El viernes debía ser un gran día para la primera ministra italiana Giorgia Meloni. Pero no pudo ser. Debía ir al sur del Líbano a saludar a los dos mil cascos azules italianos y trasmitirles la firme solidaridad del gobierno de Roma ante los veinte incidentes sufridos en la UNIFIL, la fuerza de interposición de las Naciones Unidas, por parte de las fuerzas de invasión israelíes que quieren echarlos y tener «cancha libre» para atacar con bombardeos y ataques por tierra a las guerrillas libanesas de Hezbollah.
La jornada se agotó primero en una visita en Amman al rey de Jordania Abdulá II y después llegó Beirut, la capital del Líbano, donde la recibió el presidente de la República Najib Mikati.
Viernes sombrío para Meloni, en Beirut. Foto: EFEMeloni no fue al sur como muchos esperaban. Eso sí, prometió a algunos oficiales italianos presente en Beirut que pronto irá a visitarlos. Pero no hoy.
El rechazo al plan migratorio
La jornada se venía ensombreciendo después que el Tribunal de Roma produjo un terremoto político cuando emitió una sentencia en la que consideró “no válida” la retención de 12 migrantes trasladados a Albania como parte de un pacto con el gobierno de Tirana que a caro precio armó con Italia una curiosa gestión migratoria en un centro de internación.
Este viernes llegaron 16 migrantes salvados en el Mediterráneo derivados al centro de retención de Gjadar. Cuatro no estaban en regla.
El diputado italiano Riccardo Magi fue el primero en viajar a Albania para supervisar los polémicos centros a los que el Gobierno de Giorgia Meloni envía a los inmigrantes. Foto: EFELa decisión del Tribunal de Roma descalabró los propósitos del gobierno que consistía en mantener grupos de inmigrantes más alla de las fronteras italianas en suelo albanés, obviamente con todos los gastos a cargo de los italianos.
La justicia romana estableció que “los dos países de donde proceden los inmigrantes, Bangladesh y Egipto, no son seguros”. Por tanto los inmigrantes que fueron llevados a Albania, este sábado retornarán al suelo italiano.
La sentencia está en línea con un fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE), que puso en cuestión el sistema para trasladar personas elegido por Italia y Albania, un país que no forma parte de la UE
El golpe ha sido muy duro para el gobierno Meloni que acababa de enviar a Albania al primer grupo de 16 migrantes rescatados en el Mediterráneo. El pastiche que enfrenta Meloni pone en cuestión todo el sistema puesto en marcha por la premier de derecha y sus socios, tras encendidas discusiones con la oposición.
El barco italiano Libra lleva a Albania al primer grupo de 16 migrantes rescatados en el Mediterráneo. Foto: AP Meloni había puesto en marcha el acuerdo que “externalizaba” en territorio albanés las gestiones de recibimiento, petición de asilo y posible expulsión de los migrantes que tratan de llegar al territorio italiano.
La Marina italiano se ocupó de los dos centros de recepción y retención en Albania que Italia armó de acuerdo con el gobierno de Tirana. Los traspiés estuvieron al orden del día porque además se determinó que de los 16 migrantes trasladados había cuatro que ttenían perfiles no aptos. Dos eran menores, y otras dos venían de países no seguros.
Meloni en Beirut tuvo que afrontar el problema. “Es difícil trabajar cuando tienes a una parte de las instituciones en contra”, contraatacó. Dijo que insistirá para demostrar que las medidas que propone su gobierno enderezarán el enorme problema de la inmigración.
La jefa del principal partido de la oposición de centroizquierda, el Partido Demócrata, Ely Schlein, dijo que “deben desmantelar todo y pedir disculpas a los italianos”.
«Más que un modelo el acuerdo que han hecho con Albania es un pacto ilegal”, dijo Schlein.
El ex primer ministro Matteo Renzi, afirmó que “Meloni ha desperdiciado mil millones de euros para transportar a pocas docenas de migrantes de ida y vuelta a Albania». Otros dirigentes políticos se enfrentan con el ministro del Interior y piden la renuncia de Matteo Piantedosis, quien reaccionó afirmando: “Apelaremos en todas las instancias judiciales para demostrar que hemos hecho bien las cosas”.
