He aquí un resumen de lo que hace la Administración Nacional de Seguridad Nuclear y las posibles razones por las que el gobierno de Trump tuvo que ajustar rápidamente algunos de los despidos.
Cuando la semana pasada se enviaron cartas de despido a empleados de todo el gobierno federal, el gobierno de Donald Trump afectó a una agencia encargada de la preparación del arsenal nuclear estadounidense.
La medida también puso los reflectores sobre la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA por su sigla en inglés), en la que probablemente pocos estadounidenses piensen a menudo, o nunca, pero que tiene una responsabilidad monumental.
He aquí un resumen de lo que hace esta desconocida agencia y las posibles razones por las que el gobierno de Trump tuvo que ajustar rápidamente algunos de los despidos:
¿Cuál es la misión de la agencia?
La Administración Nacional de Seguridad Nuclear mantiene, reacondiciona y protege las más de 3000 cabezas nucleares de Estados Unidos.
FOTO DE ARCHIVO: El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pronuncia un discurso durante un evento de ‘Unleashing American Energy’ en el Departamento de Energía en Washington, Estados Unidos, 29 de junio de 2017. REUTERS/Carlos Barria/File PhotoTambién supervisa la producción de nuevas cabezas nucleares.
Tiene un presupuesto anual de 25.000 millones de dólares y más de 57.000 empleados.
El Congreso también encargó a la agencia que frustrara la proliferación nuclear, investigara y desarrollara sistemas de propulsión nuclear para submarinos y dirigiera los laboratorios nacionales que proporcionan conocimientos científicos y de ingeniería clave para el sistema de armas nucleares estadounidense.
Entre esos laboratorios se encuentra el histórico Laboratorio Nacional de Los Álamos, en Nuevo México, donde se llevó a cabo el ultrasecreto Proyecto Manhattan durante la Segunda Guerra Mundial.
¿A qué departamento pertenece?
Confusamente, a pesar del papel fundamental que desempeña desde hace tiempo en la estrategia militar de defensa, la agencia pertenece al Departamento de Energía, y no al de Defensa.
En 2017, tras aceptar la oferta de desempeñar el cargo de secretario de Energía en el primer gobierno de Trump, Rick Perry se mostró desconcertado por el hecho de que el puesto implicara supervisar el mantenimiento y la producción de las armas más temibles del mundo.
¿Qué ocurrió la semana pasada?
El jueves, unos 300 empleados a prueba de la agencia de seguridad nuclear fueron despedidos, según personas familiarizadas con el asunto.
Un portavoz del Departamento de Energía rebatió esas cifras, afirmando que se había despedido a menos de 50 personas de la agencia y que la mayoría desempeñaban funciones administrativas y de oficina.
El viernes por la noche, al menos a algunos de los empleados despedidos de la agencia se les dijo que volvieran a sus puestos de trabajo, según una persona con conocimiento directo del asunto, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada a conversar sobre los despidos.
NBC News reportó que la agencia tuvo dificultades para ponerse en contacto con algunos empleados a los que quería reincorporar, al no poder encontrar información de contacto de esos trabajadores después de que se les cerraran sus cuentas de correo electrónico del gobierno federal.
¿Por qué es este un momento crítico para la agencia?
La agencia está intentando modernizar el arsenal de armas nucleares estadounidenses, el cual envejece rápidamente.
En 2024, la NNSA estaba llevando a cabo siete programas de modernización de cabezas nucleares para el Departamento de Defensa.
The New York Times informó el año pasado de que se preveía que el ejército estadounidense gastara aproximadamente 1,7 billones de dólares en revisar la infraestructura de armas nucleares y las cabezas nucleares que se diseñaron y construyeron varias décadas antes.
Eso significa que la agencia está supervisando la investigación, el desarrollo, las pruebas, el diseño, la producción y el mantenimiento de las nuevas cabezas nucleares y la infraestructura actualizada que requieren.
En 2024, la entonces administradora de la NNSA, Jill Hruby, dijo que a su agencia “se le estaba pidiendo que hiciera más que en ningún otro momento desde el Proyecto Manhattan”.
Los programas de modernización nuclear del Departamento de Defensa dependen de la capacidad de la NNSA para proporcionar cabezas nucleares “en el momento oportuno”, dijo Anya Fink, analista de la política de defensa estadounidense, en un reciente informe al Congreso.
¿Por qué preocupan las pérdidas de puestos de trabajo?
El Congreso ha expresado su preocupación por los problemas de contratación y retención de personal en la NNSA.
En abril de 2024, la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, declaró ante el Congreso que las bajas voluntarias de empleados cualificados en la agencia seguían siendo elevadas debido a las largas jornadas laborales y a la feroz competencia por los talentos por parte del sector privado.
Varios informes gubernamentales destacaron ese año los problemas de personal en toda la agencia y entre sus contratistas que fabrican componentes de cabezas nucleares.
La Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno, una agencia de vigilancia, estimó que para el ejercicio fiscal 2026 la NNSA tendría 200 puestos por debajo del nivel considerado necesario si no se ponía remedio.
“Nos enfrentamos a una gran demanda en un momento en el que nuestra empresa no está bien posicionada para satisfacerla”, dijo Hruby, el anterior administrador, en un discurso pronunciado cuatro días antes de la toma de posesión del presidente Trump.
Minho Kim cubre noticias de última hora y el cambio climático. Reside en Washington.
c.2025 The New York Times Company
