El alerta llegó desde dentro mismo de la embajada argentina en Caracas, en la tarde de este sábado. Pedro Urruchurtu Noselli -uno de los seis dirigentes cercanos a la opositora María Corina Machado que llevan ocho meses refugiados allí- denunció la presencia de fuerzas del régimen de Nicolás Maduro en las inmediaciones de la sede diplomática. «Sobrevuelan drones«, informó, minuto a minuto, desde las redes sociales.
Tras la autoproclamación presidencial del chavista, el edificio diplomático quedó bajo control de Brasil, con los asilados adentro. El dirigente opositor -uno de los perseguidos por Maduro- apuntó la DAET (la policía nacional bolivariana) y contra el Sebin (el temible Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional) por su presencia en las inmediaciones del lugar de asilo, mientras que compartió videos del patrullaje intimidatorio.
Habló de la presencia de «funcionarios encapuchados de la DAET con armas largas» y denunció también que se bloqueó la señal de internet y datos móviles en la zona.
Dos horas después de sus primeros reportes, Urruchurtu Noselli, quien vive refugiado en la embajada desde el pasado 20 de marzo, brindó un nuevo reporte en la red social X. «Continúa la situación de asedio en la residencia. Permanecen los funcionarios encapuchados, los drones y la señal de telefonía celular bloqueada«, escribió en el mensaje, que estuvo acompañado por un video en el que se ve a una patrulla fuera del edificio.
El episodio tuvo la reacción de la Cancillería Argentina, que condenó el asedio desde sus cuentas oficiales en redes.
«La República Argentina condena los actos de hostigamiento e intimidación contra las personas asiladas en la Embajada argentina en Caracas, actualmente bajo la protección diplomática del gobierno de Brasil», sostuvo en un comunicado la cartera diplomática.
«El despliegue de efectivos armados, el cierre de calles alrededor de nuestra Embajada y otras maniobras constituyen una perturbación de la seguridad que debe garantizarse a las sedes diplomáticas de conformidad con el derecho internacional, así como a quienes han solicitado asilo diplomático», apuntó el ministerio a cargo de Gerardo Werthein.
En ese sentido, el Gobierno hizo «un llamado a la comunidad internacional para condenar estas prácticas y exigir los salvoconductos necesarios que permitan la salida de las personas asiladas del país».
Cancillería reiteró su agradecimiento «con el gobierno de Brasil por representar los intereses argentinos en Venezuela, asumiendo la protección de los locales diplomáticos, y por sus esfuerzos para garantizar la seguridad de los asilados frente al hostigamiento del régimen venezolano».
Y finalizó el comunicado con un mensaje de «compromiso con la defensa de los derechos humanos, el respeto de las normas internacionales y la seguridad de quienes se encuentran en situación de asilo».