaboración”.
Bandas delictivas y artes marciales
Francisco citó el problema de la emgiración y condenó “el abuso en el consumo de alcohol entre los jóvenes y su incorporación a las bandas que, envalentonadas por su conocimiento de las artes marciales, en lugar de utilizarlo al servicio de los indefensos, se aprovechan de él para exhibir el poder efímero y dañino de la violencia”.
El fenómeno de las bandas violentas que usan las artes marciales han llevado al gobierno a prohibir estas prácticas desde marzo de este año.
El Papa también instó a las autoridades de Timor Oriental a una mejor gestión de los recursos naturales del país, como el peréleo y el gas que podrían ofrecer posibilidades de desarrollo”, según informó la agencia EFE.
Un país de jóvenes
Tras recordar que el 65% de la población de Timor Oriental tiene menos de 30 años, Francisco pidió al gobierno invertir más en la educación.
Por último se despidió improvisando: “No está en este discurso, pero se lo quiero decir. Este es un país lindo, pero lo mejor que tiene un país es su pueblo. Cuiden a su pueblo, amen a su pueblo. Es un pueblo maravilloso”.
Antes de partir por la mañana de Puerto Moresby, la capital de Papúa Nueva Guinea, segunda etapa de su gira que comenzó en Yakarta, Indonesia, el Papa se despidió con un encuentro con miles de jóvenes en un estadio de la ciudad. Francisco dejó de lado su discurso y dialogó con los jóvenes, a quienes le dijo que “mi trabajo no es fácil”.
La agenda
En la agenda del Papa en Timor Este figura este martes un encuentro con niños con discapacidad en la escuela “Irmas Ama” y un encuentro con los obispos, religiosos y religiosas en la catedral de la Inmaculada Concepción, a los que hablará.
En la tarde del martes tendrá lugar el gran encuentro del Papa con los católicos de Timor Oriental. Ya hay miles que están acampados, llegados del interior. Francisco presidirá la Santa Misa en la explanada de Tasitolu y pronunciará una homilía.
El miércoles por la mañana el Papa protagonizará un encuentro con los jóvenes en el centro de convenciones y pronunciará un discurso. Después a las 10,40, en el aeropuerto, tendrá lugar la ceremonia de despedida. Francisco abordará el avión que lo trasladará a Singapur, última etapa de su gira por Asia y Oceanía. El viernes 13 regresará a Roma.