Del CEO y fundador de Telegram se ha dicho que es un «brillante hombre de mundo que vive maravillosamente sin patria». Nacido en San Petersburgo, desde 2014 vive fuera de Rusia, su país natal y con el que mantiene una compleja relación.
Pavel Durov se encuentra detenido en Francia, donde fue arrestado en el aeropuerto de Bourget, a las afueras de París, cuando venía desde Azerbaiyán en su jet privado.
Por qué se ha detenido a Durov y cuál es su defensa
Se le acusa, según describe la cadena TF1, de vulnerar la ley al haber contribuido a cometer delitos en Telegram por la falta de moderación.
Según describe la policía francesa, el CEO de Telegram se ha negado a cooperar con las autoridades francesas para perseguir los posibles delitos que se estarían cometiendo a través de Telegram, como el lavado de dinero, el tráfico de drogas o el intercambio de contenido pedófilo.
Desde Telegram han emitido un comunicado oficial tras la detención exponiendo que «cumplen con las leyes de la UE, incluida la Ley de Servicios Digitales (DSA)» y que Pavel Durov «no tiene nada que ocultar y viaja con frecuencia por Europa. Es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables del abuso de esa plataforma».
Aunque Telegram debe cumplir con la DSA, se encuentra exento de las responsabilidades concretas de las grandes plataformas de la Ley de Mercados Digitales (DMA). Esto es debido a que se encuentra por debajo del límite exigido para ello, de 45 millones de usuarios mensuales en Europa.
Telegram informa que dispone de 41 millones de usuarios. Unos datos que están siendo analizados de cerca por la Comisión Europea pero donde no se ha llegado a abrir una investigación como sí ocurrió con iMessage.
Durov vive en Dubai y desde 2021 dispone de doble nacionalidad: la de los Emiratos Árabes Unidos y la francesa. Al ser un ciudadano francés a todos los efectos, Durov no está sujeto a extradición.
Según describe France24, el juez de instrucción ha prorrogado la detención preventiva. Según la ley francesa, puede durar un máximo de 96 horas. Tras este plazo, el CEO de Telegram será o bien puesto en libertad o llevado ante un magistrado para una posible acusación formal.
El uso de Telegram para difundir bulos por parte de grupos prorusos ha comprometido algunas operaciones militares de Francia como en el Níger, donde las tropas francesas tuvieron que retirarse tras el golpe de estado.
Reacciones inmediatas desde Rusia y EE.UU
En menos de 24 horas, la detención de Pavel Durov ha generado muchas declaraciones, principalmente provenientes de Rusia y de teóricos defensores de la libertad de expresión, que consideran este arresto un intento de censura.
Uno de los primeros en reaccionar pidiendo la libertad de Durov ha sido Elon Musk, propietario de X, una red social que también mantiene con la Unión Europea su propia batalla en cuanto a la moderación de contenido.
Edward Snowden, exempleado de la CIA y la NSA estadounidense y exiliado en Rusia, ha criticado a Macron por «haber llegado al punto de tomar rehenes como medio para acceder a comunicaciones privadas».
Desde el sector cripto también se han mostrado preocupados, como expone Vitalik Buterin, creador de Ethereum, que expresa que aunque ha «sido crítico con Telegram por no ser serios con el cifrado», este arresto «es preocupante para el futuro del software y la libertad de comunicaciones en Europa».
Desde Rusia también han habido reacciones inmediatas. Mikhail Ulyanov, representante de Rusia ante organizaciones internacionales, ha escrito que con movimientos como este «puede no ser seguro» visitar ciertos países.
Tatiana Moskalkova, defensora del Pueblo rusa, ha expresado que «es absolutamente evidente que la auténtica razón del arresto de Pável Dúrov es el intento de cerrar Telegram» y es «una grave violación del derecho a la libertad de expresión».
El ex-presidente ruso Dmitry Medvedev, que acostumbra a criticar a Occidente en sus mensajes, ha expresado que Durov ha «calculado mal» y que «para todos nuestros enemigos comunes ahora, él es ruso, y por lo tanto impredecible y peligroso».
Desde Rusia se ha contactado con el partido de la oposición francesa, el grupo de La Agrupación Nacional de Marine Le Pen, para apoyar la causa de liberación de Durov.
En los alrededores de la embajada francesa en Moscú, un grupo de protestantes se ha acercado con pancartas de «Liberté pour Pavel Durov».
La Embajada rusa en París ha acusado a las autoridades francesas de «negarse a cooperar».
Cuál es la relación entre Telegram y el Kremlin
La relación de Telegram y Rusia es compleja. Por un lado la aplicación de mensajería ha sido amenazada en distintas ocasiones con bloquearse por parte del gobierno ruso, pero por otro hay investigaciones como la de Kremlingram que apuntan que hay evidencias que relacionan a Telegram y su falta de transparencia con los intereses del Kremlin.
Pavel Durov explicaba en una entrevista que dispone de 1.000 millones de usuarios activos, nunca ha tenido publicidad, solo dispone de 30 empleados y que él es el principal director, inversor y responsable de producto.
«Durante la mayor parte de la historia de Telegram, pagué los gastos de la empresa con mis ahorros personales», explicaba Durov. Unos ahorros provenientes de Vkontakte (VK), la red social rusa que fundó en 2006 y que en 2015 vendió un 12% de la participación por 273 millones de euros.
Según explicaba el propio Durov a Reuters, fue despedido de VK debido a que el Kremlin le exigió acceso a los datos de los líderes ucreanianos en una serie de protestas teas la anexión de Crimea. Según explicó el propio Durov a New York Times, tuvo que exiliarse de Rusia en 2014 cuando la policía rusa se presentó en su casa.
Con Telegram ha habido una larga historia de amenazas de bloqueo en Rusia, pero no se han llegado a materializar. En 2017 el Gobierno ruso amenazó con bloquear la aplicación por no facilitar los datos de los usuarios, e impuso una multa de unos 18.000 euros. En 2018 el bloqueo llegó a los tribunales rusos.
En 2020, tras más de dos años de pugna, la Oficina del Fiscal Federal de la Federación Rusa emitió un comunicado explicando que por sus «capacidades para combatir el terrorismo y el extremismo» estaba de nuevo libre de acceso.
Según describe Wired, en 2022 el gobierno de Vladimir Putin introdujo una ley para monitorizar «sujetos peligrosos», siendo Telegram una de las plataformas descritas como colaboradora de esta acción. Si bien desde Telegram niegan esta información.
Según datos de Deloitte, Telegram es ampliamente popular en Rusia, donde ha sido descargada más de 100 millones de veces y más del 50% de la población la tiene instalada.
No están claros los intereses de Pavel Durov respecto a Rusia, pero sí parece obvio pensar que el propio CEO de Telegram sabía que podía ser detenido en el momento de viajar a Francia, país del que dispone la nacionalidad.
Telegram está lejos de ser una app segura
Pavel Durov ha llevado campañas en el pasado para sembrar miedo, incertidumbre y dudas (FUD), en concreto contra WhastApp y contra Signal. Expresaba que «el gobierno de los EEUU se ha gastado tres millones de dólares para crear el cifrado de Signal»; una crítica sin pruebas en la que se apunta un problema que también puede aplicarse a la propia Telegram: su cifrado.
Telegram dispone de cifrado de extremo a extremo, pero no está activado por defecto. Disponen de un cifrado cliente-servidor MTProto para los chats individuales y grupales y dispone de una opción de Chats Secretos. Esto convierte a Telegram es una aplicación considerablemente menos segura que WhatsApp, que sí activa el cifrado e2e por defecto. Según defienden desde Telegram, es para «no levantar sospechas en ciertos países».
Will Cathcart, director de WhatsApp en Meta, aprovechó este hecho para cargar contra Telegram y exponer que tienen «la capacidad de compartir casi cualquier información confidencial que solicite un gobierno».
«Telegram ha puesto a gente en peligro. Al comienzo de la guerra era posible falsificar la API de ubicaciones de Telegram para identificar a cualquier usuario dentro de un radio de 2 millas si recientemente habían activado su ubicación», explicaba Cathcart.
Más allá de las críticas sobre el cifrado y la seguridad, Telegram se ha visto envuelta en polémicas por su falta de moderación en numerosos países, incluido España. En marzo de 2024, un juez de la Audiencia Nacional solicitó su bloqueo cautelar, aunque finalmente la dejó sin efecto por considerarla «excesiva y no proporcional».
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