Tras comenzar este martes la invasión terrestre al Líbano con la que había amenazado, dando paso a la «próxima fase de la guerra», y mientras continuaban los bombardeos en los barrios del sur de Beirut, con plantas de fabricación de armas como objetivos, Israel atacó por primera vez en esta nueva ofensiva un campamento de refugiados palestinos de Ein el-Hilweh, donde se registraron cinco muertos.
«Incursiones terrestres limitadas, localizadas y selectivas, basadas en información precisa, contra objetivos e infraestructuras terroristas de Hizbulá en el sur del Líbano», precisaron previamente las Fuerzas de Defensas de Israel (IDF) en un comunicado, al anunciar un hecho sobre el que se venía especulando desde hace días.
La ofensiva, indicó, se centró «en aldeas cercanas a la frontera», que según las fuerzas israelíes «representan una amenaza inmediata para las comunidades israelíes en el norte de Israel».
“Las FDI continúan atacando con fuerza para dañar y destruir las capacidades militares y la infraestructura de la organización terrorista Hezbollah con el fin de garantizar el restablecimiento de la seguridad del Estado de Israel y sus ciudadanos”, expresó en Twitter el Ejército israelí, que detalló también que las incursiones están siendo dirigidas por los soldados de la División 98 de paracaidistas y de la Séptima Brigada acorazada.
לאחר חודשי תמרון רבים ברצועת עזה בה צברו לוחמי האוגדה מיומנויות וניסיון מבצעי, עלו צפונה וכעת נמצאים בתמרון בגזרה הצפונית לאחר ביצוע ההתאמות הנדרשות ללחימה בלבנון pic.twitter.com/ZPmJzpbrSX
— צבא ההגנה לישראל (@idfonline) October 1, 2024
El portavoz de las FDI para los medios árabes, Avichay Adraee, advirtió esta madrugada que “en el sur del Líbano se están produciendo intensos combates, durante los cuales los miembros de Hezbollah están explotando el entorno y la población civiles como escudos humanos para lanzar ataques”. “Por su seguridad personal, le pedimos que no mueva vehículos del área norte al área sur del río Litani”, remarcó.
Al menos cinco muertos en un ataque israelí contra un campamento de refugiados en Líbano
Al menos cinco personas murieron tras el ataque de las fuerzas armadas israelíes a un campamento de refugiados de Ein el-Hilweh al sur de Líbano, donde viven más de 100 mil palestinos y donde supuestamente estaba el líder de Al-Aqsa, el brazo armado de Fatah, Munir Al-Maqdah. Según la televisión libanesa, su casa era el objetivo israelí.
Israel también atacó plantas de fabricación de armas y otra infraestructura de Hezbollah en los suburbios del sur de Beirut, después de pedir la evacuación de varias zonas del Dahye, bastión de la milicia en la capital libanesa.
«Antes del ataque, se tomaron numerosas medidas para mitigar el riesgo de daño a los civiles, incluyendo la emisión de avisos, el uso de municiones precisas y la vigilancia aérea», dijeron las fuerzas israelíes, un mensaje idéntico al que utilizan cuando atacan infraestructura civil en la Franja de Gaza.
En la capital de Líbano, Israel dio el viernes un devastador golpe a Hezbollah al asesinar a su jefe, Hassan Nasralaha.
Aunque el alcance de la primera noche de ofensiva terrestre todavía se desconoce, el Ministerio de Salud libanés alertó poco antes de que comenzara que al menos 95 personas han muerto y 172 han resultado heridas en las últimas 24 horas debido a diferentes ataques israelíes.
Estas cifras se suman a las más de mil personas que han muerto y alrededor de un millón que han tenido que huir de sus casas en las últimas dos semanas ante la campaña de bombardeos de Israel dirigida principalmente contra el sur y el este del Líbano, pero también contra el extrarradio sur de Beirut.
La respuesta de Hezbollah en la frontera con Israel
Hezbollah, por su parte, afirmó en un comunicado la pasada medianoche que intensificó los ataques contra las tropas israelíes que se concentraban en la frontera y el IDF confirmó que se lanzaron 10 proyectiles desde el Líbano.
La formación libanesa informó en sendos comunicados de que desplegó un ataque de artillería y otro con una andanada de cohetes contra grupos de soldados israelíes en la localidad de Metula, en las áreas fronterizas del norte de Israel y declarada la víspera como «zona militar cerrada».
El Ejército israelí indicó que las sirenas comenzaron a sonar en esa región y aseguró que la mayoría de los proyectiles fueron interceptados y otros cayeron en zonas abiertas sin causar daños.
El número dos del movimiento islamista libanés, Naim Qasem aseguró recientemente que están “listos si los israelíes deciden entrar” en su territorio y que sus “fuerzas de la resistencia están listas para una confrontación terrestre». Prometió, además, continuar luchando «en apoyo a Gaza», donde el ejército israelí lleva a cabo una ofensiva desde el 7 de octubre de 2023 en respuesta al ataque de Hamás.
Se trata de la primera invasión israelí a Líbano en casi dos décadas, después de las ejecutadas en 1978, 1982 y 2006.
Con información de EFE y AFP.