Anova es una empresa fundada en 2013 que vende dispositivos de cocción para cocinar con la técnica sous vide. Las llamadas «circuladoras» son herramientas con un aspecto similar a una batidora de mano, y permiten calentar el agua a una temperatura constante para luego cocinar en ella los alimentos convenientemente sellados en bolsas de vacío. Ahora el fabricante está envuelto en una polémica que cada vez vemos más y más repetida.
Anova regalaba la app. En su catálogo encontramos dispositivos como su Precision Cooker 3.0, que tiene un precio de 229 euros, además de otros modelos más caros destinados a profesionales. Para el proceso de cocción Anova lanzó su Anova Culinary App en 2014, y siempre fue un complemento gratuito para ayudar a los usuarios a aplicar este tipo de técnica con sus productos.
Ahora es una suscripción. En un anuncio en su blog oficial, el cofundador y CEO de Anova, Stephen Svajian, anunció que a partir del 21 de agosto los usuarios que quieran usar Anova Culinary App tendrán que pagar una suscripción de 2 dólares al mes o 10 dólares al año.
Los futuros usuarios están condenados. Quienes registren una cuenta antes del 21 de agosto evitarán esa suscripción porque según Svajian todos esos usuarios les «ayudaron a crear Anova, y nuestra intención es que tengan esos derechos siempre». Los demás, todos los que descarguen la app y la usen a partir de entonces, tendrán que pagar por beneficiarse de ella. Con Anova Culinary App se ofrecen guías para cocinar sous vide, notificaciones y la capacidad de ver, guardar, o compartir recetas.
El argumento, seguir mejorando la app. El CEO explicaba que esta suscripción es necesaria para que Anova pueda «seguir ofreciendo un servicio excepcional y recetas innovadoras» además de “mantener y mejorar la aplicación para que siga siendo un recurso valioso”.
Más malas noticias. Además del anuncio sorpresa de la obligatoriedad de la suscripción, en Anova también indicaron recientemente que desde el 28 de septiembre de 2025 no permitirá que los usuarios controlen remotamente sus dispositivos vía Bluetooth. Solo será posible para productos con WiFi, y eso afectará a un buen número de sus circuladoras, que ahora necesitarán ser usadas directamente, estableciendo en ellas el tiempo, temperatura y alarmas.
Usuarios enfadados. El anuncio de la suscripción ha provocado un aluvión de cerca de 200 comentarios en los que los usuarios dejan claro su enfado con la empresa. «Esto garantiza que jamás os volveré a dar un céntimo de mi dinero», escribía uno de esos usuarios, mientras que otro aseguraba que «esto es una medida de mierdificación clara» haciendo referencia a ese término que cada vez se está haciendo más popular y que refleja cómo las empresas de tecnología empeoran el servicio que proporcionaban a sus clientes y usuarios, perjudicándolos.
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