Insólita situación se vivió este lunes en Río de Janeiro, en el marco de la Cumbre del G20, cuando los organizadores de la tradicional foto de familia avanzaron con la toma de la fotografía pese a que se encontraban ausentes tres líderes claves: Joe Biden (Estados Unidos), Giorgia Meloni (Italia) y Justin Trudeau (Canadá).
Más insólito aún fue cuando las cámaras de televisión registraron al presidente de Estados Unidos y a los premiers de Italia y Canadá ingresar al área donde se tomaba la fotografía apenas segundos después de que finalizara el posado.
El hecho implica un desaire diplomático de gravedad por tratarse de tres autoridades de países que integran el G20, al tiempo que la demora de Biden, Meloni y Trudeau fue de apenas segundos.
Desaire diplomático en la toma de la foto de familia del G20. Foto Reuters / Ricardo MoraesA los tres líderes se los vio luego retirarse del recinto juntos, con gestos apenados por haberse perdido la fotografía de familia.
Según informó más tarde la agencia ANSA, consignando al canal brasileño Globonews, la ausencia de Biden, Meloni y Trudeau se debió a una falla del ceremonial y la fotografía se volverá a tomar mañana a pedido del presidente estadounidense. El presidente Lula da Silva aceptó el pedido de Biden de volver a tomar la fotografía.
La ubicación que ocupa cada líder en el posado no es azarosa. El presidente anfitrión toma el lugar central y son claves quiénes se ubican a su alrededor. En el caso de Lula da Silva estuvo acompañado por sus pares del grupo BRICS que se tomaron las manos al momento de inmortalizar la imagen.
Una fila por detrás del anfitrión se ubicó Javier Milei. A cada lado del Presidente estuvieron el francés Emmanuel Macron, con quien se lo vio conversar animadamente luego de la visita oficial que realizó el galo el último fin de semana a la Argentina, y el portugués Luis Montenegro.
Milei posó junto a Macron en laf foto de familia del G20. Foto AP / Eraldo PeresEl atajo de Joe Biden al inicio de la cumbre del G20
El recinto donde se llevó a cabo la cumbre fue un auténtico búnker vallado a varios kilómetros a la redonda y plagado de blindados militares. Lula no le hizo fácil a sus pares llegar hasta allí.
Los mandatarios y el resto de autoridades de alto rango tuvieron que recorrer un puñado de metros sobre una alfombra roja que acababa en subida, en una estructura similar a la del Palacio de Planalto, sede del Gobierno brasileño, en Brasilia.
La foto oficial del G20, sin Biden, Trudeau ni Meloni.En lo más alto esperaba Lula, junto con su esposa Rosângela da Silva. Todos los líderes tuvieron que afrontar el desafío de tener que subir a pie en traje.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ambos ya en los 70 años, lo consiguieron a su ritmo. El líder chino, Xi Jinping, también; así como la mexicana Claudia Sheinbaum.
El único que evitó la subida fue el presidente de Estados de Estados Unidos, Joe Biden, quien optó por otra ruta, según la transmisión oficial del G20.
A Lula le agarró un poco desprevenido y alguien de protocolo tuvo que acercarse a él para señalarle por dónde iba a venir su par estadounidense.
Con información de la agencia EFE
