El martes, al final del debate presidencial, la vicepresidenta Kamala Harris afirmó algo que podría haber sorprendido a algunos espectadores:
La declaración de Harris se produjo en respuesta a una acusación del expresidente Donald Trump de que “tiene un plan para confiscar las armas de todos”.
Harris señaló su historial de posesión de armas, así como el de su candidato a vicepresidente, el gobernador de Minnesota Tim Walz.
“Este asunto de quitarle las armas a todo el mundo, Tim Walz y yo somos propietarios de armas”, dijo.
“No le vamos a quitar las armas a nadie, así que dejen de mentir continuamente sobre este tema”.
Esta no es la primera vez que Harris habla de poseer un arma, un significante cultural que a lo largo de los años se ha asociado más a los republicanos que a los demócratas.
Cuando se postuló para la presidencia en las primarias demócratas de 2020, Harris, una exfiscal, dijo que tenía un arma por seguridad.
“Soy propietaria de un arma, y lo soy probablemente por la misma razón que mucha gente: por seguridad personal”, dijo a los periodistas en Iowa en 2019. “Fui fiscal de carrera”.
Al invocar su posesión de armas, Harris y Walz han intentado refutar la afirmación de que uno o bien apoya una interpretación de la Segunda Enmienda que no restringe las armas en los Estados Unidos o bien aboga por la confiscación total de las mismas.
Ambos demócratas han pedido algunas restricciones sobre quién puede poseer un arma y cómo se pueden comprar, y a menudo han reiterado esas peticiones después de tiroteos masivos.
Trump también posee armas, aunque el Departamento de Policía de Nueva York intentó revocar su permiso de portación oculta después de que fuera condenado por 34 delitos graves en mayo.
c.2024 The New York Times Company