Kamala Harris trató de recordarles a los estadounidenses el martes cómo había sido la vida durante el gobierno de Donald Trump y luego ofreció a los votantes un camino distinto si la llevan a la Casa Blanca, en un discurso anunciado como cierre de su campaña por la presidencia.
“Siempre los escucharé, incluso si no votan por mí”, dijo ante una enorme multitud que se extendía desde el parque conocido como la Elipse, cercano a la Casa Blanca, hasta el Monumento a Washington.
Mientras las encuestas muestran un escenario de virtual empate entre la vicepresidenta demócrata y el ex mandatario republicano, Harris lanzó sus últimos cartuchos para tratar de convencer a la crucial masa de votantes indecisos.
Aquí, algunos momentos clave de su discurso de media hora:
El lugar elegido
Harris decidió hablar desde la Elipse a propósito. Es el mismo lugar de Washington donde Donald Trump contribuyó a incitar a una turba que atacó el Capitolio el 6 de enero de 2021.
Una multitud en el National Mall, el emblemático parque cerca de la Casa Blanca, en Washington. Foto: BLOOMBERG Pero la vicepresidenta no dedicó gran parte de su discurso a la violencia de aquel día, sino que utilizó el parque ubicado entre Constitution Avenue y la Casa Blanca más como telón de fondo, recordatorio silencioso de las diferentes opciones a las que se enfrentan los estadounidenses.
“Donald Trump ha pasado una década tratando de mantener a los habitantes de los EE.UU. divididos y temerosos unos de otros”, dijo, y agregó que quiere volver a la Casa Blanca “no para centrarse en los problemas de ustedes, sino en los de él”.
Los argumentos
Harris pasó años trabajando como fiscal. Fue procuradora general de California antes de convertirse en senadora. Y suele decir en campaña que sólo ha tenido un cliente: el pueblo. Ante sus seguidores en Washington, habló de su trabajo pasado contra estafadores, delincuentes violentos que maltrataban a mujeres y niños, y cárteles que traficaban armas y seres humanos.
Dijo que llevaría a la Casa Blanca su instinto de protección.
“Hay algo en el hecho de que las personas sean tratadas de manera injusta o pasadas por alto que me afecta particularmente”, señaló.
«No soy perfecta»
A una semana de las elecciones, Harris reconoció que “sé que muchos de ustedes sólo están empezando a saber quién soy”.
La candidata demócrata lleva sólo tres meses en una campaña comprimida que se lanzó después que el presidente Joe Biden abandonara la contienda. Harris todavía se enfrenta a votantes que dicen querer saber más sobre ella y la forma en que gobernará. Así que el martes dedicó parte del tiempo a hablar de su carrera, sus objetivos y sus antecedentes.
“Voy a ser sincera con ustedes: no soy perfecta. Cometo errores. Pero les prometo lo siguiente: siempre voy a escucharlos, aunque no me voten”.
El masivo acto de Kamala Harris, este martes en la capital de Estados Unidos. Foto: BOOMBERG Salud, vivenda y derecho al aborto
La candidata demócrata dedicó buena parte de su discurso a hablar de las políticas que implementaría si llegara a la Casa Blanca, entre ellas ayudar a quienes son dueños de una vivienda por primera vez con el pago inicial y a la llamada “generación sándwich” de adultos que cuidan de hijos pequeños y padres mayores permitiendo que el cuidado de los ancianos sea financiado por el sistema Medicare.
Dijo que haría esfuerzos para lograr que se sancione un proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza que fracasó el año pasado después que Trump animara a los republicanos del Congreso a dejar que perdiera estado parlamentario.
Y prometió que trabajaría para recuperar las garantías de derecho al aborto. “Lucharé para restaurar lo que Donald Trump y su juez de la Corte Suprema elegido a dedo les quitaron a las mujeres de Estados Unidos”, dijo Harris.
La Corte Suprema, con tres jueces nombrados por Trump, anuló las garantías federales del aborto en 2022. Desde entonces, el aborto ha pasado a ser uno de los temas más movilizantes para la base demócrata en las elecciones de 2024.
“El primer día, si es elegido, Donald Trump entrará a esa oficina con una lista de enemigos”, dijo. “Cuando yo sea elegida, entraré con una lista de tareas pendientes”.
«Desquiciado» y «tirano de poca monta»
La Elipse es una extensión de césped situada entre la Casa Blanca y el Monumento a Washington que desde hace tiempo acoge actos políticos y tradiciones nacionales, como el encendido anual del árbol de Navidad. El martes, el espacio estaba abarrotado. La multitud se esparció por el National Mall en dirección al Monumento a Washington, donde se instalaron pantallas gigantes y altavoces para que la gente pudiera oír y ver desde lejos.
Los vítores de la bulliciosa multitud podían oírse desde la entrada a la Casa Blanca. El equipo de Harris dijo que se trataba de su acto de campaña más nutrido hasta la fecha. La candidata ya ha llenado estadios y otros recintos con seguidores durante sus actos de campaña.
A Harris le gusta provocar a Trump por el número de asistentes, algo que preocupa especialmente al líder republicano, que dijo que el equipo de campaña de la vicepresidenta el martes tuvo que llevar gente en micros para llenar el espacio.
Harris ha llamado a Trump “desquiciado” e “inestable”. Ahora añade “tirano de poca monta”.
Harris redujo las críticas a Trump a una expresión: “tirano de poca monta”.
Advirtió que Trump es un hombre dominado por las quejas, que se centraría en sí mismo y en su “lista de enemigos” cuando llegara a la Casa Blanca. Se remontó a la fundación de la nación, cuando los estadounidenses lucharon por la libertad, y luego pasó rápida revista a décadas de duras batallas por los derechos civiles.
“No lucharon, se sacrificaron y dieron su vida sólo para vernos ceder nuestras libertades fundamentales. No lo hicieron sólo para vernos sometidos a la voluntad de otro tirano de poca monta”, dijo. “Nosotros, este Estados Unidos de América, no somos un recipiente para los planes de aspirantes a dictadores”.
Kamala Harris busca captar el voto de los indecisos, cuando faltan pocos días para las elecciones en EE.UU. Foto: REUTERS Joe Biden y una polémica
Momentos antes de que Harris hablara, Joe Biden reaccionaba en una llamada de campaña a un cómico que llamó “basura” a Puerto Rico durante un acto de campaña de Trump que tuvo lugar el fin de semana pasado. El presidente dijo: “La única basura que veo flotando ahí fuera son sus partidarios”.
Biden se había unido a una llamada nacional organizada por el grupo de defensa Voto Latino. El mandatario instó a los participantes en la convocatoria a “votar para mantener a Donald Trump fuera de la Casa Blanca”, y añadió: “Es un verdadero peligro no sólo para los latinos, sino para todas las personas”.
Las declaraciones de Biden fueron rápidamente aprovechadas por los republicanos, que dijeron que estaba denigrando a los partidarios de Trump, una distracción para Harris cuando está tratando de llegar a los votantes del Partido Republicano.
Biden envió rápidamente un mensaje a través de las redes sociales para aclarar sus palabras.
“Su demonización de los latinos es inconcebible”, dijo Biden sobre Trump. “Eso es todo lo que quería decir”.
El “alegato final”
El acto de Harris se presentó como un final de campaña destinado a plantear con crudeza las opciones que tienen los votantes la próxima semana.
Pero dista mucho de ser el último acto de campaña de Harris. La candidata todavía recorrerá todos los estados disputados planteando sus últimos argumentos a los votantes.
Este miércoles tenía previsto encabezar actos en Wisconsin, Carolina del Norte y Pensilvania, y el jueves se presentará en Arizona y Nevada. Se esperan más actos antes de la jornada electoral.
Fuente: The Associated Press
Traducción: Elisa Carnelli
