Una cantidad de países se turnaron para rechazar un nuevo pero vago borrador publicado este jueves, que intenta sentar las bases de cualquier acuerdo alcanzado en las negociaciones climáticas de Naciones Unidas sobre fondos para que los países en desarrollo hagan la transición a energía limpia y se adapten al cambio climático.
El borrador omite un punto crucial: cuánto pagarán las naciones ricas a los países pobres. En el hueco para la cantidad mínima que los donantes están dispuestos a pagar aparece sólo un marcador de posición “X”. Parte del motivo es que las naciones ricas aún no han hecho una oferta en las negociaciones.
Así que la presidencia de Azerbaiján, el país anfitrión, con su paquete de propuestas presentado al amanecer, logró unir a un mundo fracturado en torno al cambio climático, pero sólo en su inquietud y desagrado absoluto por el plan.
Los negociadores en la COP29 en Bakú tratan de cerrar la brecha entre los 1,3 billones de dólares que el mundo en desarrollo dice que se necesitan en financiamiento climático y los pocos cientos de miles de millones que los negociadores dicen que las naciones más ricas han estado dispuestas a pagar.
La disputa por miles de millones de dólares
La ausencia de cifras decepciona a muchos. Expertos independientes afirman que se necesita al menos un billón de dólares en financiación para ayudar a la transición de los combustibles fósiles que calientan el planeta hacia energías limpias como la solar y la eólica, adaptarse mejor a los efectos del cambio climático y pagar por las pérdidas y daños causados por el clima extremo.
La ministra de Medio Ambiente de Colombia, Susana Mohamed, afirmó que sin una cifra ofrecida por los países desarrollados, “no estamos negociando nada”.
El panameño Juan Carlos Monterrey Gómez calificó la “falta de compromiso con la transparencia como una bofetada a los más vulnerables”.
“Es simplemente una absoluta falta de respeto hacia los países que están soportando la peor parte de esta crisis”, dijo. “Los países desarrollados deben dejar de jugar con nuestras vidas y poner sobre la mesa una propuesta financiera seria y cuantificada”.
Gómez enumeró los lugares donde los negociadores trabajaron en el tema: Sudáfrica, Alemania, Filipinas, Egipto, Austria, Suiza, Dubai, Colombia y algunas veces aquí en Bakú, y preguntó: “Por el amor de Dios, ¿cuál es la próxima parada? ¿Marte? ¿Necesitamos ir al espacio exterior para obtener una cifra cuantitativa de nuestros países desarrollados para poder empezar a negociar aquí?»
Esa Ainuu, de la pequeña isla de Niue en el Pacífico, también criticó la falta de una cantidad en el borrador del acuerdo.
“Para nosotros en el Pacífico, esto es fundamental”, sostuvo Ainuu. “No podemos escapar al desierto. No podemos escapar a otro lugar. Esta es la realidad para nosotros. Si las finanzas no aportan nada positivo, (entonces) ¿por qué venimos a la COP?”
Mohamed Adow, director del grupo de expertos Power Shift Africa, también expresó su decepción por la falta de una cifra.
“Necesitamos un cheque, pero lo único que tenemos ahora es una hoja de papel en blanco”, subrayó.
Iskander Erzini Vernoit, director del centro de estudios marroquí sobre el clima Iniciativa Imal para el Clima y el Desarrollo, dijo estar “sin palabras por lo decepcionados que estamos en esta etapa, por haber llegado tan lejos sin cifras serias sobre la mesa y un compromiso serio por parte de los países desarrollados”.
Incluso el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, indicó: «No creo que se pueda seguir y seguir sin aclarar los aspectos clave de la negociación”.
Un borrador «desequilibrado» e «inaceptable»
Al presentar el plan, el negociador principal Yalchin Rafiyev recalcó lo equilibrado que era la propuesta, pero todos los bandos seguían diciendo que era cualquier cosa menos equilibrado y señalaban que el tiempo se estaba agotando.
“Nos gustaría corregir el equilibrio. Está completamente sesgado”, dijo la delegada de Pakistán, Romina Khurshid Alam.
El enviado climático de la UE, Wopke Hoekstra, calificó el borrador de “desequilibrado, inviable e inaceptable”.
Y Xia Yingxian, que integra la delegación de China, también afirmó que el borrador actual contiene muchas partes “insatisfechas e inaceptables”.
En un comunicado, la presidencia de la COP29 subrayó que los borradores “no son definitivos”.
“La puerta de la presidencia de la COP29 siempre está abierta, y recibimos de buen grado cualquier propuesta de mediación que las partes deseen presentar”, señaló la presidencia en un comunicado. Añadió que las posibles cifras para un objetivo financiero se publicarán en la próxima versión del borrador.
El presidente de la COP29, Mukhtar Babayev, convocó un qurultay -una reunión tradicional en Azerbaiján- donde los negociadores hablaran para escuchar a todos los lados y buscar un compromiso. “Después de escuchar todas las opiniones, delinearemos un camino a seguir respecto a futuras iteraciones”, prometió.
Combustibles fósiles y transición energética
Otras áreas que se están negociando incluyen compromisos para reducir los combustibles fósiles que calientan el planeta y cómo adaptarse al cambio climático. Pero también han visto poco movimiento.
Las naciones europeas criticaron el paquete de propuestas por no ser lo suficientemente fuerte en reiterar el llamado del año pasado a una transición para alejarse los combustibles fósiles.
“El texto actual no ofrece ningún progreso” en los esfuerzos para reducir las emisiones de gases que atrapan el calor del mundo, señaló la jefa de la delegación alemana, Jennifer Morgan. “Esto no puede y no debe ser nuestra respuesta al sufrimiento de millones de personas en todo el mundo. Debemos hacerlo mejor”.
El enviado climático de Estados Unidos, John Podesta, dijo estar sorprendido de que “no hay nada que lleve adelante los… resultados acordados el año pasado en Dubái”.
Estados Unidos, el mayor emisor histórico de gases de efecto invernadero del mundo, ha jugado un papel menor en las conversaciones mientras se prepara para otra presidencia de Donald Trump.
Días antes, las 20 economías más grandes se reunieron en Brasil y no mencionaron el llamado a la transición de los combustibles fósiles. Guterres, quien estuvo en esa reunión, dijo que el lenguaje oficial es una cosa, pero la realidad es otra.
“No habrá manera” de que el mundo pueda limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius “si no hay una fase de combustibles fósiles”, aseguró Guterres en una conferencia de prensa el jueves.
También el jueves, la UE, México, Noruega y varios otros países anunciaron que publicarán planes para reducir rápidamente las emisiones durante la próxima década a fin de cumplir con el objetivo del histórico acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius por encima de los tiempos preindustriales, aunque no detallaron cómo se realizarán esas reducciones.
Según el acuerdo, los países deben detallar sus planes voluntarios para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a principios del próximo año.