Aunque la zona se convirtió en un polvorín desde el pasado 7 de octubre, cuando Hamas irrumpió en Israel matando y secuestrando cientos de civiles, hubo cuatro acontecimientos recientes que precipitaron el ataque este martes de Irán sobre Israel. La última escalada comenzó con las explosiones de beepers -viejos dispositivos de mensajería que aún utilizan los terroristas- en el Líbano y siguió el sábado con la muerte de Hassan Nasrallah, jefe máximo de Hezbollah.
Una explosión masiva y simultánea de beepers -equipos buscapersonas también conocidos como pagers- ocurrida el 17 de septiembre en Siria y el Líbano tuvo como blanco miembros del grupo terrorista chiita libanés Hezbollah. Hubo once muertos y casi 4.000 heridos. Con el respaldo de Irán, Hezbollah culpó a Israel por las explosiones y prometió que esa operación tendría un «justo castigo».
Según las primeras versiones oficiales, los pagers que explotaron formaban parte de un cargamento que «llegó recientemente» al Líbano. El líder de Hezbollah, Hasán Nasrala, ya había advertido a los miembros del grupo que no llevaran teléfonos celulares, diciendo que podrían ser utilizados por Israel para rastrear sus movimientos y llevar a cabo ataques selectivos.
Un día después del estallido de beepers, fue el turno de los walkie talkies y diversos aparatos tecnológicos. Al menos 20 personas murieron y unas 450 resultaron heridas en el Líbano. Algunos de los aparatos estallaron en los funerales de las víctimas del día anterior.
La agencia Reuters citó una fuente que indicó que los walkie talkies se habían comprado hace 5 meses, para la misma fecha en que se adquirieron los beepers que estallaron el día anterior.
Israel mató a Hassan Nasrallah, líder terrorista de Hezbollah, durante un ataque aéreo nocturno de precisión en la capital del Líbano. Ocurrió mientras la cúpula del grupo mantenía una reunión en su cuartel general en Dahiyeh, al sur de Beirut.
En un comunicado difundido horas después, el ejército israelí señaló que junto a Nasrallah murieron otros miembros de Hezbollah, entre ellos, Ali Karki, comandante del Frente Sur del grupo shiita, que se encontraba también en la sede central del movimiento en los suburbios sur de Beirut.
La organización islamista Hamas informó la muerte de su líder en Líbano, el comandante Fatah Sharif Abu Al Amin, en otro bombardeo israelí en el sur del país árabe en el que, asegura, también murieron su esposa, su hijo y su nuera.
El Ejército de Israel confirmó la muerte de Sharif horas después, en un comunicado en el que lo acusó de ser responsable del reclutamiento de combatientes en Líbano y de la adquisición de armas.
Sharif trabajaba para la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) como director de un instituto en el campamento de Al Bass, pero fue suspendido en marzo junto al director del campamento por violar sus normas de neutralidad.