Alemania está viviendo una dura crisis en el sector del automóvil. Según los datos de la Agencia Federal de Empleo de Alemania, el 6,5% del empleo destruido este año en el país proviene del sector del motor. Sólo en julio de 2024, la producción de automóviles cayó un 8,1%, en comparación al mismo mes del año pasado.
Y las perspectivas no son especialmente buenas. Volkswagen, que emplea en alemana a unas 300.000 personas, ya ha alertado de que esperan una caída en su producción anual de medio millón de unidades, lo que equivale a la producción de dos plantas. En total, la industria del motor emplea en Alemania a unas 800.000 personas de manera directa.
Por supuesto, su crisis pasa por algo sencillo: despidos. En 87 años, la compañía no se había planteado esta medida en Alemania pero el escenario no es bueno. El país se aproxima a una recesión y sus coches eléctricos no están vendiendo, lo que tiene sus repercusiones directas en una industria que lo ha apostado todo al salto al coche eléctrico.
Ahora, conscientes de la importancia de esta pata en la foto global, sus políticos ya se han planteado devolver unas ayudas que se retiraron a finales de 2023 para tratar de reactivar las ventas de una tecnología que sigue sufriendo sin incentivos fiscales.
Se venden más coches, pero no los que quieren
Si echamos un ojo al volumen de matriculaciones en Alemania, lo cierto es que sus ventas en lo que llevamos de año han crecido un 4,3%. Entre enero y julio (últimos datos de ACEA disponibles), se vendieron 1.709.904 automóviles, por los 1.640.147 vehículos vendidos en el mismo periodo de 2023.
Pero si atendemos a los coches eléctricos vendidos, en ese mismo periodo de 2023 se vendieron 268.926, por los 214.887 coches eléctricos de este año. Es una caída del 20,1%. A ello hay que sumar la caída del peso del vehículo eléctrico en la fotografía general de las ventas de coches en Alemania.
La cuota de mercado de coches eléctricos entre enero y julio de 2023 era del 16,4%, por el 12,6% de este año. Las ventas marchan en caída libre. En julio se vendieron en el país 30.762 coches eléctricos, por los 48.682 automóviles completamente eléctricos del mismo mes de 2023. Es una caída del 36,8%. En cuota de mercado, se han pasado del 20% del mes de julio de 2023 al 12,9% en julio de 2024.
Los nubarrones son evidentes para una industria donde Volkswagen, uno de sus principales motores, está alertando de despidos masivos, ya redujo turnos y donde ha detenido el desarrollo de nuevas plantas dedicadas exclusivamente al coche eléctrico, como tenía planteado.
Las ventas del coche eléctrico se han desplomado en Alemania. La caída es del 20,1% en lo que llevamos del año y del 36,8% el pasado mes de julio
En los últimos días de 2023, el Gobierno alemán se vio obligado a retirar las ayudas a la compra como consecuencia de un entramado burocrático y legal que obligaba a ello. Entonces, Alemania era el país de Europa que más coches eléctricos vendía y tenía (dentro de la UE) la mayor cuota de coche eléctrico en sus ventas. Ahora, Francia empieza a pisarle los talones y, sobre todo, no ve cómo deja de aumentar su cuota de coches eléctricos que ya va por el 16,9%, mientras que entre enero y julio de 2023 era de un 15,2%.
Durante los primeros días del año, las compañías se exprimieron para llenar el mercado de ofertas que mantuviera vivo el ritmo. Pero meses después, lo cierto es que éste se está frenando en seco y los coches eléctricos vuelven a demostrar que necesitan del apoyo institucional para sacar adelante sus ventas.
El Ejecutivo ha aprobado un nuevo paquete de ayudas que permitirá a las empresas desgravarse el 40% de los coches eléctricos e híbridos enchufables. Se calcula que, solo en impuestos, el Gobierno dejará de ingresar 465 millones de euros entre 2024 y 2028, según cifras recogidas por Expansión.
Aunque de momento no habrá ayudas a la compra y los clientes particulares tampoco tendrán ningún tipo de ayuda para hacerse con estos coches eléctricos, el movimiento demuestra que la venta de este tipo de automóviles sigue estando demasiado unido al apoyo gubernamental.
En Francia, por ejemplo, el crecimiento en la venta de coches eléctricos no se puede entender sin medidas como las ayudas a las familias de menores recursos para la compra de este tipo de automóviles. Lo que también deja otra lectura: los coches eléctricos siguen siendo caros.
Si echamos cuentas, es fácil entender que quien tiene posibilidad de cargar su coche eléctrico en casa, a la larga ahorrará dinero. Es algo que se puede comprobar con nuestra calculadora. Pero en países como España, donde los coches más vendidos son vehículos de precios bajos, la barrera de entrada sigue siendo alta.
Especialmente porque un coche con motor de combustión y un precio bajo (Dacia Sandero y el Seat Ibiza suman dos de las tres posiciones del podio en nuestro país) dan un resultado polivalente. No serán los coches más cómodos para viajar ni los más espaciosos pero son prácticos en el día a día y permiten viajar sin las cávalas que hay que hacer con un eléctrico de batería pequeña.
La gran duda es si la industria conseguirá popularizar el coche eléctrico de los 25.000 euros. Esta «nueva generación» está llamada a popularizar el vehículo y hacer que nos vayamos olvidando de las ayudas para su venta. Sin embargo, las autonomías prometidas siguen siendo escasas y en muchos casos hablamos de vehículos casi exclusivamente urbanos.
Foto | Volkswagen
En Xataka | Volvo tenía una postura radical pro-coche eléctrico. Ha tenido que suavizar sus expectativas