El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció este jueves el lanzamiento de una alianza de 18 países de América Latina y el Caribe, entre ellos la Argentina, para enfrentar y prevenir el crimen organizado en la región, una iniciativa sin precedentes que incluye a otros organismos multilaterales y también de seguridad como Interpol y la agencia antimafia italiana, entre otros.
La Alianza para la Seguridad, la Justicia y el Desarrollo está promovida y financiada por el BID e incluye a gobiernos, organismos multilaterales y la sociedad civil. La iniciativa, que fue lanzada este jueves en Barbados operará sobre tres pilares: proteger a las poblaciones vulnerables, fortalecer la seguridad e instituciones de justicia, y la reducción de los mercados ilícitos y los flujos financieros, anunció el Banco.
“La seguridad tiene que ser parte de la solución para nuestro progreso económico», dijo en una rueda de prensa en Washington el presidente del BID, el brasileño Ilan Goldfajn.
Goldfajn recordó que, según las estadísticas, en Latinoamérica y el Caribe el crimen tiene un costo económico de aproximadamente el 3,4 % del PBI. «El crimen organizado es responsable de la mitad de los homicidios en América Latina y el Caribe, y ahora también sabemos que no tiene fronteras nacionales, va más allá, es una organización regional», señaló.
Esta realidad “exige una acción regional audaz y coordinada. Mejorar la colaboración es fundamental para proteger a las comunidades, fortalecer las instituciones y las capacidades y desincentivar actividades ilícitas en toda la región», agregó.
Argentina, Bahamas, Barbados, Belize, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, Surinam, República Dominicana y Uruguay son los países que por ahora se han adherido, aunque el objetivo es que la cifra crezca.
Paradójicamente la Alianza no cuenta aún con la adhesión de México, Colombia o El Salvador, países que tienen fuertes índices de violencia.
Los apoyos
La Alianza también cuenta con la participación de entidades como la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol), la Dirección de Investigación Antimafia (DIA) del Ministerio del Interior de Italia, la Iniciativa Global contra el Crimen Trasnacional (GITOC), el Banco Mundial y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF).
Uno de los principales objetivos de la Alianza es movilizar recursos para poder implementar las políticas públicas para frenar el crimen organizado y la violencia. El BID tiene proyectado brindar a la Alianza una inyección de US$1.000 millones para 2025, una cifra que quintuplica la inversión de 2024. Además, el BID va a trabajar para movilizar recursos de más actores públicos y privados.
“La Alianza tendrá un número mucho mayor de participantes y planeamos tener números y nuevos compromisos en marcha a principios del segundo trimestre del año que viene», detalló el brasileño.
Consultado por Clarín sobre cómo la Argentina podría contribuir a la nueva iniciativa, Goldfajn señaló que semanas atrás hubo una conferencia sobre seguridad en el FMI. “La ministra Patricia Bullrich estuvo allí y nos contó sobre la experiencia que están haciendo en Argentina. Ese tipo de ejemplos que pueden funcionar y los que no pueden funcionar son una clara contribución de países como Argentina”, dijo.
Sobre los beneficios para el país de ser parte de la Alianza, afirmó que habrá un sistema integrado para compartir antecedentes penales entre los miembros, se compartirá una visión regional y habrá intercambio de conocimientos y tecnología.
La Alianza estará guiada por un comité directivo y tres grupos de trabajo técnicos en los que participarán más de 20 personas de distintos países. Estos grupos ya están promoviendo iniciativas específicas, como la reducción de la violencia y la trata de personas en comunidades en riesgo, la mejora de los sistemas de seguridad a través de la tecnología y la colaboración, y el freno de los mercados ilícitos con herramientas avanzadas y coordinación.
Ecuador tendrá la primera presidencia pro témpore de la Alianza. El BID actuará desde una Secretaría Técnica, brindando apoyo estratégico y contribuyendo a la movilización de recursos y a la ampliación de fondos.