En Queensland, un estado del noroeste de Australia, las autoridades están preocupadas por el bienestar de sus trabajadores. En el sentido más amplio y desacomplejado del concepto. Por eso en vez de centrarse en la prevención del estrés, las molestias cervicales y de visión o los accidentes al volante, problemas todos que pueden surgir durante una jornada laboral, su última campaña centra el foco en una cuestión mucho menos comentada pero igual de relevante: defecar sin complejos en la oficina. Su lema es rotundo: «Está bien cagar en el trabajo».
Aún es pronto para saber si la iniciativa ayudará a relajar los esfínteres de los trabajadores del estado de Queensland, pero de momento ya puede presumir de haber conseguido una visibilidad inesperada, dentro y fuera de Australia.
«¿Haces caca en el trabajo?» Lo sé, no es muy convencional, pero esa es la pregunta que hace unos días lanzó el Departamento de Salud de Queensland, en Australia, a los alrededor de 146.000 seguidores que suma en Instagram. Algo similar hizo desde su cuenta de Facebook, donde supera los 940.000.
Por si la cuestión no fuese suficientemente curiosa de por sí, la pregunta iba acompañada de un vídeo de tintes psicodélicos con delfines, unicornios, arcoíris y un lema rotundo: «It´s okay to poo at work» («No pasa nada por hacer caca en el trabajo»), mensaje publicado con un emoticono de una hez sonriente.
¿Y esa pregunta? Sencillo. Para tumbar tabúes. Y ayudar a la población, no poca, a la que le cuesta hacer sus necesidades en baños públicos o en la oficina, tienda o almacén en la que pasa la mayor parte del día. «A muchas personas les resulta difícil hacer caca en baños públicos, pero estamos aquí para decirte que, sin duda, ¡está bien hacer defecar en el trabajo!», insisten desde la oficina de salud del estado de Queensland. Quizás el tema sea algo incómodo, pero no menor.
El departamento advierte que «ignorar constantemente» a tu cuerpo y aguantarte las ganas de defecar puede acarrear consecuencias serias para la salud, incluidas la retención de heces, que acaban volviéndose duras y secas, o hemorroides, entre otros «problemas graves». «Es mejor dejarlas salir sin retenerlas», aconseja.
Atento a la parcopresis. Con su campaña las autoridades de Queensland, un estado de más de cinco millones de personas, no quiere solo concienciar y tumbar tabúes. Busca también visibilizar un condición no muy conocida: la parcopresis, el «síndrome del intestino tímido», que consiste básicamente en la dificultad para defecar en un entorno distinto al habitual, incluidas oficinas o restaurantes.
En un artículo publicado en 2019 en la revista Australian Jorunal of General Practice se se deslizaba que el problema podría ser más habitual de lo que se cree. Sus autores reconocían no tener constancia de censos sobre la parcopresis, pero recordaban que suele estar asociada a la paruresis, el «síndrome de la vejiga tímida», una condición con una prevalencia de entre el 2,8% y 16,4%.
Hay estudios que también demuestran que alrededor de dos de cada cinco personas padecen un trastorno de interrupción intestino-cerebro, lo que incluye afecciones como el síndrome del intestino irritable o estreñimiento funcional.
Objetivo: ponérselo más fácil. Con su pregunta a bocajarro y su vídeo de delfines y unicornios, Queensland aspira a dar más visibilidad a la parcopresis y compartir el calvario que supone una visita a un aseo público para las personas que lo padecen. «Sufren un miedo abrumador a ser juzgadas por los demás debido a los sonidos u olores de las heces. Como resultado, pueden experimentar síntomas como un aumento de frecuencia cardíaca, sudoración o náuseas», aclara.
Si de lo que hablamos es del trabajo, Simon Robert Knowles, psicólogo clínico, explica a The Guardian que la angustia se ve agravada por el temor a que haya un compañero cerca. «Algunas personas llegan a extremos tales como no ir al baño en absoluto en el lugar de trabajo o dejar sus puestos para dirigirse a otro lugar, por ejemplo un centro comercial o un sitio donde tengan acceso al baño», añade. Hay casos extremos en los que el afectado se medica para evitar las visitas al aseo.
¿Y cómo evitarlo? Hablar del problema está bien. Dar consejos para lidiar con él, mejor. Y eso es lo que han hecho las autoridades sanitarias de Queensland con una serie de recomendaciones que han generado una marea de comentarios tan o incluso más intensa que el vídeo musical con delfines, arcoíris y unicornios.
¿El motivo? Además de aconsejar el uso de sprais perfumados, evitar comidas y bebidas que puedan sentar mal o aplicar ejercicios de meditación para relajarse en el WC, el departamento de salud deja una pauta peculiar: «Recuerda que todo el mundo hace caca. Visualiza a alguien famoso en el baño, como Taylor Swift».
Por supuesto, no ha tardado en recibir comentarios en tono irónico: «¿El Gobierno acaba de colar una imagen de Taylor Swift haciendo caca en mi cerebro?» En caso de que ninguna de esas pautas funcione, el organismo aconseja acudir al médico.
Imágenes Jas Min (Unsplash) y Queensland Health (Instagram)