El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció este lunes un aumento sin precedentes del 23,7% del «salario mínimo vital», que fue fijado para 2026 en dos millones de pesos (unos 535 dólares), el mayor de este siglo. La decisión, con la que el gobierno promete mejorar la calidad de vida de la población, desató enseguida una lluvia de críticas desde el sector empresarial, que califica la medida de insostenible.
La decisión de Petro agitó el escenario político cuando ya comienza a acelerarse la carrera por las elecciones presidenciales de mayo de 2026. Desde todo el arco político surgieron fuertes reacciones. Analistas y políticos opositores advirtieron que se trata de una medida sin base técnica y que al parecer busca contrarrestar la imagen negativa del presidente de izquierda, que llega al final de su mandato muy desgastado y con una imagen en franca caída, luego de varias oleadas de protestas en contra de su gobierno en los últimos dos años.
«Pasamos a un salario mínimo vital familiar de 1.746.882 pesos (unos 468 dólares), que implica un crecimiento respecto a este año, que aún no termina, de 22,7%», a lo que se suman cerca de 250.000 pesos (unos 67 dólares) de subsidio de transporte, lo que da dos millones de pesos, anunció el mandatario en un mensaje al país.
Gustavo Petro, el lunes, durante una ceremonia de ascensos militares en Bogotá. Foto: EFE Se trata del mayor aumento salarial de los últimos 25 años. El anterior más alto se registró en 2023 (16%).
«Con estas medidas pensamos disminuir la desigualdad» aunque «va a haber una presión sobre los precios», admitió Petro en su discurso junto al ministro de Trabajo, Antonio Sanguino.
Según el presidente, «el incremento se calculó no solo con base en indicadores como inflación y productividad, sino en otros que permitieron un aumento más justo y con los que se garantizarán mejores condiciones de vida para los trabajadores y sus familias».
El aumento del 23,7% del salario mínimo fue fijado de manera unilateral por el gobierno luego de que fracasaran las negociaciones tripartitas con representantes de los empresarios y de los sindicatos.
«De ahora en adelante que Colombia hable no solo de salario mínimo, sino de un salario mínimo vital familiar, y así hicimos las cuentas», subrayó Petro, quien mencionó incluso la Encíclica ‘Rerum Novarum’, promulgada en 1891 por el papa León XIII.
Críticas
Varios economistas advierten que el aumento podría tener impactos negativos sobre la inflación, la informalidad y el costo de vida, en alza en el país.
«Un aumento muy por encima de la inflación es un empujón que no es duradero porque se transmite en más inflación, con un efecto macroeconómico que desestabilizaría la economía colombiana», dijo a la AFP Jorge Restrepo, profesor de economía de la Universidad Javeriana.
En Colombia se estima una inflación en torno al 4% para el año próximo, según el Banco de la República (central). Otras estimaciones hablan de algo más de 5%.
Una protesta contra el gobierno de Gustavo Petro, en Bogotá, en 2024. El presidente termina su mandato en 2026. Foto: EFE Cerca al 50% de los trabajadores colombianos, que en su mayoría tiene empleos informales, no llegan a ganar un salario mínimo, de acuerdo con cifras del departamento de estadística estatal DANE.
Rechazo en el mundo empresarial
Los empresarios también alzaron su voz contra este aumento salarial. «Como resultado de una decisión unilateral del gobierno, se generan grandes riesgos para los hogares y la economía colombiana especialmente los relacionados con el efecto sobre la inflación y los precios de múltiples bienes y servicios, el empleo, y hasta las finanzas públicas», manifestó en un comunicado el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), Bruce Mac Master.
El dirigente agregó: «La inflación es, sin duda, una de las variables que más afecta a los ciudadanos más vulnerables», y señaló que «en un momento en el cual el gobierno nos ha dicho que se encuentra en ‘emergencia económica’ se estima que cada 1% de incremento salarial genera 400.000 millones de pesos (unos 107.000 millones de dólares) de gasto de público adicional».
Por su parte, el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Jaime Alberto Cabal, manifestó que el aumento del salario mínimo para 2026 muy por encima de la inflación, traerá consecuencias negativas también para el empleo.
«Este acto irresponsable que ha cometido el gobierno nacional, de subir desorbitadamente el salario mínimo sin antecedentes, muchas veces más que la inflación, va a traer consecuencias gravísimas para la economía y para los propios trabajadores que se van a ver amenazados por los altos costos de esos empleos», lo que acabará incrementando la informalidad.
Por su parte, Fabio Arias, presidente del sindicato Central Unitaria de Trabajadores -uno de los más grandes de Colombia- acusó a los empresarios de lamentar que «al pueblo trabajador le pueda llegar a ir bien».
El incremento acumulado del salario mínimo bajo el mandato de Petro en los últimos tres años fue del 42,4%, según el Ministerio de Hacienda.
La economía nacional supera las proyecciones de los analistas, que esperan una subida en el PBI de entre 2,6 y 2,7% hacia final de año.
La semana pasada, Petro declaró estado de emergencia económica por 30 días ante una «inminente crisis fiscal», tras llamados de atención de organismos internacionales al Ejecutivo izquierdista por la salud fiscal del país.

