En plena tensión con Rusia por el desplazamiento de misiles de largo alcance en Ucrania, la Marina Real británica y la Fuera Aérea siguieron a varios barcos y submarinos rusos, a través del Canal de la Mancha, durante esta semana.
El HMS Iron Duke y el HMS Tyne han seguido a cuatro buques rusos, a través de aguas del Reino Unido en los últimos días, cuando los aviones de la RAF interceptaron un bombardero estratégico ruso el miércoles.
Los buques de guerra de la Marina han seguido de cerca los avances rusos para «proteger la seguridad nacional» mientras cuatro barcos navegaban por el Canal y el Mar del Norte.
El miércoles también se enviaron dos Typhoon de la RAF desde la RAF Lossiemouth, apoyados por un Voyager de la RAF Brize Norton, para interceptar aviones rusos Bear-F.
El HMS Iron Duke siguió de cerca al submarino de clase Kilo Novorossiysk y al remolcador que lo apoyaba, Evgeny Churov, a través del estrecho de Dover y hacia el Atlántico
Un destructor ruso lanza un torpedo, durante ejercicios navales en Rusia. Foto: APAmenazas de Rusia
El presidente ruso, Vladimir Putin, presidió una reunión con miembros del Consejo de Seguridad por videoconferencia en la residencia estatal de Novo-Ogaryovo, en las afueras de Moscú este viernes.
«Es probable que la isla llamada Gran Bretaña se hunda en los próximos años», publicó Dmitry Medvedev, el ex presidente ruso, en su cuenta personal de redes sociales. «Nuestros misiles hipersónicos ayudarán si es necesario», dijo.
La amenaza de Medvedev contra Gran Bretaña se produce tras una serie de declaraciones de los propagandistas de Putin, que exigen ataques nucleares para ahogar al Reino Unido bajo tsunamis, provocados por sus misiles hipersónicos o el dron submarino Poseidon de alta velocidad.
Putin ha advertido a Gran Bretaña y otros partidarios occidentales de Ucrania que se enfrentan a las más duras consecuencias si permiten que Ucrania lance misiles de largo alcance, suministrados por la OTAN, contra objetivos militares en el interior de Rusia.
El presidente ruso Vladimir Putin eleva el tono de sus amenazas a Ucrania y sus socios de Occidente. Foto: APLa defensa británica
John Healey, el secretario de Defensa británico, dijo que los «esfuerzos de la Marina Real y la RAF durante las últimas dos semanas demuestran su compromiso desinteresado con la protección de nuestra seguridad nacional».
«Este gobierno está comprometido a hacer que el Reino Unido sea seguro en casa y fuerte en el exterior», añadió en una declaración.
«Quiero agradecer a los miembros de nuestras fuerzas armadas que participaron en esta operación. Su profesionalismo y habilidad se pusieron de manifiesto al trabajar en perfecta armonía con nuestros aliados de la OTAN para mantener los estándares internacionales», dijo.
Coordinación con la OTAN
La Armada trabajó con sus aliados de la OTAN para coordinar el seguimiento del submarino de clase Kilo Novorossiysk y su remolcador de apoyo Evgeny Churov, a través del estrecho de Dover y hacia el Atlántico.
La cuidadosa operación comenzó a principios de septiembre, cuando el buque de guerra canadiense HMCS Shawinigan, escoltó al submarino con motor diésel y su buque de apoyo mientras navegaban desde el Báltico y se dirigían hacia el Mar del Norte.
El buque de patrulla canadiense entregó las tareas de monitoreo a la Marina Real mientras los buques rusos se acercaban al concurrido estrecho de Dover.
Desde allí, el HMS Iron Duke aseguró una vigilancia constante de los dos buques, utilizando sus numerosos sensores, incluido su helicóptero Wildcat, del Escuadrón Aéreo Naval, en el aire.
El submarino ruso permaneció en la superficie durante toda la operación.
Una vez que los buques rusos pasaron las aguas del Reino Unido, el HMS Iron Duke entregó las tareas de seguimiento a la Marine Nationale francesa frente a la costa noroeste de Francia, donde la fragata FS Auvergne asumió la misión.
El barco regresó inmediatamente al Mar del Norte para una operación casi idéntica, esta vez con la corbeta de clase Steregushchiy Stoiky y el petrolero MT Yaz mientras se acercaba a Dover, asumiendo las tareas de seguimiento de la Armada belga, cuyo buque patrullero BNS Castor había estado de vigilancia hasta ese momento.
La RAF británica también fue llamada para rastrear un avión Tupolev Tu-95 ruso.
