El Gobierno de Taiwán ha hecho llegar a su homólogo chino una denuncia muy seria. Según su servicio de inteligencia ocho empresas chinas han infringido la ley taiwanesa al reclutar ilegalmente a ingenieros que trabajan en empresas taiwanesas de fabricación de equipos de producción de circuitos integrados. Y, lo que es todavía más grave, la acusación contempla el robo de tecnologías patentadas. Esta no es la primera vez que se produce este tira y afloja entre China y Taiwán.
Una de las empresas involucradas en este conflicto es Naura Technology, que es junto a Shanghai Micro Electronic Equipment Group (SMEE) uno de los principales fabricantes chinos de equipos de litografía. Naura se ha defendido de las acusaciones de la Administración taiwanesa asegurando que su actividad en Taiwán cumple la regulación vigente. Además, ha negado de forma tajante haber robado talento a los fabricantes de equipos de litografía taiwaneses.
Este conflicto se está desarrollando en un escenario en el que China necesita urgentemente desarrollar su capacidad de fabricación de los equipos involucrados en la producción de semiconductores. Durante 2024 va a gastarse 50.000 millones de dólares en la compra de máquinas para fabricar chips, y se ve obligada a hacerlo debido a que los equipos de producción de circuitos integrados de origen chino están según varios expertos de la industria entre 5 y 10 años por detrás de sus competidores.
La joya de la corona de Taiwán es su estrategia de respaldo del talento
Los chips son fundamentales para el sostenimiento de la economía de Taiwán, y, por tanto, sus patentes vinculadas a la industria de los semiconductores tienen un valor incalculable. Aun así, el principal activo de las compañías taiwanesas que participan en el mercado de los circuitos integrados son sus ingenieros. Y el Gobierno está decidido a proteger su talento, de ahí que su servicio de inteligencia esté en alerta para evitar que se produzcan conflictos como el que acabamos de explorar en los párrafos anteriores.
Las empresas de semiconductores taiwanesas necesitan un suministro constante de ingenieros bien formados para sostener su crecimiento
Además, como os explicamos hace apenas unos días, las empresas de semiconductores taiwanesas, especialmente TSMC y UMC, necesitan un suministro constante de ingenieros bien formados para sostener su crecimiento. Su demanda actual no puede ser colmada solo con los estudiantes taiwaneses, lo que ha llevado a la NTU (Universidad Nacional de Taiwán) a poner en marcha un programa global de grado en semiconductores que, precisamente, persigue atraer a estudiantes extranjeros con talento. Arrancará por primera vez en septiembre de 2024.
Para acceder a este programa, que se imparte completamente en inglés, es necesario tener un expediente académico muy bueno, pero la Administración taiwanesa ofrece incentivos muy interesantes para atraer a estudiantes foráneos. El precio de la matrícula es bajo (sobre todo teniendo presente la calidad de este centro educativo), el Gobierno ofrece ayudas económicas tanto a los estudiantes como a sus padres, están disponibles durante la formación muchos centros de investigación, y, por último, los estudiantes tienen un empleo asegurado al concluir sus estudios en una de las compañías taiwanesas que participan en la industria de los circuitos integrados.
Imagen | ASML
Más información | Bloomberg
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